El Gabinete presidencial se cierra al círculo de los allegados
Por: José Antonio Flores Plascencia
Los cambios en el gabinete de Enrique Peña Nieto se venían anunciando desde hace tiempo. Los asuntos vinculados a la corrupción han hecho que su popularidad siga a la baja. Además, ha confrontado a los viejos que saben que si no cambian podrían perder la presidencia del país. Afortunadamente para los priistas, la izquierda se atomiza, y el PAN ha sentenciado con el triunfo de Ricardo Anaya que se sienten cómodos con un tercer lugar en las preferencias electorales.
La salida de Rosario Robles Berlanga de la Secretaría de Desarrollo Social, cumplió con su encomienda desde la campaña de Peña Nieto. Era como mostrarles a los votantes de la izquierda que una exjefa del gobierno del Distrito Federal estaba con él. Al inicio del gobierno presidencial, se filtró la información de los apoyos brindados en la campaña electoral de Veracruz. Desde ese momento, se pedía la cabeza de Robles Berlanga, y no es hasta ahora que su lugar será ocupado por un tecnócrata, José Antonio Meade, quien fungiera como Secretario de Relaciones Exteriores. La figura acartonada de Meade será el nuevo encargado de erradicar la pobreza en el país, que se sigue incrementado de acuerdo a los últimos datos; ése fue otro de los puntos en contra de Rosario Robles, que no fue capaz de reducir la pobreza. El nuevo Secretario de la Sedesol difícilmente se llenará de polvo los zapatos. Si sale al campo y usa pantalón de mezclilla, lo más seguro es que se le irrite la piel. Sin embargo, cumple con el perfil de los yupitecas que gobiernan el país; si se les tuviera que poner un nombre ya sea en Joco o Chapala, serían papayos o fresas.
La llegada de José Antonio Meade a la Sedesol dibuja los recortes presupuestales a los cuales estará sujeta la secretaría, y ¿quién más que un hombre del sistema, que no chistará cuando se le ordene?
La salida de la Secretaría de Relaciones Exteriores de José Antonio Meade, será ocupada por otro personaje del sistema: Claudia Ruiz Massieu, sobrina de Carlos Salinas de Gortari.
Enrique Martínez, considerado de la vieja guardia priista, lo mismo que Emilio Chuayffet, dejan las Secretarías de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, así como Educación. La reforma del campo necesita alguien que pueda apaciguar cualquier movimiento, que tranquilamente lo hubiera podido hacer el exgobernador de Coahuila, porque son institucionales (léanse como serviles al sistema). La caída de Chauyffet era cuestión de tiempo. Su discurso afrancesado ya no es para estos tiempos. En una entrevista hace unos meses con Adela Micha parecía que estaba entrevistando a Clavillazo.
El cambio de diez de las veintidós secretarías que conforman su gabinete, no puede borrar la caída del peso contra el dólar, y, de acuerdo a especialistas, señalan que llegará a veinte pesos. La contracción del crecimiento de a 2.8 o 2% impactará en más recortes presupuestales. Un impacto directo en ello han sido las becas para los jóvenes, que están en riesgo de abandonar la escuela a nivel preparatoria. Simplemente se las quitaron y nadie informa nada.
Los gobiernos municipales serán de los más castigados con los recortes presupuestales. Y de paso fulmina las esperanzas, los proyectos turísticos que desde hace dos años prácticamente no operan, así que las deudas públicas se tendrán que palear con la imaginación de los nuevos cabildos, que eso si pone a temblar a los votantes porque no hay experiencia.
La impresión de los cambios en el gabinete presidencial cierra más al círculo de los allegados.
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