Altar con una camioneta antigua y una calavera de piloto. Foto: Cortesía.
Armando Esquivel.- Aunque estuvo a punto de no realizarse “Al fin que para morir nacimos” festival independiente de Día de Muertos en Jocotepec, fue realizado en su cuarta edición gracias a la unión de los vecinos del barrio de calle Morelos y La Calabaza, logrando instalar más altares que la pasada edición.
Calle Morelos en donde se montan los altares del festival independiente. Foto: Cortesía.
Poco tiempo antes del 2 de noviembre, el festival ciudadano no estaba considerado para celebrarse, pues no se habían realizado las colectas para el soporte económico del festival, además de que las fechas se cruzaban con otras actividades alusivas a la fecha, aunque los vecinos convencieron al organizador y fundador del evento cultural, Carlos Alberto Cuevas Ibarra para que pese a los obstáculos y con el tiempo encima, fuera posible la cuarta edición.
Carlos Cuevas confesó que él no tenía algún plan, pero los vecinos de la calle Morelos se le acercaron para apoyar, inclusive de forma económica, para que este año el barrio de La Calabaza no se quedara sin su celebración. “Los vecinos me dijeron no te preocupes, tu dinos qué hacemos y nosotros lo hacemos”, dijo Cuevas en entrevista.
Uno de los altares de “Al fin que para morir nacimos”. Foto: Cortesía.
El resultado fueron dos días de tradición, siendo mostrados 17 altares en la calle durante el 2 de noviembre, cinco más que el año pasado. Para el siguiente día se contó con la presentación de un ballet folclórico, la cantante Lola La Tequilera y Cris Cuevas acompañado de su guitarra.
Para que el festival fuera posible no sólo participaron vecinos del barrio, también gente de otros puntos de Jocotepec colaboró en la actividad. Por ahora ya se piensa en la quinta edición, en la que se prevé algo magno, por lo que los organizadores ya se están preparando.
“Parece que el siguiente año sí vamos a aventar la casa por la ventana, creemos que para ser el quinto aniversario nos vamos a poner de acuerdo desde mucho antes para traer más cosas para la población, ha sido un evento muy aceptado por la población”, finalizó Cuevas Ibarra.
Altar instalado sobre una camioneta clásica durante el festival “Al fin que para morir nacimos”. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Alrededor de 700 personas acudieron durante los dos días del festival independiente “Al fin que para morir nacimos”, siendo un éxito, pese a la amenaza de lluvia en el primer día y la escasez de recursos para la celebración de Día de Muertos, por parte de vecinos de la calle Morelos en Jocotepec.
Uno de los altares colocados por los vecinos de la calle Morelos, en Jocotepec. Foto: Armando Esquivel.
El festival arrancó el 28 de octubre, contando con la presencia del mariachi tradicional “Los Choznos”, “Los cuentos de la Chencha, mitos y leyendas de Xocotepec” y el Ballet Folclórico “Decanos de México”. Aunque en el arranque del festival había temor por la llovizna registrada, las cosas se dieron para que los jocotepenses disfrutaran del festival.
Público asistente al festival alusivo al día de muertos. Foto: Armando Esquivel.
“El primer día tuvimos un pequeño contratiempo porque empezó a chispear justamente a la hora que teníamos programado para el evento y eso hizo como que la gente se asustara, y no solamente la gente, nosotros también. Realmente teníamos mucho miedo porque pensamos que iba a llover”, dijo en entrevista Carlos Alberto Cuevas Ibarra, quien forma parte de la organización.
Los vecinos de la zona conocida como “La Campana”, fueron los encargados de la instalación de los altares. Foto: Armando Esquivel.
Para el 29 de octubre, el festival contó con más personas, que disfrutaron de la presentación de un ballet folclórico, así como de “Los cuentos de la Chencha” y la música del “Mariachi Real de Axixic”.
Presentación de “Los cuentos de la Chencha, mitos y leyendas de Xocotepec” que tuvo participación durante los dos días del festival. Foto: Armando Esquivel.
El festival contó con altares realizados por los vecinos, colocados afuera de sus viviendas, en memoria de sus seres queridos. Los vecinos también se organizaron para que el festival fuera exitoso, saliendo a flote para cubrir los gastos generados, como el pago de mobiliario, sonido, luces, entarimado y pago para los artistas invitados.
El costo del festival fue de aproximadamente de 45 mil pesos, sin embargo, al final de los festejos, aún faltaban recursos económicos para pagar los gastos, inclusive, en las últimas horas del festival se pidió cooperación voluntaria a los asistentes.
El Mariachi Real Axixic cerró el festival con su presentación durante el domingo. Foto: Armando Esquivel.
“A la hora del conteo, ya para pagar lo último que quedaba, que era escenario y el Mariachi Real de Axixic, sí nos hizo falta un poquito de dinero, pero que rápido solventamos entre los que estábamos ahí”, confesó Cuevas Ibarra.
Pese a las carencias económicas, el festival fue exitoso, gustando a los presentes y también a los artistas que se presentaron, quienes a decir de Cuevas, quedaron maravillados y con las ganas de ser invitados nuevamente a Jocotepec y hasta ofreciendo hacerlo a mitad de precio y hasta de forma gratuita.
Parte de las decoraciones en la calle Morelos. Foto Armando Esquivel.
El entrevistado también agradeció a los asistentes, a los vecinos y a quienes aportaron al festival, desde los que aportaron algunos pesos, hasta los que aportaron miles, con el fin de hacer una tradición el festejo vecinal de Día de Muertos.
Ya piensan en la cuarta edición. Al final del festival, los organizadores se reunieron para hacer un análisis del recién realizado y lo que se puede mejorar, por lo que Carlos Cuevas considera que para el 2024 tendrán un festejo superior a los realizados. “Este próximo año sé, de esas veces que ya lo sabes como por decreto, que va a ser el mejor año de todos”.
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