Por más de 13 años, Granados barajas trabajó para la Delegación del Pueblo Mágico
Ángel Granados Barajas falleció el 3 de mayo de 2023. Foto: Cortesía.
Sofía Medeles.- Como un hombre que se caracterizó por su carisma y alegría, así como por ser muy trabajador y estar al servicio de Ajijic, será recordado Ángel Granados Barajas alias “Malache”, quien por más de 13 años trabajó en la Delegación y se ganó la simpatía de cientos de pobladores.
Granados Barajas nació el 20 de noviembre del año 1971. Aunque fue originario de la localidad de Santa Ana, en el municipio de Acatlán de Juárez, toda su vida la pasó en Ajijic. Fue hijo de María Consuelo Barajas Martínez y Ángel Granados Chávez.
De niño, sus familiares lo describieron como muy carismático y bromista, pues siempre demostraba mucha felicidad, además de ser travieso y juguetón. A una corta edad, tuvo que asumir el papel de “hombre de la casa”, para apoyar a su mamá, ya que tuvo 12 hermanos.
“Conforme fue creciendo, nunca cambió su forma de ser. Nunca dejó que faltara el pan en la mesa, y sus hermanos y hermanas gozaban de los buenos manjares que él traía. A veces hacía sus travesuras, pero su mamá lo reprendía, aunque era muy listo, y para que no le hicieran nada se escondía adentro del tinaco, o iba a casa de su papá, pero su mamá no se la perdonaba”, comentó su hija Abril, entre risas.
El apodo por el cual sería conocido, Malache, surgió cuando de joven se fue a pasar un día con su papá, e iban de camino a Santa Ana, cuando tuvieron un accidente en auto, por lo que Ángel se golpeó la cara con el parabrisas y perdió dos dientes. En los convivios o fiestas, sus amigos le empezaron a decir “malachito” porque no podían decir “molacho”, y se quedó con el apodo de Malache.
Estudió hasta segundo de secundaria porque prefirió trabajar y seguir ayudando a sus hermanas y a su mamá. Años después se casó con Gloria Contreras Contreras, con quien tuvo cuatro hijas: Ángela Guadalupe, Abril Yanet, Paola Lizbeth y Cintia Yadira.
Entró a trabajar a la delegación entre el 2010 y el 2011, durando al servicio de Ajijic casi 14 años. Según cuenta su hija Abril, cuando empezó con el trabajo, aseguraba que le daba pena que sus amigos lo vieran juntando basura, pero decía “más pena morirse de hambre”, y conforme pasó el tiempo, dejó de fijarse en el “que dirán”.
“Los domingos, mi papá nos hacía ir a misa y saliendo bajábamos al malecón a ayudarle a trabajar juntando basura, y siendo sincera sí nos daba un poco de pena, pero vimos la realidad y decidimos ayudar en todo momento a nuestro padre, sin importar cual fuese el trabajo, ya que siempre era honrado, y ¡nos sentíamos muy orgullosas de él!”.
Como padre, lo describieron como un hombre comprensivo e inteligente que las aconsejaba y regañaba cuando era necesario, inculcando a sus hijas buenos valores para ser unas mujeres trabajadoras y no depender de nadie. Como esposo fue paciente y siempre respetuoso dándole su lugar a su mujer; como abuelo, alguien que daba todo por sus nietos, y como hermano, indispensable y un buen ejemplo para ellos.
“Por lo que se caracterizaba mi papá es por haber sido siempre buena persona con la gente, sin importar círculos sociales”, concluyó Abril.
Malache falleció el miércoles 3 de mayo, tras algunos días hospitalizado, debido a un accidente de motocicleta. Aún con esta situación, los pobladores de Ajijic demostraron su simpatía por él, haciendo rifas, colectas y oraciones por su recuperación.
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