Habilidades Socio – emocionales
Por Leticia Trejo.
Se sabe, con evidencia científica, que existen lugares en el mundo en donde las personas tienen una excelente calidad de vida, que los lleva a vivir más de 100 años; en donde no hay enfermedades crónico degenerativas ni adicciones, estos lugares se conocen cómo las zonas azules. De la misma forma, en la Teoría de las Seis dimensiones del bienestar se ha comprobado que para disfrutar plenamente de la vida debemos buscar el equilibrio entre seis principales esferas de nuestra vida. En la filosofía de los 8 brazos del Yoga de Patanjali también se comparte un Sistema que contiene varios procesos para lograr la plenitud, la dicha y el cese del sufrimiento.
Estudiando sistemas de bienestar, pero también implementándolo en mi vida me doy cuenta que estos sistemas tienen tres factores comunes, gracias a los cuales se logra esta inmejorable calidad de vida:
La familia es muy importante para ellos, por supuesto que hay conflictos con los seres queridos, pero se resuelven y hacen uso de todas las herramientas posibles para que se restaure la armonía en la familia.
Los amigos son otro factor importante, esos amigos a los que puedes llamar a las 3:00 de la mañana y con mucho cariño te escuchan y te apoyan.
La comunidad es eficiente, toman las decisiones entre todos, y también, cuando alguien tiene un problema, la comunidad busca cómo solucionarlo aportando lo que sea necesario.
Estos tres factores necesitan que cada persona desarrolle su inteligencia emocional, gracias a la cual se le facilita el desarrollo de habilidades socio – emocionales. Son las herramientas que le permiten a las personas entender y regular sus emociones, sentir y mostrar empatía por los demás, establecer y desarrollar relaciones positivas, tomar decisiones responsables, y definir y alcanzar metas personales.
Estas habilidades contribuyen a la prevención de trastornos psicológicos y al rendimiento académico, así como al desarrollo óptimo de las personas en diversos contextos. La educación socio – emocional es un proceso de aprendizaje que lleva al individuo a:
Comprender y regular sus emociones.
Construir una sana identidad personal.
Mostrar atención y cuidado hacia los demás.
Colaborar y aportar en diversos ambientes interpersonales.
Establecer relaciones positivas.
Tomar decisiones responsables.
Aprender a manejar situaciones retadoras de manera constructiva y ética.
El tema es fascinante ya que se está implementando en los sistemas educativos, pero no de forma teórica hablándole a la mente de las personas, sino a través de una serie de prácticas que, de forma vivencial, ponderan el auto – conocimiento. Se usan técnicas artísticas cómo la música y la pintura, técnicas que involucran al cuerpo y su desarrollo de habilidades, así como técnicas que incluyen a la mente y cómo mejorar su desempeño.
Ojalá se logre, de verdad, que cada individuo realice las prácticas necesarias para desarrollar estas habilidades que garantizan un mundo con más armonía y bienestar.
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