Miembros de los Hijos Ausentes de Ajijic. Foto: Sofía Medeles.
Sofía Medeles.- Ausentes de su pueblo, pero presentes por el gran amor que le tienen a la tierra en que nacieron, es la característica que define a los Hijos Ausentes de Ajijic, quienes cada año hacen su esfuerzo por volver a su amado pueblo.
Semanario Laguna entrevistó a cinco hijos ausentes radicados en los Estados Unidos. Se trata de José Ignacio González del Valle de San Fernando, California; Jesús Ramos, igual del Valle de San Fernando; Sergio Agraz de California, y Miguel Gucho y Gildardo Márquez Ortigoza.
Todos ellos migraron muy jóvenes y coincidieron en que se fueron de Ajijic buscando una mejor economía, ya fuese por motivos como salud, o únicamente, porque vieron la oportunidad de conseguir una solvencia económica.
“No me fue difícil el cambio, estuvo bien, gracias a Dios. Lo que logré allá, no lo hubiera logrado por acá. En los tiempos que me fui no había muchas fuentes de trabajo en la zona, solo había cosas como pesca, el campo, etc.”, comentó el señor Sergio Agraz, quien también es presidente del gremio.
Aunque ninguno de ellos se arrepiente por la decisión tomada, aseguran que aunque no están aquí la mayor parte del año, suelen visitar el poblado seguido, y han inculcado en sus hijos y nietos el amor por las tradiciones. Lo que más extrañan del pueblo es la tranquilidad y la comida, además de la familia y sus recuerdos.
Las fiestas de este año les parecieron buenas y agregaron que siempre disfrutan venir en estas fechas. “San Andrés es nuestro patrón y nuestro ejemplo, porque fue ausente como nosotros. Siempre nos está esperando, y nos da licencia de ir y regresar cada año, nos protege aquí y allá”, añadió el señor Gil.
Aun así, ninguno pierde la esperanza de verse cada día, de nuevo, andando por las calles del pueblo, como lo manifestó don José Ignacio. “Extraño mucho a Ajijic, yo ya quisiera venirme, falta un poco, pero pronto, ya estoy planeando todo para venirme”, concluyó.
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