Leticia Trejo es profesora de Yoga y Entrenadora Personal. Foto: Archivo Laguna. ¿Te imaginas tener la piel tan delicada que…
Leticia Trejo es profesora de Yoga y Entrenadora Personal. Foto: Archivo Laguna.
¿Te imaginas tener la piel tan delicada que con un día de no ponerte crema la resequedad llegue a tal punto que se rompa y se rasgue? ¿Que a la menor irritación produzca una roncha enorme que puede llegar a sangrar?, ese era el tipo de piel que yo tenía cuando nací, pasé por todas las cremas, pomadas y ungüentos conocidos en esos tiempos y poco a poco, mi organismo se fue restableciendo con los años hasta llegar a tener una piel “normal”.
La piel es el órgano más grande del cuerpo y sus grandes aportaciones son:
Algunas de sus afecciones son muy incómodas como picazón, ardor, enrojecimiento y comezón y también puede afectar nuestra apariencia minando la autoconfianza y seguridad personal.
El órgano más conectado a la piel es el hígado, algunos estudios demuestran que la calidad de la piel depende de la salud del hígado, es por eso que cuando aparecen manchas en el rostro o un cambio en el tono de la piel algunos médicos recomiendan consultar a un especialista que descarte alguna enfermedad en este órgano, ya que las manchas en la piel pueden tener otras causas.
Me interesé en este tema porque mi Papá, un señor de 85 años, empezó a tener problemas en su piel, y al llevarlo con la especialista en dermatología nos sorprendimos cuando comentó que los adultos mayores deben de dejar de usar jabón común y deben evitar tallarse con franelas o esponjas, además de recetarle una crema especial para mantener su piel hidratada y saludable.
Algunos consejos de los especialistas son:
La piel es como una carta de presentación y podemos hacer el hábito de cuidarla adecuadamente.
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