La mente
Leticia Trejo es profesora de Yoga y entrenadora personal. Foto: Archivo.
Por Leticia Trejo.
En esta entrega escribo un poco de la mente. La semana pasada escribimos sobre el cerebro como ente fisiológico y regulador de todo el organismo, pero la mente es su compañera inseparable y es la mente, y lo que he guardado en ella, lo que hace del mundo mi propia versión del mundo y no hay nadie en él que haya vivido lo que yo he vivido por lo que cada uno de nosotros tiene su propia versión y lo que se cuenta así mismo de ella.
Por cientos de años los sabios orientales y occidentales han descrito a la mente y sus funciones, y si leemos un poco al respecto nos daremos cuenta lo complejo que es intentar entenderla.
En la pandemia se desataron los problemas mentales lo cual se notaba en el incremento de la violencia intrafamiliar, la angustia, el miedo, la ansiedad y con ello los síntomas físicos de estos estados perturbados: insomnio, desórdenes gastrointestinales y dolor corporal, entro otros.
Entonces los especialistas empezaron a recomendar cuidar la salud mental. Pero no es solo por la pandemia, el COVID sólo mostró algo que ya se venía gestando hace décadas. Por eso es que me gustaría aclarar que debemos cuidar ambas partes de nuestro sistema operativo. De nada sirve ir al psicólogo si no cuidamos a nuestro cerebro, y cuidar al cerebro no es la solución si no desarrollamos el autoconocimiento y el discernimiento que nos permite reconocer patrones de pensamiento improductivos de los productivos. Mis sugerencias son:
Aprecia el momento presente, dice Lao Tsu que si estás deprimido estás viviendo en el pasado. Si estás ansioso estás viviendo en el futuro. Si estás en paz, estás viviendo en el presente. Encuentra alimentos que nutran a tu cerebro y aléjate de la comida que lo daña.
Ve a terapia, explora las diversas metodologías para promover el autoconocimiento, cada vez hay más formas de descubrirnos.
Al cerebro le viene bien el descanso, activar el sistema nervioso parasimpático, existen muchas herramientas, empezando por retomar aquellas actividades lúdicas y artísticas que tanto disfrutabas de joven.
Desarrolla el testigo, que observa sin juzgar, sin calificar, sin criticar, es tu mejor amigo para guardar silencio y cultivar las pausas, pensar antes de hablar.
Recuerda que esta salud y bienestar tanto del cerebro cómo de la mente tiene grandes frutos en el largo plazo: vivir una vida plena.
“Los pensamientos no son la esencia de la existencia mental; son sólo una actividad de la naturaleza mental”.
Sri. Aurobindo
“El futbol soccer es un deporte activo. La mente es una actividad. El futbol requiere números ingredientes para operar como tal: campos de juego, directivos, jugadores, una pelota, árbitro, jueces de línea, reglas, entrenadores, empresarios, por solo mencionar lo que parece más importante. La mente también requiere un sinnúmero de ingredientes para ser operativa: un ámbito, ciertas condiciones, materia prima, luz, recuerdos, experiencias, capacidad de síntesis y análisis, un sistema nervioso (cerebro) un ente que centralice, etc. Pensar, imaginar, conocer, discernir, entender, concebir, creer, opinar, soñar, idear, cavilar, proyectar, razonar, o sea, casi todo nuestro mundo interior está relacionado con la mente”.
Mauro Kuntz
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