Alumnos sacaron sus pupitres para trasladarlos en camionetas a sus nuevas instalaciones. Foto: Estefanía Romero López.
Estefanía Romero López / D. Arturo Ortega.- Con lágrimas en los ojos y una emotiva misa, alumnos, maestros, padres de familia y miembros de la comunidad se despidieron de las instalaciones que albergaron el Colegio Chapala durante décadas para dar comienzo a una nueva etapa.
Durante la ceremonia oficiada el viernes 5 de julio en el patio de la escuela se pudo presenciar a directivos y padres de familia con lágrimas en los ojos, mientras escuchaban el mensaje del sacerdote el cual estuvo enfocado al agradecimiento y nuevos comienzos.
La directora María Teresa Torres Alvarado tocó por última vez la campana del colegio para despedir el inmueble ubicado en el 421 y 421 A de la calle Flavio Romero de Velasco, acto que causó llanto no solo en su persona, si no también en varios de los y las presentes.
Una vez terminada la ceremonia religiosa se les pidió a los padres de familia que junto con sus hijos fueran a sus respectivos salones para sacar su mesabancos y demás mobiliario para así poderlos trasladar a las nuevas instalaciones, por lo que hasta los más pequeños se dieron a la tarea de ayudar a cargar y sacar todo a la calle.
Diversos vehículos, entre ellos autos particulares, camionetas y camiones de carga se dispusieron para trasladar las cosas con el apoyo de padres de familia y vecinos de la comunidad a manera de caravana rumbo a la nueva ubicación, en el número 19 de la calle Prolongación Chinchorros, en la Colonia Gastronómica, al noreste de la cabecera municipal, en un terreno de cuatro hectáreas.
Alrededor de las diez y media de la mañana comenzó la caravana, la cual fue liderada por vehículos que portaban globos y la imagen de la madre fundadora, entre otras hermanas que formaron parte como docentes del colegio.
“Adiós colegio. Gracias por recibir a tantas generaciones. Hoy con lágrimas en los ojos nos llevamos esos hermosos recuerdos”, se pudo leer en una cartulina blanca, pegada al frente de uno de los carros.
Una vez en las nuevas instalaciones, las cuales fueron inauguradas en el 2010 por la primera generación de los alumnos de secundaria, los alumnos de primaria, preescolar y sus padres bajaron todas las cosas para reubicarlas en sus nuevas instalaciones aún en construcción. Los alumnos se mostraron contentos y entusiasmados tanto por ayudar como por este nuevo cambio.
La madre María Teresa informó en entrevista que ha sido un proceso doloroso, nostálgico y de incertidumbre para todos, tanto para padres, maestros y vecinos, ya que este colegio ha formado parte de la historia en Chapala por años.
Para apoyar en los gastos de construcción de las nuevas instalaciones se realizará un evento musical y baile de despedida el día viernes 12 de julio cuyos boletos se encuentran a la venta en las instalaciones del colegio o con los maestros.
El colegio Chapala fue fundado en el año 1948 por la madre M. Guadalupe Teresa Orozco. En sus inicios existían dos planteles, uno para niñas y otro para niños, posteriormente la comunidad apoyó en la construcción de las instalaciones de la calle Flavio Romero.
Debido a un requerimiento de la Arquidiócesis de Guadalajara, las instalaciones del Colegio Chapala tuvieron que mudarse, tras 75 años de historia y el 31 de julio entregarán las instalaciones a la Arquidiócesis.
La directora general del Colegio Chapala, la hermana María Teresa Torres Alvarado de la orden de las Carmelitas del Sagrado Corazón. Foto: D. Aturo Ortega.
Estefanía Romero López / D. Arturo Ortega.- Debido a un requerimiento de la Arquidiócesis de Guadalajara, las instalaciones del Colegio Chapala tendrán que mudarse, tras 75 años de historia.
La Feria de Ciencias fue la última actividad académica que realizaron los alumnos, luego décadas y generaciones de estudiantes que se prepararon en el 421 de la calle Flavio Romero de Velasco, lugar donde los recuerdos y los momentos más felices para muchos de ellos, quedarán entre las aulas y los patios de esta institución.
El terreno sobre el cual aún se encuentran las instalaciones del colegio, habían sido prestadas por la Arquidiócesis de Guadalajara todos estos años, sin embargo, llegó el momento en que ha sido requerida para uso de cuestiones pastorales, detalló la directora general, la hermana María Teresa Torres Alvarado de la orden de los Carmelitas del Sagrado Corazón.
La directora comentó en entrevista para Semanario Laguna que el sueño siempre fue construir en terreno propio. Esto se cumplió parcialmente en el 2010, hace ya 14 años en el Barrio de Guadalupe con la primera generación de secundaria.
El plan es reubicar a 270 alumnos de preescolar y primaria, al número 19 de la calle Prolongación Chinchorros, en la Colonia Gastronómica al noreste de la cabecera municipal, donde actualmente estudian los alumnos de secundaria y dar inicio al ciclo escolar 2024-2025 en sus nuevas instalaciones.
La madre Maria Teresa informó que ha sido un proceso doloroso, nostálgico y de incertidumbre para todos, tanto para padres, maestros y vecinos, ya que este colegio ha formado parte de la historia en Chapala por años. En este sentido, la hermana expresó que se les ha dado acompañamiento a los padres que han tenido dudas.
El colegio concluye con actividades propias de cada cierre de ciclo escolar y con una eucaristía de acción de gracias que se llevará a cabo en las instalaciones del plantel el 5 de julio a las 8:00 de la mañana seguida de una marcha en la que los alumnos y padres de familia trasladarán sus pupitres a las nuevas instalaciones.
“Todas las familias que forman parte del colegio, ex alumnos y vecinos de la colonia, en forma de caravana. llevan los útiles y pupitres a su nueva ubicación dándole un sentido simbólico de cierre y nuevos comienzos”, detalló la directora del colegio. También se dará un gran evento musical y baile de despedida el día viernes 12 de julio para el cual los boletos ya se encuentran a la venta en las instalaciones del colegio o con los maestros.
El colegio cierra este ciclo de 75 años el 31 de julio con la entrega de las instalaciones y agradeciendo a la Arquidiócesis, para después enfocarse en los cambios que se le avecinan; entre estos retos está concluir la primera etapa de seis aulas para primaria, aunque harán falta otras seis, considerando que cada grado de primaria es doble.
El colegio Chapala fue fundado en el año 1948 por la madre M. Guadalupe Tereza Orozco. En sus inicios existían dos planteles, uno para niñas y otro para niños. El éxito de la escuela en sus inicios se debe a un trabajo en conjunto de los padres de familia con las hermanas para sumar a la educación del pueblo de Chapala.
(Izquierda) Cura de Santa Cruz de la Soledad, José Valentín Pérez Magallón y el presbítero Enrique Ramírez Ramírez. Foto: Cortesía.
Jazmín Stengel.- Unificar al pueblo es la misión con la que el padre José Valentín Pérez Magallón llegó a Santa Cruz de la Soledad en Chapala, durante los últimos días de enero.
Pérez Magallón llegó a la localidad después de haber servido en la parroquia del Señor del Monte en el municipio vecino de Jocotepec, tras recibirse como sacerdote en el 2005. Sin embargo, su estancia más larga, del 2008 al 2018, fue en la parroquia de San José en Potrerillos, al otro lado de las montañas.
El cura llegó a Santa Cruz de la Soledad con la encomienda personal por parte del cardenal Francisco Robles Ortega de unificar a los feligreses y sacerdotes de la comunidad en una fraternidad más unida. “Lo primero es formar una comunidad viva y ferviente, que tenga su propia identidad”, explicó durante una entrevista con este medio de comunicación.
Desde el 27 de enero, él y el presbítero Enrique Ramírez Ramírez dedican su tiempo a trabajar por las familias, los jóvenes, enfermos y abandonados de su comunidad procurando fortalecer el tejido social de Santa Cruz de la Soledad, el barrio de Guadalupe, en Chapala y la agencia de la Hacienda de la Labor.
Desde mediados del mes de febrero, los enviados también se hacen cargo de prestar el servicio religioso a los reos del Centro Integral de Justicia Regional Ciénega – Chapala, en donde el acompañamiento espiritual es un factor esencial para los internos.
“Dios les da una nueva oportunidad para restablecerse” refirió Pérez Magallón al acto que él considera una obra de misericordia.
Otra de las vertientes dentro de su labor, incluye a los sacerdotes en crisis, situación que no golpea tanto a Santa Cruz de la Soledad, según su punto de vista. Sin embargo, sí recalcó la necesidad de una fraternidad más unida entre los clérigos.
Tanto el cura José Valentín Pérez Magallón, como el presbítero Enrique Ramirez Ramirez, ayudan a que sea “una iglesia viva” expresó el entrevistado, con la reactivación de actividades juveniles adheridas a la visita de los grupos Movimiento Seguidores de Maria, y Jóvenes Acción México. Además de las pláticas sacramentales y la misa de los enfermos.
Perez Magallón es originario de Tonalá e inició su formación sacerdotal a la edad de 15 años en el Seminario Menor de Guadalajara, motivado por su amor al fútbol y las oportunidades que el seminario presenta para ser bueno en el deporte, sonrió al recordar el momento.
Sin embargo, el hecho de servir al prójimo y amar al prójimo es lo que realmente movió el ser de Magallón hacia ese destino.
Actualmente José Valentin Perez Magallón en el cura a cargo de la capellanía de Santa Cruz de la Soledad, a la cual se le adhieren las capillas de María Guadalupe y San Judas Tadeo en Chapala, la agencia municipal de Haciendas de la Labor y otras haciendas aledañas.
Jesús Quiroz Romo, Señor Cura de Jocotepec. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Feligreses de Jocotepec celebrarán el 25 aniversario del ordenamiento sacerdotal de Jesús Quiroz Romo, Señor Cura de la parroquia del Señor del Monte, con una misa y un convivio en el atrio. El padre contó cómo a los 33 años inició el camino sacerdotal y actualmente a sus 71, se dice feliz de estar en donde está.
El 23 de junio se realizará la misa de acción de gracias a las 12:00 horas, en la parroquia del Señor del Monte, al terminar habrá una convivencia en el atrio, a la que están invitados todos los fieles, compartió el Señor Cura en entrevista, en la que recordó sus inicios al servicio religioso y cuando tenía dudas de si era en realidad su camino.
Jesús Quiroz contó que nunca había pensado en el sacerdocio, pues pensaba en una vida de casado. Inclusive, contaba con un empleo en un fideicomiso de una banca rural, al ser egresado de la Licenciatura en Administración de Empresas, por la Universidad de Guadalajara.
A los 33 años lo invitaron a un encuentro con jóvenes llamado “Jornadas de vida cristiana», integrándose cada vez más, pues un año después ya coordinaba y daba pláticas bautismales y charlas en los encuentros. “Empecé a sentir que por ahí estaba mi vida”.
Quiroz recordó que un padre y un diácono fueron quienes lo animaron para que asistiera a un preseminario, en el año de 1988 a los 36 años de edad.
“Me costó mucho trabajo decidirme, es más, voy a dejar mi trabajo, voy a dejar a mi novia, ¿y si no es por aquí? muchas cosas se me venían a la cabeza. Platiqué con el padre, el que más me insistió en que hiciera el preseminario, me tranquilizó, me dijo -Cristo te dice: si quieres puedes seguir, no te preocupes. Si tu decisión es no, tranquilamente no-, yo creo que a los dos días presenté mi renuncia al banco”, recordó el Señor Cura.
Al inicio estuvo como diácono en la colonia Analco de Guadalajara, en la capilla de San Sebastián, y al ser ordenado como sacerdote, el 31 de mayo de 1998, su primer destino fue la parroquia de Nuestra Señora del Favor, en la colonia San Rafael, en Guadalajara, para luego ser cambiado a Santa María Tequepexpan, en el municipio de Tlaquepaque, lugar en el que sólo duró un poco más de un mes, pues recibió la llamada del rector del seminario, diciéndole que había sido nombrado administrador del seminario, lugar en el que duró 11 años.
En agosto del 2011, Quiroz Romo llegó a Jocotepec, y fue el cardenal emérito, Juan Sandoval Íñiguez, quien le dio referencia de la parroquia del Señor del Monte.
“Te vas a ir a una parroquia ya hecha pastoral y materialmente. Ese es el concepto que hay de la parroquia de Jocotepec, y no por mí. Así me lo dijo hace 12 años y veo una parroquia que tiene todo, un equipo de pastoral bien comprometido, se les llama gente de pastoral, bien preparados, bien generosos; feliz de la vida, les digo que es bien fácil ser Señor Cura en Jocotepec”, contó.
El sacerdote comentó que tiene varias anécdotas dentro de estos 25 años de servicio, siendo una ocurrida en sus primeros años la que más recuerda. “Al principio de la ordenación íbamos haciendo la procesión de entrada, yo creo que tenía dos meses de ordenado sacerdote, yo ya iba revestido, y de repente siento que me jalan el ornamento, era una niña de unos cuatro o cinco años de edad, pidiéndome que me agachara a ella, me agaché y me pregunta la niña -¿tú eres Diosito?- ¿que si yo soy Diosito? iba caminando sintiéndome en las nubes”, relató entre risas.
El originario del municipio de La Barca dejó un mensaje para las personas que tengan la inquietud del camino sacerdotal, invitándolos a conocer más para descubrir si es su vocación. “A todos los acólitos les he dicho, te conviene hacer una experiencia de pre seminario, no te van a lavar el cerebro para que te vayas al seminario, te van a proponer y eso se lo decimos a nuestros jóvenes a los adolescentes, hagan un pre seminario”, dijo el sacerdote, quien informó que en abril y julio son los meses en los que hay pre seminarios con temas vocacionales.
Previo a la celebración a realizarse en Jocotepec, el 31 de mayo se reunió la generación de sacerdotes del Señor Cura, teniendo la misa de acción de gracias en la Basílica de Zapopan.
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