El equipo que pasó de ser campeón a estar en los últimos lugares de la tabla general con un entrenador que apenas hizo su debut en el circuito
Equipo de Charales de Chapala. Foto: Archivo.
Iván Ochoa | Chapala, Jalisco
20 de mayo del 2017, 6:00 de la tarde en Ixtlán: Charales se coronaba campeón por primera vez en su historia de manera oficial al derrotar a los Vaqueros 2-0, marcando así, una nueva era en el fútbol ribereño.
27 de abril del 2019, 8:00 de la noche: Charales es goleado 6-1 en Juanacatlán a manos de Gorilas, posicionando al equipo en el sitio 17 de la tabla general y siendo el peor torneo en cinco años. La historia de un equipo que pasó de estar del cielo al infierno.
Son casi dos años desde el título y desde entonces no han encontrado estabilidad que les garantice ser un club competitivo en el circuito de la Tercera División y a su vez tratar de ser una escuela formadora de nuevos talentos que los proyecte a los procesos profesionales.
En ese periodo, se cortó el proceso de Javier Castillo Guzmán de dos años un técnico que mantuvo al conjunto en los primeros planos de la Liga e impulsó a varios jugadores a otros procesos; más tarde, se apostó por Isaac Saldívar, un técnico recién debutante en la categoría quien tardó tiempo en adaptar su estilo de juego y terminó por costarle puntos a inicios de la campaña.
Con solo 13 jugadores del anterior plantel y con la incorporación de 12 elementos nuevos, algunos de experiencia y otros viviendo su primer proceso en el circuito, además de ser la mayoría originarios del municipio ribereño, reiniciaron los trabajos de preparación rumbo al torneo 2018-19 de la Tercera División Profesional.
Durante el primer semestre del torneo el equipo tuvo más derrotas que victorias; en total sumaron 21 unidades, producto de cinco triunfos, cuatro empates, dos puntos extras en la tanda de penales y 10 descalabros.
Con la integración de 10 elementos para el segundo semestre del certamen, mejoraron ligeramente su marca al sumar 23 puntos, producto de seis triunfos, cuatro empates, un punto extra en la tanda y nueve derrotas. En total sumaron 44 unidades, por lo que se adjudicaron una de las peores marcas en los últimos cinco años.
Apenas la campaña pasada sumaron 62 puntos, y la antepasada que fue la última vez que clasificaron a Liguilla y quedaron campeones obtuvieron 80 unidades, que hasta hoy ha sido su mejor marca desde el formato de los torneos largos, ambos a cargo de Javier Castillo Guzmán, donde el 65.62 por ciento de los integrantes del plantel radicaban en el municipio de Chapala y gran parte eran titulares.
En el 2016 sumaron 66 puntos y en el 2015 se fueron con 60. Un año antes, el equipo había sumado – y hasta ahora- su peor marca en su historia con 25 en 34 juegos.
La poco experiencia en el circuito, lo limitante del plantel, los pocos refuerzos, el poco tiempo de preparación del torneo y la fuerte competencia, fueron uno de los muchos factores que hoy pusieron al representativo de Chapala en los últimos lugares del torneo, que si bien, hay mucho de donde retroalimentar.
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