Aunque por definición la palabra poda “consiste en eliminar ciertas ramificaciones de una planta o de un árbol para lograr que su desarrollo sea más fuerte”, en Zapotitán los árboles fueron cortados hasta el tronco
Sin autorización, 52 árboles fueron talados por los ejidatarios de Zapotitán.
Miguel Cerna. – Sin el permiso ni la supervisión de la dirección de Ecología, 52 árboles de gran tamaño fueron cortados hasta el tronco por el ejido de Zapotitán de Hidalgo, municipio de Jocotepec, por el posible riesgo de afectación al cableado de luz eléctrica; tan solo el 40 por ciento tiene posibilidad de retoñar.
Mediante dos imágenes difundidas en redes sociales el pasado 15 de mayo, la tala de aproximadamente 30 árboles fue denunciada por el ciudadano Salvador Flores López, quien calificó la situación de “ecocidio” y exigió explicaciones al municipio.
Diego Palmeros Suárez, reconoció que el corte de los árboles se realizó sin autorización ni la asesoría de la dirección de Ecología que encabeza y tras el peritaje se determinó que 52 ejemplares fueron afectados, la mayoría de ellos de la especie conocida como casuarina (pino australiano), aunque también había especies endémicas como guamúchil y mezquite.
Aunque por definición la palabra poda “consiste en eliminar ciertas ramificaciones de una planta o de un árbol para lograr que su desarrollo sea más fuerte”, en Zapotitán los árboles fueron cortados hasta el tronco, por lo que Palmeros Suárez insistió en que no se trató de una tala, sino que lo suavizó al considerarlo una “poda severa”.
“Hay que hacer la aclaración de que no fue una tala, es una poda severa: dependiendo del tipo de árbol, pueden llegar a retoñar. En el caso de la casuarina, es muy impredecible, a veces a esos árboles les puedes cortar una rama y se secan, o les pueden cortar esa rama y crece más grande. (Yo considero que) un 60 por ciento no retoñan y un 40 sí”, espetó.
En un recorrido realizado por Laguna se constató que todos los árboles que bordeaban la parcela agrícola, ubicada en la calle 20 de noviembre en las afueras de la población, fueron cortados dejando solamente un poco más de un metro del tronco.
De acuerdo con Palmeros Suárez, el comisario del Ejido de Zapotitán de Hidalgo, Gilberto Machuca Saavedra, justificó la “poda severa” argumentando que los árboles afectaban el cableado de luz eléctrica que se extiende por encima de ellos, por lo que frecuentemente se quedaban sin el servicio por los cortes circuitos.
Pese a que la intención inicial era sustituir los árboles cortados por frutales de menor tamaño, según comentaron los vecinos de la zona, el presidente municipal, José Miguel Gómez López, reiteró que se trató de una “tala demasiado marcada” que no pondrá en riesgo la vida de los ejemplares.
Al respecto, Gómez López anunció que se aplicarán todas las responsabilidades, incluso penales, que conlleve este tipo de prácticas, aunque pidió prudencia para el caso de Zapotitán por que actualmente los ejidos carecen de información sobre las regulaciones ambientales, motivo por el que iniciarán una campaña de socialización.
“También se me hace injusto que procedamos legalmente en contra de los ejidatarios cuando lo único que estaban haciendo era contribuir a mejorar, pero ya estamos en eso revisando todos los temas, pero de todas maneras si les estamos haciendo un llamado de atención fuerte y vamos a tratar de resolverlo”, apuntó.
El Reglamento Ambiental del Municipio de Jocotepec, aprobado el pasado 25 de marzo y a punto de entrar en vigor, establece que la tala o poda de árboles o arbustos en propiedad pública o privada que se lleve a cabo sin el permiso correspondiente tendrá sanciones pecuniarias y en especie según lo dictamine la Dirección de Ecología, por lo que la multa puede ir de los 5 mil a 25 mil pesos, así como el arresto administrativo de hasta por 36 horas.
Durante esta semana, las autoridades se reunirán con los ejidatarios para determinar un común acuerdo que permita subsanar la situación.
En contraste, Zapotitán de Hidalgo es una de las localidades más arboladas del municipio, muestra de ello es el crucero donde se encuentran ejemplares de la misma especie “podada”, que se extiende por más de un kilómetro por la calle Del Trabajo, y que fueron plantados hacía 1974, de acuerdo con información del Doctor en Historia Francisco Javier Velázquez Fernández.
En lo que va de la administración, se han recibido 265 solicitudes para talar árboles en el municipio, la mayoría por haberse secado o dañar las estructuras de las viviendas. El costo del permiso expedido por Ecología es de 225.31 pesos, más la donación de cinco árboles frutales, de acuerdo a información proporcionada por la dirección.
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