Para pobladores de San Juan Cosalá, la obra representa un daño irreversible y una pérdida para su patrimonio natural
Miguel Cerna.- Sin un dictamen de impacto ambiental y por menos de 10 mil pesos, el Gobierno de Jocotepec autorizó -a un particular- la construcción de un estacionamiento en el corredor turístico de Piedra Barrenada, en la localidad de San Juan Cosalá.
Se trata de un aparcadero de dos plantas, con capacidad para más de 60 automóviles, construido a veinte metros de la carretera -justo donde inicia la zona restaurantera con dirección a Chapala- y que para su edificación se tuvo que desgajar una parte de las faldas del cerro.
Para la construcción del aparcadero, fue necesario barrenar una parte de la falda del cerro.
De acuerdo con el permiso, con fecha del 24 de marzo del 2019, y obtenido vía transparencia -bajo el folio 2207/2019-, se establece que la licencia fue otorgado al particular Francisco Javier Padilla López, propietario del restaurante ubicado al frente del nuevo estacionamiento que está por concluirse.
Según el plano, la superficie autorizada de construcción es de 605 metros cuadrados, para la realización de 11 cajones de parada en cada planta, cuya capacidad es de tres vehículos por cajón. El costo de dicho permiso fue de siete mil 583 pesos, con una vigencia de 14 meses.
En una entrevista con Laguna -sostenida el 24 de julio-, el Director de Desarrollo Urbano, José de Jesús Gaytán, dijo que la obra contaba con acreditación federación, es decir, que la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) había avalado el dictamen de impacto ambiental; sin embargo, al solicitar dichos documentos por transparencia, el municipio contestó que no se contaba con un dictamen ni licencias de construcción autorizadas por el estado ni la federación.
Así lucía el área antes de ser edificada con el estacionamiento.
Al respecto, el Presidente Municipal de Jocotepec, José Miguel Gómez López, manifestó que el permiso de edificación lo dio la administración pasada y la suya solamente le dio continuidad, por lo que le solicitó al beneficiario hacer la obra con “responsabilidad”.
“Se autorizó desde la anterior y simplemente nosotros le dimos continuidad, la idea ahí no es obstruirle a los inversionistas pero sí, ya pedí que no me le fueran a afectar ya al cerro más que lo básico para los caminos y demás, porque sí le está pegando a la ecología, ya se habló con Javier padilla, el propietario de ahí y bueno se va a adherir a ya no continuar dándole afectación o impacto al lugar”, manifestó.
Con ojos de tristeza y decepción, fue como Oriana Elizabeth Calderón Rodríguez, coordinadora del colectivo “Piensa Verde”, vio la obra, pues consideró que le hicieron un daño irreversible al cerro y les fue quitada una parte del patrimonio natural a los pobladores de San Juan Cosalá.
Calderón Rodríguez, quien encabeza la organización dedicada a realizar proyectos en pro del medio ambiente de su comunidad -como campañas de limpieza y reforestación-, lamentó que por intereses monetarios se permita la realización de ese tipo de obras, sin importar que pueda ocurrir un desastre natural como los que han ocurrido en la localidad.
“A lo mejor nosotros (como colectivo Piensa Verde) no podemos hacer nada a la hora de detenerlo y decirle ‘¿sabes que no puedes hacer eso?’ Porque desgraciadamente ellos van a la delegación de Jocotepec, ofrecen tanto y pues se les da el permiso, nosotros no podemos interferir en ese tipo de cosas”, espetó.
Ya efectuado el daño -debido a que la construcción del estacionamiento está en su etapa final- y como una forma de compensar un poco la afectación, la activista sugirió a los propietarios de los restaurantes de la zona, usar plásticos biodegradables, separar su basura y hacer lo que esté en sus manos para ayudar conservar el medio ambiente.
Por su parte, Gabriel Vázquez Sánchez, Director de la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Lago de Chapala (AIPROMADES), señaló que en toda obra realizada junto al vaso lacustre, “es pertinente y necesario” que cuente con una evaluación del impacto que tendrá en el ecosistema, pues informó que el de la ribera es especialmente sensible.
“Particularmente la zona de Piedra Barrenada tiene una geología muy especial, por eso se le llama Piedra Barrenada; es una zona muy pedregosa y la parte de San Juan Cosalá tiene una sensibilidad; es una zona de aguas termales, ahí tenemos muchas afluencias de carácter geológico de aguas profundas, por esas características de piedra. Por eso si es conveniente tener una evaluación del impacto que se generaría, pero es una atribución totalmente del municipio”, manifestó vía telefónica.
José de Jesús Gaytán Cuevas, director de Desarrollo Urbano de Jocotepec.
En contexto, investigadores de la Universidad de Guadalajara ubicaron de nueva cuenta a San Juan Cosalá como punto de riesgo de avalancha de lodo, durante el temporal de lluvias de este año. Los antecedentes de la localidad, en donde en septiembre del año 2007 se registró una tromba que dejó alrededor de 2 mil damnificados y más de 300 viviendas dañadas, junto con las 25 microcuencas activas de agua que se extienden desde Chantepec, la mantienen como zona de peligro para un desastre natural.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala