Bienestar emocional y Yoga (Parte I)
Por Leticia Trejo, Salud y Bienestar
Mucho se insiste en que el Yoga (como sistema) o la Yoga (como disciplina) es una técnica que trabaja cuerpo, mente y espíritu; pero no a todas las personas les queda claro, ya que ubicamos esta práctica sólo como un método más de actividad física, cuando en realidad la práctica de asanas (posturas) es sólo uno de los ocho pasos para lograr los beneficios y la conexión de estos tres elementos que conforman nuestra identidad terrenal.
El Filósofo Patanjali (a quien ya mencioné en alguna publicación pasada) generó la metodología de los ocho brazos del Yoga para lograr la liberación, esto quiere decir, el cese del sufrimiento, y lograr el gozo de la trascendencia; es decir, que ya no hay obstáculos ni en nuestra mente ni en nuestro cuerpo para sentirnos uno con el creador (o universo, o este Ser o Entidad que nos arropa y nos cubre con su amor). Todo esto puede sonar un poco subjetivo, pero cuando revisamos cuáles son esos ocho brazos u ocho etapas, nos damos cuenta de que hace perfecto sentido y que, quien pudiera practicar Yoga en ese orden, con constancia y disciplina va a gozar de todos sus beneficios.
Yamas: son los preceptos éticos y morales de autoobservación para darnos cuenta como es nuestra relación con nuestros semejantes, con el entorno y con los animales y la naturaleza. ¿Qué se pide practicar en los Yamas? Ahimsa, que es la NO violencia; Satya, que es la verdad; Asteya, actuar con honestidad; Brahamacharya, que es la moderación; y Aparigraha, vivir con lo que generemos por nosotros mismos sin aceptar regalos vistos como atajos. Si lo pensamos bien, es claro que uno de los grandes conflictos y obstáculos para ser felices es tener problemas familiares, conflictos entre vecinos, aborrecer a los animales o maltratar a la naturaleza, lo cual genera pesares en la mente y en el corazón.
Niyamas: son los preceptos éticos y morales de autoobservación hacia la relación que tenemos con nosotros mismos. ¿Qué se pide practicar en los Niyamas? Saucha, que es la pureza de intención desde que un pensamiento cruza hacia nuestra mente hasta convertirse en acción; Santosa, contentamiento o gratitud, saber que somos privilegiados por el hecho de estar vivos y sentir; Tapas, prudencia, vivir sabiendo que cada decisión afecta el rumbo de nuestro destino; Svadhyaya, estudio del sí mismo, toda la vida mientras vamos creciendo y madurando aprender a conocernos con honestidad; Isvara pranidhana, dedicación de nuestro trabajo y dones a un Ser superior, al Universo o a algo que va más allá de nosotros.
Asanas: es una serie de posturas físicas en donde la intención es la purificación o desintoxicación constante del cuerpo, para gozar de salud y vitalidad y poder superar adversidades con un cuerpo fuerte y flexible.
Es así como podemos observar que antes de la práctica física, que a muchas personas atrapa, hay dos pasos vitales para liberar a nuestra mente de obstáculos generados por ella misma y la falta de conocimiento que tenemos de sus actividades. En la siguiente edición seguiremos enumerando los pasos de este milenario Sistema lleno de procesos claros y específicos para mejorar nuestra salud física, mental y espiritual.
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