El Presbítero que estuvo en misiones en Cuba y África celebró sus 55 años de sacerdocio en el lugar que le vio nacer
Presbítero Francisco Sanabria Enciso de 83 años de edad. Foto: J. Stengel.
Jazmín Stengel / Domingo M. Flores.- El Presbítero Misionero de Guadalupe, Francisco Sanabria Enciso, regresó a la comunidad que le vio nacer para celebrar sus 55 años de sacerdocio.
Una Misa de Acción de Gracias en la Capilla del Carmen en Chapala el 24 de septiembre al mediodía, en compañía de cerca de 100 feligreses, familiares y amigos, enmarcaron la celebración del misionero de 83 años que tuvo que dejar su lugar de origen para recorrer países como como Cuba ó continentes tan lejanos como África durante 35 años con la intención de amparar a las personas más necesitadas.
“Ayudar a la gente, no solo espiritual, sino también material y moralmente”, comentó en exclusiva para Laguna, tras la celebración.
El padre Francisco confesó que el realizar escuelas en las zonas más necesitadas de África para darle a los niños la oportunidad de un futuro mejor, es algo que le llenó el alma. Por otro lado, erradicar las enfermedades y ofrecer apoyo moral a los enfermos y familiares también fue parte de su labor como misionero.
El presbítero que pasó la mayor parte de su vida en el extanjero, arribó a Kenia, un país de África Oriental, en 1994 aproximadamente y permaneció 23 años en el lugar. Antes de eso estuvo 12 años en misiones en Cuba, sin embargo, ahí el gobierno les complicaba su labor, según comentó el entrevistado.
El primer reto al que uno se enfrentó como misionero fue el idioma, expresó durante la homilía, como sacerdote tuvo que aprender el dialecto de cada tribu a la que asistió en el país africano. En una de las tribus los niños solían tenerle miedo, ya que fue la primera vez que un hombre blanco convivió con ellos, recordó quien ha convertido a cientos de personas al cristianismo a lo largo de sus 55 años de sacerdocio y continúa haciéndolo.
Uno de esos ejemplos fue el día que el padre Francisco bautizó a 110 personas en una sola ceremonia, ese mismo día una mujer dio a luz durante la danza que los africanos realizan para dar paso al acto religioso. O el caso de un señor, quien quería ser bautizado junto a sus cinco esposas, aunque debido a las normas católicas fue imposible otorgarle el sacramento.
El padre Francisco Sanabria, quien aún celebra misas en un retiro de Guadalajara desde hace cinco años, platicó que su mayor orgullo fue haber logrado que muchos jóvenes cubanos y africanos continuaran sus estudios en los seminarios. Hace 20 años, en su primera misa de Acción de Gracias lo acompañaron 12 de sus jóvenes en calidad de sacerdotes ya recibidos. Hoy día, Sanabria perdió la cuenta de cuántos han seguido su camino.
“En Chapala hay muchos sacerdotes pero pocos han decidido ser misioneros”, expresó.
El Presbítero Francisco Sanabria Enciso nació en 1939 en Chapala, Jalisco. De pequeño estudió la primaria en la escuela parroquial de San Francisco de Asís, fue acólito de la misa y estuvo muy relacionado con los grupos eclesiásticos de su localidad. Se graduó del Seminario Menor de Misiones en Guadalajara en 1967 aproximadamente para ser enviado a la parroquia San Francisco de Asís en su pueblo natal.
Estuvo 12 años en misiones en Cuba y en 1994 fue enviado a Kenia, África para continuar con su labor social. A causa de un cáncer en la cadera que le impide la movilidad, el padre Francisco fue enviado a la Casa Sacerdotal San José en 2017, donde hasta el momento permanece.
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