El gobierno de Jalisco ya anunció que planea construir un nuevo acueducto para suministrar agua al área metropolitana de Guadalajara (AMG), desde el lago de Chapala. Esta noticia ha prendido las alarmas entre agrupaciones ambientalistas y activistas ciudadanos que habitan en los poblados de la ribera. Se dice que no es para extraer más líquido, sino para sustituir al actual acueducto, ya que según se sabe, presenta innumerables fugas y en el trayecto se desperdicia un porcentaje considerable.
Existe un acuerdo federal, creado bajo el mandato de Vicente Fox Quezada, mediante el cual se distribuye el agua entre los estados que cursa el río Lerma hasta llegar a Chapala. En el caso de Guadalajara, sólo puede extraer del lago 7.5 metros cúbicos por segundo, ya sea con uno o más acueductos, no más. De tal forma que si el gobierno del estado pretendiera sustraer más líquido del permitido, sería objeto de una severa sanción por parte de la Comisión Nacional del Agua.
Ante la falta de información, necesaria para entender los alcances del proyecto del nuevo acueducto, integrantes del colectivo Sí al lago de Chapala se manifestaron recientemente en la Plaza de Armas de Guadalajara, frente al Palacio de Gobierno, donde despacha el gobernador Pablo Lemus, para exigir más información y para tratar de convencer a las autoridades de buscar otras alternativas para el suministro de la capital del estado.
Es una realidad que desde el gobierno siguen sin dar pie con bola en lo referente al grave
problema del agua que enfrenta el AMG. En 2021, el entonces gobernador Enrique Alfaro, anunció con bombo y platillo un proyecto para la optimización y abasto llamado Acuaférico, sin que a la fecha se hayan visto resultados plausibles. En agosto del año pasado se inauguró la presa el Zapotillo, luego de años de conflicto entre el gobierno y habitantes de Temacapulín, pueblo que terminó siendo hundido bajo las aguas de la presa. Al día de hoy, el Zapotillo no ha aportado una sola gota de agua a la metrópoli.
Guadalajara y sus municipios aledaños crecen sin control y con una muy pobre planeación urbana. No son los urbanistas especializados ni la autoridad quienes desarrollan la ciudad, sino las empresas constructoras y los intereses económicos y especulativos. Prueba de ello es que desde el ayuntamiento de Zapopan han permitido nuevos desarrollos de vivienda en zonas de recargas pluviales, afectando la recarga de los mantos freáticos que alimentan el agua para el consumo humano, reduciendo considerablemente la capacidad de captación en la zona poniente de la ciudad. Ese es el caso del valle de Nextipac, donde antes se sembraba maíz y ahora solo crecen multifamiliares.
Lo que Jalisco requiere no son proyectos aislados, parches para reducir fugas, ante una Guadalajara cada vez más grande y sedienta. Lo que se necesita es un proyecto integral, que no solo contemple la creciente demanda, sino que también incluya la capacidad de la autoridad para proveer servicios a una ciudad capital que crece desproporcionadamente y sin control.
El lago de Chapala no es un aljibe, sino un ecosistema muy delicado y un importante regulador climático para toda la región. La economía de los pueblos que están al pie del lago se sustenta en los beneficios turísticos que ofrece este cuerpo de agua. Un lago contaminado y mermado afecta directamente los bolsillos de quienes aquí viven del turismo. Socializar no significa imponer, más bien implica que el gobierno esté abierto a escuchar y atender las demandas sociales. Esto incluye tener una visión más amplia del problema y buscar alternativas, no sólo parches.
Imagen tomada de: toledoblade.com
Por Abigail A. Correa Cisneros.
El Senado de Estados Unidos cuestionó fuertemente al que probablemente será el siguiente Secretario de Defensa, Pete Hegseth, elegido por Donald Trump para el cargo que exige una imagen intachable, lo cual no es el caso del ex presentador de Fox News, quien ha estado envuelto en casos de violencia contra las mujeres, agresión sexual y alcoholismo.
Los legisladores estadounidenses señalaron varias veces la duda de si es el mejor candidato para el cargo, a lo que Hegseth insistió en que es el mejor capacitado para liderar las fuerzas armadas de Estados Unidos.
Hegseth tiene 44 años, proviene de una generación de veteranos de las guerras de Irak y Afganistán y la gente ve con buenos ojos su trayectoria militar. Por otro lado, tiene un historial de acciones y declaraciones despectivas hacia las mujeres, minorías y otros, calificativos conocidos como woke en el argot actual.
Se sabe que no todos los republicanos están de acuerdo con este nombramiento, pero todo se inclina hacia el hecho de que sea nombrado con el cargo. El favorito de Trump se ha expresado en contra de las iniciativas de diversidad en el ejército y la inclusión de mujeres en roles de debate, ¿qué hay de progresista aquí? Por su puesto, el presidente electo de Estados Unidos no se caracteriza por este tipo de ideas, sino las que van en sentido opuesto, por eso postuló a este personaje para dirigir el Pentágono.
Aunque el interrogatorio del senado fue duro, Hegseth se mostró confiado porque cuenta con el respaldo de Trump, a quien se le sentenció por 34 delitos de los que saldrá impune y sin que al menos se le erizara la piel por su condición de presidente electo que lo libra de pisar la cárcel. Porque ya tiene manejado el tema de librarse de delitos bastante bien. En su mandato anterior, en 2018, nombró juez de la Suprema Corte a Brett Kavanaugh, también señalado por abuso sexual.
Qué nos preocupa a los mexicanos la política estadounidense, mientras sigamos con buenas relaciones y tratados económicos. Pues que Donald Trump ha estado amenazando no sólo a México sino a otros países de tomar acciones bélicas de no acatar sus demandas. Al gobierno mexicano le exige el combate a los cárteles y a los migrantes, pero sus dichos se inclinan a invasiones injustificadas. Y quien estará aconsejando es el Secretario de Defensa que controla un ejército ya de por sí al borde de guerras con cualquiera por la crisis global que atravesamos, agregamos que el ejército estadounidense también se enfrenta a desafíos en reclutamiento militar, retención y financiamiento continuo.
De confirmarse a Hegseth estaría supervisando a casi 2.1 millones de miembros del servicio, unos 780 mil civiles y un presupuesto de aproximadamente 850 mil millones de dólares. Sería el responsable de miles de efectivos estadounidenses desplegados en el extranjero y en el mar, incluidas en zonas de combate donde enfrentan ataques, como en Siria e Irak y en las aguas alrededor de Yemen. El secretario hace todas las recomendaciones finales al presidente sobre qué unidades se despliegan, dónde van y cuánto tiempo se quedan. Sobre todo, tiene el deber de proteger a las tropas que comanda.
DESDE EL CENTRO
Continúan los incendios devastadores en California, que obligaron la evacuación de 70 mil personas y al momento han dejado 15 mil 632 hectáreas afectadas y 3 mil 644 daños a infraestructura. México envió al apoyo de los estadunidenses a 72 especialistas y combatientes de incendios de la Secretaría de la Defensa Nacional y la Comisión Nacional Forestal (CONAFOR). La CONAFOR tiene como tarea el manejo del fuego y la SEDENA realiza labores de rescate y búsqueda. De acuerdo con las autoridades de California, hay tres incendios de alto impacto, el más grande es el de Palisades, que se ha controlado en un 14 por ciento; Eaton tiene un control del 33 por ciento; en Hurst con un control 95 por ciento.
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