Tradicionalmente se le conoce como ‘‘La Capilla del Hospitalito’’
Fachada de la capilla de la Virgen del Rosario. Foto: Laguna.
Jesús López Vega.- Los antecedentes de la Capilla del Rosario, de acuerdo a la gente mayor de Ajijic, se remontan al legendario lugar conocido por los oriundos de este pueblo como ‘‘Teopantitlan’’, este mismo lugar es mencionado en las crónicas franciscanas del fraile Antonio Tello, como Tomatlán y Tecolotlán, puntos geográficos ubicados actualmente entre los arroyos Zapota ‘‘Puerta Nueva’’ y Alseseca, al poniente de Ajijic. Tomatlán ubicado sobre el camino real ‘‘camino viejo’’ y Tecolotlán localizado, un poco más al norte, donde actualmente pasa la carretera, dividiendo sus ya convertidos escombros en dos partes.
Estos dos lugares, de acuerdo con las crónicas, mencionan que fray Martín de Jesús hizo dos capillas muy pequeñas de zacate, durante la evangelización de Axixic en el año de 1531.
‘‘La Iconografía Mariana menciona que Fr. Martín de Jesús para asegurar la conversión de los indígenas ribereños, aunque teniendo como centro el pueblo de Axixic. Hizo por sus propias manos, ayudado por los indios ya convertidos, otra capilla en Tomatlán, a Nuestra Señora de la Asunción y otra en San Antonio Tlayacapan’’.
En ese mismo año de 1531 se inició la construcción del primitivo convento ‘‘San Francisco de Axixic’’, que es actualmente el Templo de San Andrés, en colaboración con indígenas, bajo la tutela de fray Martín de Jesús. La primera capillita hecha en Tomatlán muy rudimentaria fue dedicada a la Asunción Gloriosa, con el propósito de seguir su misión apostólica, bautizando y diciendo misa a los indígenas de toda esta región ribereña del Lago de Chapala, sin embargo, duró muy poco en pie, porque un fuerte huracán la derribó. Este misionero hizo otra capilla un poco más arriba, en el puesto llamado Tecolotlán, donde se administraban los santos sacramentos, hasta que se terminó el referido primitivo convento ‘‘San Francisco de Axixic’’, en el año de 1539.
Estas dos capillitas hechas en el lugar de la Alseseca, serían los antecedentes de la capilla del Rosario, tradicionalmente se le conoce como ‘‘La Capilla del Hospitalito’’ y antiguamente conocida como ‘‘Capilla del Hospital de la Limpia Concepción de Nuestra Señora’’ que a través de los siglos XVI, XVII, XVIII perduró en Ajijic durante la administración de la Doctrina de los frailes de San Francisco, su posición fue la invariable de todos los Hospitales de La Concepción. Fray A. Tello habló en su crónica de la existencia del Hospital de la Concepción en este pueblo, pues refiriéndose al año de 1544 expresamente asienta que ‘‘en dicho tiempo… en el pueblo de AXIXIC fundaron los religiosos el Hospital”. Su fundación se debió para socorrer a los indígenas en las diferentes pestes que los azotaron. De estas se tienen noticias que en el año siguiente, en 1545 apareció una epidemia general de la que ‘‘de seis partes de indígenas murieron cinco’’ y dicha peste fue ‘‘un pujamiento de sangre y calenturas’’. Era tanta la sangre que les salía por las narices, que estas se le reventaban’’. Otra en 1575, otras más posteriores en el mismo siglo XVI.
Por estos datos bien se ve de cuánta eficacia fue la fundación del Hospital de la Concepción para los naturales del pueblo de Ajijic. Se construyó también en este hospital la respectiva Capilla de la Concepción que ahora aquí nos ocupa, para administrar en ella a los enfermos los sacramentos, y a la vez se funda en la Capilla la ‘‘Cofradía de la Limpia Concepción de Nuestra Señora’’, para que sus miembros atendieran tanto al culto de la Virgen de la Concepción en dicha capilla, como a los enfermos, entrando por determinado tiempo, y por barrios al servicio del Hospital. (Por esta información se deduce que tanto el Hospital, la Capilla y la Cofradía se iniciaron en el año referido de 1544). Dice un antiguo escrito anexo a ‘‘El origen de la Capilla del Rosario de Ajijic Jalisco’’ por Ernesto Ramos Meza: ‘‘la Cofradía era una asociación que se dedicaba a juntar limosna y rendirle culto a la Virgen y a cuidarla y parte de las cosechas de la Cofradía era destinada para su sustento, bajo la dirección de los frailes”.
Existe una bella escritura, se podría decir un tanto romántica, ligada a las crónicas franciscanas llamada ‘‘ORÍGENES’’ (entrelazada con un estudio Indigenista por la Comunidad Indígena de Axixic) esta leyenda habla sobre los orígenes del pueblo de Ajijic de tiempos prehispánicos y da una fecha de 1472, poco antes de la llegada de los españoles, menciona personajes indígenas como protagonistas de antes y durante la conquista y evangelización de este poblado. Menciona la descendencia de la princesa Xochitlpilli.
Dice que la primera de sus hijas de nombre Cihualpilli, dominó el territorio de Tonallan (Tonalá), la segunda de nombre Coyotzin, dominó el territorio de Tlajomulco y la tercera de nombre Xicantzin, (la viejita Zincatzia como la conocen los oriundos de Ajijic) se encargó de reinar Axixic. Al llegar los españoles, conocen el lugar donde se bañaba la princesa, como el ‘‘Ojo de agua de la Reina Xochitl’’, ubicado al pie del cerro. Y Xitomatl, el hijo, gobernó el territorio de Cutzalan.
Se menciona también que cuando llegaron los españoles, junto con los misioneros franciscanos, la Xincatzin y sus seguidores se transportaron a la piedra china, entre ellos los danzantes ‘‘sayacos’’, para darles la bienvenida. En las crónicas franciscanas menciona la llegada de Alonso de Avalos, en el año de 1522 y que tal conquista en estos pueblos ribereños fue pacífica, sin derramamiento de sangre. (Esta piedra china grande de tezontle rojizo, se encontraba en la mojonera divisoria entre San Juan Cosalá y Ajijic, y parte de este tezontle se utilizó para la construcción de las cúpulas del actual templo de San Juan Cosalá, mencionó el Sr. D. Guadalupe Hernández Comparan (QDEP.)
Dice la crónica franciscana que Xitomatl se fue a vivir a Axixic con sus familiares y principales durante la construcción del convento San Francisco de Axixic en 1531.
CONTINUARÁ…
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