Las comunidades más afectadas son El Molino, las Trojes, Potrerillos, San Juan Cosalá y El Chante
La sesión de cabildo del pasado martes 27 de febrero.
Miguel Cerna.- El tandeo, la irregularidad en el servicio y la falta de agua por periodos prolongados, son algunas de las problemáticas generalizadas en el municipio, por lo que el cabildo discutió posibles soluciones y acciones que permitan garantizar el líquido.
Las quejas por la falta de agua son recurrentes tanto en las redes sociales como en la dependencia de Agua Potable y Alcantarillado, quienes la mayoría de veces se ven limitados a solucionarlos por la reducida plantilla de trabajadores, así como por la reciente muerte de un trabajador de la dependencia que desestabilizó el servicio.
El suministro de agua por apenas unas horas o de noche (cuando duermen), la irregularidad en el servicio que les permita organizar sus actividades, la poca agua que sale y la falta de agua por uno o dos días, son las quejas expresadas a Laguna por vecinos de diferentes puntos de la cabecera municipal, especialmente los que viven en el lado norte.
Jaime Rangel Huerta, director de Agua Potable, explicó en cabildo el pasado martes 27 que el problema del desabasto en la cabecera municipal es multifactorial. Por una parte están las fugas indetectables en las redes hidrosanitarias antiguas y por otro, el fallecimiento a finales del año pasado de Alejandro, el principal operador.
A la tumba, Alejandro se llevó el secreto de muchas válvulas que abastecen a gran parte del municipio, pues en vida no compartió la información con sus compañeros, ni la Dirección se preocupó por hacer una bitácora o registro que facilitara la operación, lo que provocó que al actual encargado se le complicara el trabajo.
Los puntos rojos en cuanto al desabasto del líquido son las delegaciones de El Molino, las Trojes, Potrerillos, San Juan Cosalá y El Chante, aunque estos dos últimos en poco tiempo contarán con un nuevo pozo de agua que solucionará el problema.
De acuerdo con la proyección de la Dirección, la situación más crítica durante la temporada de estiaje la vivirán los habitantes de El Molino, pues los dos pozos con los que contaba la localidad están a punto de dejar de funcionar.
Como la perforación de un nuevo pozo no es posible porque no se consideró en la partida presupuestal, será a través de pipas de agua que se mitigue la problemática. Una de las quejas más recurrentes de Jaime Rangel, fue que las pipas estaban en malas condiciones pues “de las dos no hace ni una”, porque explicó que a veces pasan más tiempo en el taller que operando. Por lo que el ayuntamiento decidió contratar otra pipa para que sumen tres.
El regidor Felipe Rangel de fracción edilicia de PAN auguró que el tema del agua se volverá un “dolor de cabeza” durante la época de estiaje que es cuando se aumenta el consumo del líquido, ya sea por el calor o el mantenimiento de los jardines, por lo que propuso tomar acciones inmediatas.
Por lo que el pleno autorizó como primera acción la contratación de un grupo especialistas para la actualización del padrón de usuarios y las tarifas, la posibilidad de implementar medidores de flujo, y la detección de fugas clandestinas.
Además, se realizará la revisión de los aljibes a petición del regidor Jesús Palos de la fracción edilicia de PVEM, quien se mostró convencido de que muchos de los depósitos de las casas tienen fugas por los recientes sismos y el tipo de suelo del municipio.
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