El pescado blanco podría ser una especie de desarrollo doméstico
Los resultados se mostraron en lo relacionado con su ciclo de crecimiento, su alimentación, su conducta reproductiva, entre otros aspectos.
Redacción.- El trabajo de varios años de investigación por biólogos de la secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER Jalisco), ya cuenta con resultados positivos que pudieran augurar el rescate de esta famosa especie con un trabajo especial en el Centro Acuícola de Tizapán El Alto.
El director de Acuacultura y Pesca de la dependencia estatal, Agustín González Zaragoza, expresó que los avances en el estudio de este pez endémico de varios ecosistemas del país, suponen una mejoría en su manejo en condiciones de cautiverio, lo cual resulta relevante porque es una especie muy sensible, y por ello se corre el riesgo de que muera si es lastimada o sometida a estrés.
El pez, tiene un tamaño y peso reducidos (de 100 a 150 gramos; y 25 centímetros de longitud máxima), pero un sabor exquisito al paladar, como en el corte conocido como mariposa, según recordó González.
Un factor que juega en contra del pescado blanco es su parecido con el charal en su etapa juvenil, lo que origina que se le confunda y se le capture cuando no tiene la talla adecuada para su consumo.
El biólogo, Alejandro Fernández Huerta, precisó que ya son seis años de trabajo sobre este pez, lo que ha traído resultados en una etapa experimental en varios aspectos, como lo relacionado con su ciclo de crecimiento, su alimentación, su conducta reproductiva, entre otros puntos de interés.
Además, puntualizó que puede afirmarse que el pez blanco podría ser una especie de desarrollo doméstico, es decir, de granja, pero tiene en su contra un ciclo de crecimiento prolongado de dos o más años que desalienta hacer negocio bajo esta modalidad.
También, hizo notar que se ha logrado definir el sexo del pez, lo que significa diferenciar morfológicamente a los machos y las hembras, algo de gran importancia para que los individuos logren la mayor producción posible de huevos, y con ello, incidir en la proliferación de la especie.
A su vez, el biólogo, Doroteo Barragán, refirió que se ha logrado definir el cómo se integra la dieta de este pez, lo que supone microalgas, rotífero, daphnias, tenebrios (pequeños gorgojos) y otros organismos, lo que se complementa con alimentos balanceados altos en proteína, según su fase de crecimiento.
Dijo que el proceso de crianza controlada es laborioso, tanto en laboratorio, como en las tinas donde crecen, dado que un animal cuando nace mide 4 milímetros, lo que trae consigo una etapa crítica para su manejo en su periodo de larva a organismo juvenil.
Para asegurar la sanidad de los peces, hizo mención que hay que vigilar la calidad de los alimentos; y las buenas prácticas en el manejo de las condiciones del agua, como su nivel de salinidad, su temperatura y el ph.
Se trajo también a colación que se ha logrado controlar la reacción de autoagresión de los peces como respuesta al estrés y la colisión de los mismos contra las superficie de las tinas, lo que se ha evitado a partir de trasladar a los peces al cautiverio en diferentes épocas del año.
El lirio, la contaminación, las artes de pesca y la introducción de peces exóticos, pusieron al pez blanco (chirostoma promelas) en la lista de animales en riesgo de desaparecer incluidos en la Norma Oficial Mexicana 059- Semarnat-2001, por lo que son pocos los restaurantes en la ribera que lo venden y regularmente se trae de la laguna de Pátzcuaro, Michoacán.
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