El veneno utilizado para matar a los caballos es ilegal en la Unión Europea, y tiene uso restringido en Belice, Argentina e incluso China; sin embargo, en México puede comprarse sin mayor problema
Un caballo dentro del predio donde se han registrado los envenenamientos. Foto: Miguel Cerna.
Miguel Cerna. – En una semana, tres caballos fueron envenenados en un predio del barrio de La Calabaza, al poniente de la cabecera municipal de Jocotepec. De acuerdo con las evidencias registradas por los vecinos de la cuadra, el delito fue cometido mediante un potente pesticida que ingirieron impregnado en hojas de maíz. El acto está tipificado por la ley como abigeato; es decir, delito en cuestión ganadera.
El último caso ocurrió el pasado sábado 20 alrededor de las siete de la mañana, cuando María Aparicio Cid fue llamada por el propietario del caballo que estaba en agonía. Debido a un curso que tomó sobre manejo de tóxicos, determinó por el color rosa con el que estaban impregnadas las hojas de maíz se trataba de furadan.
Furadan es el nombre comercial del carbofurano, uno de los pesticidas de carbamato más tóxicos. De acuerdo con datos de la asociación internacional Green Peace, el agrotóxico está prohibido en la Unión Europea y restringido en Argentina, Belice y China debido a que es catalogado como altamente peligroso por la Organización Mundial de la Salud.
Sin embargo, en México se puede adquirir sin complicaciones porque se usa comúnmente en la siembra de maíz, chile, fresa y demás productos. Para comprobarlo, Laguna hizo tres llamadas telefónicas a diferentes comercios de agroquímicos. Sin ninguna restricción se podía elegir el componente en sus versiones líquido o saco granulado por poco más de 300 pesos.
La Unión Ganadera Regional de Jalisco establece —más allá del robo de ganado—, en el artículo 242 que también se considera abigeato a “Sacrificar intencionalmente ganado ajeno, sin consentimiento de su propietario”. El delito se encuentra previsto en el Art. 240 del Código Penal del Estado, pudiendo aplicar una sanción de seis a once años de prisión y una multa por el importe de treinta a cien días de salario, cuando se determina como calificado.
Los tres caballos se encontraban encerrados en un predio privado de la calle Zaragoza. Como eran animales de trabajo, sus dos propietarios los mantenían en buenas condiciones, limpios y con alimento, por lo que Aparicio Cid no encontró motivo por el cual fueran envenenados, pues aseguró que no molestaban a los vecinos.
El Reglamento Sanitario de Control y Protección a los Animales para el Municipio de Jocotepec en su capítulo II, de las prohibiciones para las personas que tengan relación con los animales, también establece que “Producir la muerte del animal por un medio que le cause dolor, sufrimiento o que le prolongue su agonía contraviniendo lo dispuesto en las normas oficiales mexicanas”.
Diego Palmeros Suárez, director de Ecología, manifestó desconocer el caso debido a que no ha recibido ningún tipo de reporte. Manifestó que a pesar de que han trabajo en la socialización del reglamento de protección animal, son pocas las denuncias que se hacen el municipio.
En el 2017 atendieron aproximadamente 20 casos reportados, todos correspondientes a perros, en donde las malas condiciones, amarrados y desnutridos, fueron las denuncias más recurrentes. El funcionario explicó que la dinámica mediante la que trabaja la dirección para la atención de los casos, es tratar de llegar a un acuerdo entre las partes involucradas, puesto que ya depende de los ciudadanos afectado si realiza una denuncia formal ante el Ministerio Público.
Hasta el momento, ninguno de los dos propietarios ha procedido legalmente. Para María Aparicio Cid, quien denunció el delito a través de las redes sociales, consideró que es obligación del municipio regular la venta de venenos y sustancias tóxicas para evitar el envenenamiento de todo tipo de animales.
El dato:
El teléfono para reportar los casos de maltrato animal en Jocotepec, es el (387) 763-0072.
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