Son los tacos de tripita los que caracterizan el puesto de tacos ubicado en la zona centro de Jocotepec que ya cuenta con 30 años en el negocio
El Socio y su familia, quienes laboran en los tacos de la esquina de Guadalupe Victoria y Miguel Arana. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Además de tacos, charla y bromas, siempre hay con “El Socio”, un taquero que disfruta de atender el negocio que su esposa inició hace 30 años en Jocotepec y que actualmente se destaca por sus tacos de tripita.
El puesto de tacos se instala en la esquina de las calles Guadalupe Victoria y Miguel Arana, en la zona centro de Jocotepec. Es operado desde hace 20 años por Ángel Rostro Marmolejo, junto con su esposa, Concepción Evangelista Mendoza, de 64 y oriunda de la cabecera. Ella fue la que inició con la venta de tacos hace 30 años, luego de obtener un puesto, continuando con el oficio que le enseñó su padre, quien también se desempeñaba como taquero, pero en Guadalajara.
Al inicio se instalaron afuera de su casa, por la calle Hidalgo norte, pero la venta no era buena, hasta que pidió permiso al municipio para instalarse en la plaza. “Donde estaban antes los cajetes, ahí fue donde empezamos. Después nos quitaron de allá y nos echaron para acá”, platicó la señora Mendoza.
Luego de tomar fama y generar mayor clientela, Rostro Marmolejo “El Socio”, entró al negocio para darle un “toque especial”.
“Es un negocio familiar. Primero me ayudaron mis hijos y mi esposo se dedicaba al dulce, porque él hace caramelo. Pero luego me aclienté y le dije, pues me tienes que ayudar, ya no podía ya sola”, contó la señora Concepción.
Comer tacos en esa esquina es también entablar una charla con “El Socio”, quien tiene 70 años, pero cuenta con un alma de quinceañero, pues tiene siempre una broma bajo la manga o una de sus pícaras opiniones. “Me gusta convivir con la gente que le gusta cotorrear y pues yo también cotorreo, según como quieran ellas. Es bonito, convive uno con la gente”, dijo el taquero en entrevista.
Aunque también venden de adobada y bistec, la pareja coincidió en que sus clientes prefieren los tacos de tripita, los cuales son la especialidad del puesto.
“El de tripita tiene mucha demanda, es lo que más se vende. Tengo gente que si no hay de tripita se regresa. Tiene que ser tripita y es la que primero se acaba”, mencionó la señora Concepción Mendoza.
“La tripita es la más sabrosa, yo soy el que la prepara. Hay que lavarla, ponerla a cocer y todo y darle su punto. Si la hace otro, no sale igual”, aseguró El Socio.
Los tacos tienen un sabor tan especial, que han recibido felicitaciones, y aseguran que, quien los prueba por primera vez, siempre regresa, así como afirman que sus tacos ya se han vuelto internacionales.
“Hasta allá llevan, hasta a Estados Unidos. Bien tapaditos para que lleguen hasta allá, allá los calientan. Lógico que se los llevan bien envueltos, pero se los llevan para comérselos al otro día. Es que les piden, tráiganme de ahí de con El Socio”, dijo el taquero entrevistado, añadiendo que se acerca la temporada de los clientes paisanos que comienzan a llegar del vecino país del norte, para los festejos a la Virgen de Guadalupe y las celebraciones navideñas.
En sus años laborando, El Socio dice que no hay ninguno que se le haya ido sin pagar, excepto por algunos que dice que les abre cuenta y luego fallecen: “me quedan debiendo y luego se mueren. No, de veras, casi no les fío por lo mismo”, dijo el señor Ángel en tono de broma, mientras personas alrededor soltaban la carcajada.
A El Socio le dicen así, luego de pertenecer a una sociedad de un negocio enfocado a la producción de caramelos, donde llamaban “Socio” a todos sus conocidos, por lo que se le quedó el apodo. Además de los conocimientos en la producción dulcera, Ángel Rostro tiene talento en el juego de billar, especializándose en la llamada “carambola de barandas” y hasta obteniendo trofeos en algunos torneos.
“Ya no me deja ir al billar y si salgo, me quita el dinero”, dijo El Socio, refiriéndose a su esposa. A poco de cumplir 49 años de casados, las bromas y los chascarrillos continúan. “Si quieren un chiste, mi mujer se enoja, pero para eso son, pa’ contarse,” dijo el taquero entre risas.
El puesto, en el que son apoyados por una de sus nueras, se encuentra de 09:00 a 15:00 horas, de lunes a sábado.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala