El éxito fue tal, que el menú se ha extendido y ahora se ofertan más tipos de platillos de la región
Jocelyn Cantón/Domingo Márquez (San Antonio, Jal.).- Las tortillas y quesadillas cocinadas en comal de barro, sobre una carretilla, han hecho famoso al restaurante de María de Hara Ibarra, ubicado en la zona centro San Antonio Tlayacapán.
La Carretilla, como lo han bautizado los locales, comenzó su historia hace cinco años. Los propietarios tenían necesidad y mucho maíz de su cosecha, por lo que comenzaron con la venta de gorditas y tortillas hechas a mano fuera de su casa. El éxito fue tal, que el menú se ha extendido y ahora se ofertan más tipos de platillos de la región.
Gorditas, huevo en salsa, quesadillas, ejotes con huevo, chilaquiles, costillita, papas con chorizo y quesadillas con picadillo deshebrado son sólo algunas de las delicias que se venden a partir de la nueve de la mañana a la una de la tarde.
Son 40 kilos de masa los que a diario se necesitan en este pequeño lugar ubicado en el número 115 de la calle Ramón Corona, en San Antonio Tlayacapán, y para poder sostenerlo, María de Hara y su madre, María Concepción Ibarra, de 73 años, comienzan su día a las cuatro y media de la mañana, cuando ponen el maíz ya cocido en agua de cal, que sirve para hacer tortillas. A este producto se le conoce como nixtamal.
Para María es importante que no se pierda la tradición de tortear, oficio que aprendió de su madre.
“La muchachada no sabe y se va perdiendo esto (de tortear)”, dijo la señora de 46 años, quien considera que esta forma de cocinar es cada vez menos frecuente, debido a que lleva su tiempo y esfuerzo.
El comal toma alrededor de 20 minutos para calentarse y poder “echarle las tortillas”; sin embargo, son tres horas las que tienen que esperar para que se enfrié y poderlo lavarlo.
“Cada comida tiene su proceso y lleva su tiempo… No es comida de microondas”, indicó María, quien duda que en un futuro, sus hijos quieran seguir con el negocio familiar.
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