Nacida en Porto Alegre, Brasil y residente de Ajijic desde hace dos años
Natália Chaves Bandeira a sus 37 años, en el malecón de Ajijic. Durante una intervención con su proyecto Fonoteca de Ignorancias. Foto: Cortesía.
Alma Serrano.- Natália Chaves Bandeira es una artista visual y sonora de 37 años de edad, también maestra en docencia en Artes y Diseño por la Universidad Nacional Autonoma de Mexico (UNAM).
Nacida en Porto Alegre, Brasil y residente de Ajijic desde hace dos años, Natália contó a Laguna que encontró su vocación en el arte mediante una búsqueda constante basada en la curiosidad.
Pese a que desde niña tenía expectativas de convertirse en artista, el interés por conocer fue más allá de un simple sueño, ya que terminó no sólo estudiando en la facultad en Artes Visuales en Brasil, sino que también encontró profesionalmente eso que de niña no podía entender.
Por si eso no fuese enriquecedor, la misma guía de su intuición y pasión, la llevaron a externar, producir y gestionar el arte como una necesidad cultural y social. Volviendo al público un participante del lenguaje del arte.
“A mí me gusta que casi siempre se empieza un proyecto a partir de observaciones del entorno o de la vida personal y luego después vienen las preguntas. Casi nunca responden, sin embargo, llevan a otros lugares y a nuevas preguntas. Ese es un aspecto del trabajo artístico que se encuentra mucho con el trabajo de investigación. La curiosidad».
Fue a sus 18 años cuando se empezó a integrar en actividades colectivas escolares y técnicas como el grabado y el dibujo. Ya a los 25 años realizó su primer documental titulado “O Clube”, el cual trata sobre un grupo de músicos ancianos que mantienen la tradición de un género musical brasileño llamado “chorinho”.
Fue en ese proyecto cuando descubrió y enriqueció su mira hacia el arte, agregando el proceso de sonido, que más tarde incorporó a su propuesta de trabajo.
Otros proyectos de Natália Chaves también fueron la Fonoteca de Ignorancias; una cabina de teléfono que fue instalada en el Centro Cultural de Ajijic en 2022.
La intención fue que las personas entraran y grabasen un conocimiento suyo que les gustaría compartir con la Fonoteca. Y que aunque fue momentáneo, en sus planes tiene volver a instalar la Fonoteca de Ignorancias y desarrollar algunas piezas sonoras que están en proceso de investigación aún, que llegarán a ser una exposición.
Y finalmente, una nueva etapa en su carrera como productora y gestora en el Centro para la Cultura y las Artes de la Ribera inicia, para generar procesos positivos en cuestiones de arte, educación y cultura en la Ribera de Chapala.
Los temas de sus proyectos nacidos del descubrimiento, están basados en los distintos contextos, el sonido y el entendimiento de la escucha en la vida humana. Por lo que llegar a eso es una misión y satisfacción constantes.
“Con el tiempo, se percibe que uno es capaz de poner sus propias barreras. Entonces, en la duda, mejor hacerlo”, concluyó.
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