Tus hijos, mis hijos y nuestros hijos
La especialista y académica Mariana Marisela Padilla Gómez.
En una sociedad cada vez más accidentada por diferentes fenómenos sociales, encontraremos a personas separadas o divorciadas con hijos de su anterior matrimonio que deciden vivir junto con otra persona en situación similar, y toman la decisión de tener hijos.
La primer pregunta, ¿qué pasa con todo lo expresado en el párrafo anterior?
La especialista y académica Mariana Marisela Padilla Gómez, quien es profesora de la carrera de Psicología en la Universidad Regional de Chapala, con especialidad en cuidados paliativos, gestión de talento humano, criminología, violencia de cualquier tipo, atención a adultos mayores y con niños afectados con violencia sexual, nos comparte su punto de vista.
“Primeramente la pareja que se conforma por familias reconstruidas, es decir, por parejas que formaron una familia y decidieron separarse y volverse a unir con alguien en su misma condición, tendrán que tener en cuenta estos puntos antes de unirse.”
Los puntos anteriores se recomiendan para la mejora de la formación de la nueva familia.
¿A qué se enfrentan las nuevas parejas?
Por los puntos anteriores cada uno desataría una serie de conflictos. Para comenzar una pareja de inicio necesita espacio para lograr la conformación como pareja. Ésta no se tendrá ya que estarán presentes los niños. Aunado a esto, será el ajuste que los hijos tendrán a la nueva vida y para ello los niños activarán sus mecanismos de defensa. Esto provocará un desajunte en la pareja.
Sumado a esto, si los hijos son adolescentes, la transición será aún más complicada; si traen una historia de violencia, si hubo abandono, si la pareja quiere a los hijos, si es diferente el trato entre hermanastros o si sus padres hacen diferencias, etc. Si la nueva pareja es grande de edad, si hay problemas entre ellos, si alguno pasa por la menopausia o la andropausia, si hay algún desajuste hormonal o emocional.
Si la pareja no se lleva bien, se reflejará en los hijos. La llegada de nuevos hijos y las preferencias, así como si la pareja no se pone de acuerdo para la corrección y orientación de los hijos, la rivalidad de estos también es una gran problemática.
¿Cuáles son las nuevas situaciones?
Lo anterior descrito refleja las nuevas situaciones, así como dónde vivirán y compartirán habitaciones, la incertidumbre que conlleva la nueva vida, si la pareja terminará queriendo a los hijos que no son suyos, los celos entre ellos así como al nuevo integrante de la familia que posiblemente llegue a la nueva familia.
¿Cómo solucionar esos conflictos si se presenta?
Disposición de todos los miembros de la familia, trabajo en equipo, apoyo emocional dentro de la familia y, con apoyo terapéutico, que la pareja se conozca así misma y hacia el otro. También cómo tomarse tiempo para conocerse y fortalecerse uno al otro, impulsarse, respetarse y sobre todo amarse como son y respaldarse en las decisiones.
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