El festival tuvo gran aceptación por parte de los habitantes de la cabecera municipal de Jocotepec
Altar acompañado de la icónica Frida Khalo. Foto: Héctor Ruiz.
Héctor Ruiz Mejía.- Pese al intento fallido por las autoridades municipales de clausurar el festival “Al fin, para morir nacimos”, evento alusivo al Día de Muertos realizado en el municipio de Jocotepec, éste conmovió a los habitantes ribereños hasta las lágrimas.
Y es que, a decir de Carlos Cuevas, exdirector de Casa de la Cultura José Vaca Flores y quien fue uno de los organizadores del evento, el nuevo director de vialidad, de apellido Aguirre, quién ni siquiera había tomado protesta, intentó clausurar el evento argumentando que no se habían solicitado los permisos pertinentes.
Muestra de uno de los altares apostados sobre la calle Morelos Poniente. Foto: Héctor Ruiz.
Explicó que el personal de vialidad argumentó que le faltaba la revisión de Protección Civil y que a su decir, “estaba en su poder cancelar el permiso si así lo deseaba”, para lo cual, Protección Civil acudió al llamado para brindar el apoyo al evento, por lo tanto no procedió la clausura.
Así, la primera edición del festival se llevó a cabo el pasado domingo 31 de octubre sobre la calle Morelos Poniente, donde además de disfrutar de música típica y espectaculares actuaciones por parte de estudiantes de la escuela de artes escénicas de la Universidad de Guadalajara (UdeG), decenas de personas atestiguaron las historias sobre los 11 altares que la propia comunidad erigió a lo largo de la calle.
Por ejemplo, uno de los altares, el de la familia Ibarra Campos, quienes honraron a su padre Goyo quien fue descrito como un hombre alegre, taxista, que disfrutaba de la vida, así como del atole y el pollo; con estas descripciones tan amenas, los asistentes fueron partícipes de las historias de quienes habitaron antes que ellos.
Fragmento de “La Muerte también baila”. Foto: Héctor Ruiz.
“Porque no solo estamos unidos en la muerte, sino también en la vida”, dijo Carlos y agregó que todos aportaron de a poco y mucho, como las señoras del barrio, quienes por dos semanas armaron los dos portales cubiertos con flores de cempasúchil ubicados en los dos extremos de la calle.
“Fue increíble ver como toda la gente se unió para realizar el evento, desde personas que apoyaron con 20 pesos, hasta quiénes de manera anónima apoyaron hasta con diez mil pesos”, explicó Carlos.
“La verdad no sabía qué esperar, yo estaba en la plaza y empecé a escuchar que se estaban pasando para acá, así que vine a ver qué tal y la verdad pasé un buen rato”, comentó Ramón, quien aseguró no dejar de reír con los albures de la “muerte chiapaneca” de una de las obras de teatro.
Con gran afluencia cerró la primera edición de la festividad en conmemoración al Día de Muertos, el cual superó todas las expectativas de los organizadores como de la propia comunidad, quienes anhelaban festejar esta fecha tras un año de inactividad.
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