Desplazamientos
Vista hacia el Lago de Chapala. Foto: Archivo Laguna.
Por Daniel Jiménez Carranza.
Sin duda el desplazamiento de la población, es una condición ineludible en la vida de los individuos, sea por cuestiones de trabajo, mercantiles, de compra, de ocio, de visitas, etc. Este es un elemento que no puede perderse de vista para las autoridades en cualquier núcleo humano, debiendo considerarse, para ello, la infraestructura existente y necesaria, tipo de transporte, población usuaria, horarios, etc., y en este sentido, es ineludible la responsabilidad de las autoridades para que ese núcleo de población pueda desarrollarse íntegramente.
En Ajijic, con una diversificada población, localizada en las inmediaciones entre Chapala y Jocotepec, que año con año amplía su conurbación con otras Delegaciones del Municipio de Chapala, se ha convertido en un nudo del afluente vehicular en la vía de comunicación de éste con otros sitios, incluyendo el de Guadalajara, pues la demanda de servicios de la población residente, además de su característica como “pueblo mágico”, provoca una saturación cada vez mayor, sin que se vislumbren medidas para solucionarlo por parte de las autoridades municipales, formándose prolongadas hileras de tráfico, que van de poniente a oriente, desde el panteón de Ajijic, y de oriente a poniente, prácticamente desde San Antonio Tlayacapan.
Dentro de las medidas que podrían ayudar a solucionar este problema, sería la implementación del servicio de transporte público, que en el presente únicamente lo presta una línea de transportes, cuya irregularidad en el servicio, da mucho que desear, además de la total arbitrariedad con la que imponen los precios, sin previo aviso por parte de las autoridades, ni de la compañía transportista, estableciendo tarifas al arbitrio de los conductores, sin que exista información alguna respecto al precio autorizado por la autoridad respecto a los tramos que recorren, cayendo en una anarquía completa en donde la autoridad se muestra totalmente complaciente con tales arbitrariedades.
Es momento para que las autoridades correspondientes, asuman su responsabilidad respecto al tránsito vehicular, donde gran parte de los usuarios desperdician tiempo considerable en el atorón vehicular que desgasta y agobia la condición humana, particularmente cuando existe una limitación temporal para cumplir con un compromiso, ello no se debe soslayar por las autoridades, debido a que ello implica el deterioro del ser humano como tal, provocando situaciones de estrés y desgaste emocional; por otro lado, también es inaplazable, se tomen medidas para normar la adecuada prestación del servicio público del transporte de pasajeros, ampliando el servicio, regulando y supervisando el precio del transporte, así como que las unidades se encuentren en buen estado, limpios y que el espacio de asientos destinado a pasajeros, sea realmente así, y no se utilice como almacén de bolsas o maletas personales de los conductores.
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