El Festival de Cine Indie de Chapala y la promesa de la juventud mexicana
Organizadores y voluntarios del CIFF. De izquierda a derecha: Raúl Terríquez, Yulia Avendaño, Jorge Canseco, Carmen Carolina, Angélica Guerra, Inés Haro y Juan Tejeda.
Mientras volaba a casa desde Atlanta este fin de semana, mi compañera de asiento me recordó la extraordinaria inteligencia, creatividad y empuje de la juventud mexicana. Era una latina de 18 años, graduada en el Colegio Alemán de Guadalajara, trilingüe y en su primer año en la Universidad de Cambridge en Inglaterra, estudiando ingeniería y finanzas.
Su objetivo era, tras un máster en finanzas y economía, crear una empresa multimillonaria que financiara grandes proyectos de ingeniería en todo el mundo. No me cabe duda de que lo conseguirá.
Más cerca de casa, la veinteañera Carmen Carolina y sus socios, Angélica Guerra y Jorge Canseco, ya han conseguido un logro extraordinario, el Chapala Indie Film Festival (CIFF), el primer festival de cine en la Ribera con cineastas locales. Han creado un festival excepcional. Y como conozco a Carolina personalmente, sé que lo hizo mientras terminaba su propia película y trabajaba a tiempo completo.
En una vida anterior en Silicon Valley, formé parte de un grupo de financiación cinematográfica que invertía en nuevas películas. Conocí a muchos directores jóvenes con estrellas en los ojos y asistí a festivales de cine con ellos, así que sé lo que cuesta financiar, organizar y producir con éxito un evento de varios días, que muestre a directores jóvenes. Es mucho trabajo duro: mendigar patrocinadores, negociar con sedes, lidiar con equipos y correr grandes riesgos.
Carmen Carolina y sus socios tenían estrellas en los ojos, pero los pies firmemente plantados en el suelo de la Ribera. No sólo consiguieron todo eso, sino que construyeron los cimientos de un CIFF anual, impulsando no sólo a los cineastas locales, sino también a las empresas de apoyo al cine, hoteles, restaurantes y agencias turísticas. Puede que hayan logrado la mejor promoción a largo plazo del Pueblo Mágico hasta la fecha.
¿Qué hicieron exactamente? Organizaron, financiaron y produjeron el primer festival de cine de tres días de duración, en el que se mostró el talento local. Proyectaron tres excelentes largometrajes: Cuete, de Carmen Carolina; I Know, de Amhardas; y This Freedom Rider, de Ambla. Además de cuatro cortometrajes de diversos directores locales. Las películas se proyectaron en inglés y español, con subtítulos. En las sesiones matinales del festival, los organizadores, directores y actores impartieron talleres sobre diversos aspectos de la realización cinematográfica y la interpretación.
La asistencia superó sus expectativas: mil personas asistieron a las proyecciones y eventos del festival durante los tres días. Doscientos cinéfilos asistieron a la ceremonia de inauguración, en el Centro Cultural González Gallo de Chapala, más de 300 personas acudieron a ver la película Cuete, de Carolina, en el Centro para la Cultura y las Artes de la Ribera en Ajijic y 40 personas asistieron a los talleres. Más aficionados vieron los cortometrajes proyectados en el Malecón de Ajijic y en el Lake Chapala Society.
Igualmente impresionante fue la lista de patrocinadores que Carolina y sus socios consiguieron: 25 empresas locales, el Gobierno de Chapala y un puñado de instituciones culturales, (revelación completa: Lakeside News y Semanario Laguna fueron patrocinadores, mi esposa y yo ayudamos a financiar Cuete, y Carolina trabaja conmigo en Lakeside News). Sospecho que reclutar patrocinadores será más fácil el año que viene, ahora que los organizadores han demostrado su capacidad para producir un evento bien organizado y de éxito. Quién sabe, tal vez han comenzado el South by Southwest del cine mexicano independiente aquí en Chapala.
Para aquellos de ustedes que asistieron y vieron a los organizadores y a los actores como Mathew Dalledorf y Angélica Guerra en la alfombra roja, en los paneles y talleres, saben lo inspiradores e impresionantes que son. Y si Carolina, Guerra y Canseco logran establecer el CIFF como un evento anual en Chapala, de lo cual no tengo duda, su contribución al cine y a la economía local durará por años.
Y tal vez mi joven compañera de asiento de origen mexicano en un futuro vuelo a Los Ángeles, sea Carmen Carolina, en camino a recoger un Oscar de dirección por una de sus películas. No me cabe duda de que lo conseguirá.
Nota: si no viste las películas en el CIFF, visita su página de Facebook para ver anuncios de dónde pueden proyectarse localmente. https://www.facebook.com/profile.php?id=61550980592042
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