Musicoterapia
Por: Leticia Trejo.
Hace unos años quedé sorprendida cuando estaba visitando a mi hermana en la Ciudad de México, eran las fiestas navideñas y yo me había llevado a mis perros al viaje, pero los fuegos artificiales estaban en toda su potencia y mis pequeños estaban muy asustados, no sabía qué hacer para calmarlos, así que pensé que si podía mitigar el sonido de los cohetes y demás ruidos escandalosos con otra cosa, eso les ayudaría a calmarse. Entonces abrí una de mis aplicaciones de música y busqué “música para calmar perritos” y decenas de listas se abrieron. Efectivamente la música relajante ayudó a que estuvieran un poco más tranquilos.
Ahora existen listas de música para todo: “música para iniciar el día de buenas”, “música para concentrarse en el estudio”, “música para enfocarse en el trabajo”, etc.
Claro, si todo en el universo es vibración y toda vibración tiene un efecto en el mundo físico es lógico que entonces exista esta disciplina.
La Organización Mundial de la Salud reconoce desde el año 2000 a la musicoterapia como tratamiento complementario para restaurar la salud de las personas.
La antigua Grecia se considera la cuna de la musicoterapia, lugar en donde se plantearon sus fundamentos científicos. Según Pitágoras, había música entre los astros y que cuando se movían lo hacían a través de la relación que existe entre la música y las matemáticas. Le concedía a la música el poder de restablecer la armonía del alma cuando había una enfermedad, ya fuera física o mental.
Platón señala en su obra La República la importancia de la música en la educación de los jóvenes. Aristóteles fue el primero en teorizar la gran influencia de la música en los seres humanos. En su teoría del Ethos (Teoría de los modos griegos), considera que los elementos para crear música como la melodía, el ritmo, la armonía, el volumen y el tono ejercen efectos variados en nuestra fisiología y el estado emocional, incluso impactar la fuerza de voluntad y llegar al espíritu.
Es importante saber que los que están calificados para aplicar la musicoterapia en ciertas patologías deben tener conocimientos médicos, psicológicos, pedagógicos y musicales y tener la suficiente experiencia tanto práctica como teórica de esta terapia.
La música tiene su orígenes en la prehistoria, cuando se usaban percusiones para lograr las vibraciones que las personas convertían en danzas, también se hacía uso de la voz y sus diferentes tonalidades, incluso existen papiros egipcios, que datan del año 1500 a. C. en los cuales se asienta la utilización de ésta como un agente capaz de curar el cuerpo, calmar la mente y purificar el alma.
Actualmente se ha descubierto que los nuevos ritmos o estilos de música tales como el reguetón o la banda, alteran de forma negativa el desarrollo de la cognición en los niños y los adolescentes y perturban la sinapsis entre las neuronas de los adultos. Vale la pena cuidar lo que damos como alimento a nuestros oídos y reflexionar en formas más sutiles y profundas de activar nuestra curación e inteligencia por medio de la música.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala