(Izquierda) Cura de Santa Cruz de la Soledad, José Valentín Pérez Magallón y el presbítero Enrique Ramírez Ramírez. Foto: Cortesía.
Jazmín Stengel.- Unificar al pueblo es la misión con la que el padre José Valentín Pérez Magallón llegó a Santa Cruz de la Soledad en Chapala, durante los últimos días de enero.
Pérez Magallón llegó a la localidad después de haber servido en la parroquia del Señor del Monte en el municipio vecino de Jocotepec, tras recibirse como sacerdote en el 2005. Sin embargo, su estancia más larga, del 2008 al 2018, fue en la parroquia de San José en Potrerillos, al otro lado de las montañas.
El cura llegó a Santa Cruz de la Soledad con la encomienda personal por parte del cardenal Francisco Robles Ortega de unificar a los feligreses y sacerdotes de la comunidad en una fraternidad más unida. “Lo primero es formar una comunidad viva y ferviente, que tenga su propia identidad”, explicó durante una entrevista con este medio de comunicación.
Desde el 27 de enero, él y el presbítero Enrique Ramírez Ramírez dedican su tiempo a trabajar por las familias, los jóvenes, enfermos y abandonados de su comunidad procurando fortalecer el tejido social de Santa Cruz de la Soledad, el barrio de Guadalupe, en Chapala y la agencia de la Hacienda de la Labor.
Desde mediados del mes de febrero, los enviados también se hacen cargo de prestar el servicio religioso a los reos del Centro Integral de Justicia Regional Ciénega – Chapala, en donde el acompañamiento espiritual es un factor esencial para los internos.
“Dios les da una nueva oportunidad para restablecerse” refirió Pérez Magallón al acto que él considera una obra de misericordia.
Otra de las vertientes dentro de su labor, incluye a los sacerdotes en crisis, situación que no golpea tanto a Santa Cruz de la Soledad, según su punto de vista. Sin embargo, sí recalcó la necesidad de una fraternidad más unida entre los clérigos.
Tanto el cura José Valentín Pérez Magallón, como el presbítero Enrique Ramirez Ramirez, ayudan a que sea “una iglesia viva” expresó el entrevistado, con la reactivación de actividades juveniles adheridas a la visita de los grupos Movimiento Seguidores de Maria, y Jóvenes Acción México. Además de las pláticas sacramentales y la misa de los enfermos.
Perez Magallón es originario de Tonalá e inició su formación sacerdotal a la edad de 15 años en el Seminario Menor de Guadalajara, motivado por su amor al fútbol y las oportunidades que el seminario presenta para ser bueno en el deporte, sonrió al recordar el momento.
Sin embargo, el hecho de servir al prójimo y amar al prójimo es lo que realmente movió el ser de Magallón hacia ese destino.
Actualmente José Valentin Perez Magallón en el cura a cargo de la capellanía de Santa Cruz de la Soledad, a la cual se le adhieren las capillas de María Guadalupe y San Judas Tadeo en Chapala, la agencia municipal de Haciendas de la Labor y otras haciendas aledañas.
Jesús Quiroz Romo, Señor Cura de Jocotepec. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Feligreses de Jocotepec celebrarán el 25 aniversario del ordenamiento sacerdotal de Jesús Quiroz Romo, Señor Cura de la parroquia del Señor del Monte, con una misa y un convivio en el atrio. El padre contó cómo a los 33 años inició el camino sacerdotal y actualmente a sus 71, se dice feliz de estar en donde está.
El 23 de junio se realizará la misa de acción de gracias a las 12:00 horas, en la parroquia del Señor del Monte, al terminar habrá una convivencia en el atrio, a la que están invitados todos los fieles, compartió el Señor Cura en entrevista, en la que recordó sus inicios al servicio religioso y cuando tenía dudas de si era en realidad su camino.
Jesús Quiroz contó que nunca había pensado en el sacerdocio, pues pensaba en una vida de casado. Inclusive, contaba con un empleo en un fideicomiso de una banca rural, al ser egresado de la Licenciatura en Administración de Empresas, por la Universidad de Guadalajara.
A los 33 años lo invitaron a un encuentro con jóvenes llamado “Jornadas de vida cristiana», integrándose cada vez más, pues un año después ya coordinaba y daba pláticas bautismales y charlas en los encuentros. “Empecé a sentir que por ahí estaba mi vida”.
Quiroz recordó que un padre y un diácono fueron quienes lo animaron para que asistiera a un preseminario, en el año de 1988 a los 36 años de edad.
“Me costó mucho trabajo decidirme, es más, voy a dejar mi trabajo, voy a dejar a mi novia, ¿y si no es por aquí? muchas cosas se me venían a la cabeza. Platiqué con el padre, el que más me insistió en que hiciera el preseminario, me tranquilizó, me dijo -Cristo te dice: si quieres puedes seguir, no te preocupes. Si tu decisión es no, tranquilamente no-, yo creo que a los dos días presenté mi renuncia al banco”, recordó el Señor Cura.
Al inicio estuvo como diácono en la colonia Analco de Guadalajara, en la capilla de San Sebastián, y al ser ordenado como sacerdote, el 31 de mayo de 1998, su primer destino fue la parroquia de Nuestra Señora del Favor, en la colonia San Rafael, en Guadalajara, para luego ser cambiado a Santa María Tequepexpan, en el municipio de Tlaquepaque, lugar en el que sólo duró un poco más de un mes, pues recibió la llamada del rector del seminario, diciéndole que había sido nombrado administrador del seminario, lugar en el que duró 11 años.
En agosto del 2011, Quiroz Romo llegó a Jocotepec, y fue el cardenal emérito, Juan Sandoval Íñiguez, quien le dio referencia de la parroquia del Señor del Monte.
“Te vas a ir a una parroquia ya hecha pastoral y materialmente. Ese es el concepto que hay de la parroquia de Jocotepec, y no por mí. Así me lo dijo hace 12 años y veo una parroquia que tiene todo, un equipo de pastoral bien comprometido, se les llama gente de pastoral, bien preparados, bien generosos; feliz de la vida, les digo que es bien fácil ser Señor Cura en Jocotepec”, contó.
El sacerdote comentó que tiene varias anécdotas dentro de estos 25 años de servicio, siendo una ocurrida en sus primeros años la que más recuerda. “Al principio de la ordenación íbamos haciendo la procesión de entrada, yo creo que tenía dos meses de ordenado sacerdote, yo ya iba revestido, y de repente siento que me jalan el ornamento, era una niña de unos cuatro o cinco años de edad, pidiéndome que me agachara a ella, me agaché y me pregunta la niña -¿tú eres Diosito?- ¿que si yo soy Diosito? iba caminando sintiéndome en las nubes”, relató entre risas.
El originario del municipio de La Barca dejó un mensaje para las personas que tengan la inquietud del camino sacerdotal, invitándolos a conocer más para descubrir si es su vocación. “A todos los acólitos les he dicho, te conviene hacer una experiencia de pre seminario, no te van a lavar el cerebro para que te vayas al seminario, te van a proponer y eso se lo decimos a nuestros jóvenes a los adolescentes, hagan un pre seminario”, dijo el sacerdote, quien informó que en abril y julio son los meses en los que hay pre seminarios con temas vocacionales.
Previo a la celebración a realizarse en Jocotepec, el 31 de mayo se reunió la generación de sacerdotes del Señor Cura, teniendo la misa de acción de gracias en la Basílica de Zapopan.
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