A lo largo del siglo XX, la parroquia de San Francisco de Asís ha perdido todo en cuanto a tradiciones y a la identidad religiosa de la comunidad
El año pasado se pintó de color amarillo la torre antigua de la parroquia de San Francisco de Asís en Chapala. Dicha torre data de 1869. Foto: Antonio Velazco.
Manuel Jacobo (Chapala, Jal). – En Semana Santa y Pascua, Semanario Laguna preguntó a diversos pobladores sobre las intervenciones que se habían realizado a la parroquia de San Francisco de Asís. Los entrevistados respondieron con gestos de sorpresa y hasta ese momento supieron que había intervenciones. Esto refuerza la teoría que ofrece el historiador y actual estudiante del segundo semestre de licenciatura en conservación y restauración bienes muebles, José Antonio Cerda Velazco, “en el caso de Chapala, no hay conciencia de preservación del patrimonio histórico”.
Las intervenciones al edificio histórico son: pintura a las campanas en color oro y abrasión de las esculturas de cantera que se encuentran en la parte superior del reloj (tienen 50 años y sólo tenían pequeños rastros de humedad). Dichas intervenciones se realizaron sin supervisión del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Cabe mencionar que el templo de San Francisco de Asís es un edificio considerado como patrimonio histórico y protegido. La primera edificación fue realizada en el año de 1548, sin embargo, cuenta con muchas etapas constructivas: la que ahora vemos es del siglo XIX, y la parte construida con cantera gris que data de los años 60.
La abrasión que se realizó sobre las esculturas de cantera es un daño que no puede ser cuantificado hasta el momento. Las piezas no son relieves antiguos, por lo que únicamente tienen 50 años. “Se puede ver claramente que quitaron la pátina que tenía la piedra, porque en sí no era un daño que tuviera, eran pequeños rastros de la humedad”, señaló Cerda Velazco.
Las campanas fueron pintadas de color dorado, ahí se debe tomar con mayor seriedad. Algunas campanas son del siglo XIX y otras del siglo XX, lo que sugiere que tienen protección especial, o deberían tenerla.
Cabe mencionar que el año pasado también se pintó de color amarillo la torre antigua. Dicha torre data de 1869 y es lo que queda, en la anterior estructura del templo. Ahora lo que se preserva es la parte de la torre antigua pero que, debido al desinterés y la falta de denuncia, estos daños no han sido cuantificados.
Para que puedan ser verificados los daños, se necesita que se integren denuncias frente al INAH, cosa que no se ha realizado. “El INAH como muchas instituciones de México, no tiene los recursos para vigilar permanentemente todo el patrimonio que hay en el Estado y menos en el país”, señaló Cerda Velasco para agregar la importancia de la denuncia.
Las intervenciones que se realizaron en el templo de Chapala debieron hacerse mediante especialistas (que tengan licenciatura en restauración), tanto en metales como en piedra, cosa que no pasó y se hicieron sin especialistas, sin supervisión y verificar la calidad de los materiales usados.
“Estos deterioros, desenlazan más deterioros, y estos provocan que muchos perciban que el monumento ya no sirve”, señala Cerda, quien para ejemplificar nos comenta que hay restauraciones que se hicieron en templos y que por estar mal realizadas, la gente pierde interés en el templo, “porque éste quedó tan mal que ya no se identifica uno con el mismo”. De aquí la importancia de que se hagan intervenciones bajo la supervisión de expertos.
El caso de Chapala es simbólico, ya que en los años 60 se retiró la fachada del templo, ya que ésta era de “enjarre”, y se cambió por cantera gris.
La pérdida de identidad entre los habitantes puede estar relacionada con los cambios en los edificios o esculturas representativas de la comunidad, por lo que la falta paulatina de identidad puede estar ligada a los cambios que han sufrido los edificios como el que ha recibido la parroquia de Chapala.
“La parroquia a lo largo del siglo XX ha perdido todo, todo en cuanto a tradiciones, a una identidad religiosa de la comunidad. Podemos ver fotografías donde todo el pueblo está participando en las celebraciones de la visita de la Virgen de Zapopan, de las fiestas patronales que eran fiestas esperadas, en la actualidad ya no lo son”, señala Cerda Velasco, quien está realizando una investigación sobre el templo actualmente.
La comunidad de Chapala ha implementado nuevas costumbres como sacar a San Francisco de Asís en procesión, y que eso data de hace 6 años “Todo tipo de adaptaciones hace que se pierda la identidad y el sentido propio de las tradiciones. No tienen un sentido real, sólo es buscar qué inventar”, señaló el entrevistado.
Aquí debemos indicar que esta nueva tradición ya cobró caro a la comunidad, pues la pieza se cayó por un descuido, y se le dejaron daños que pudieron haberse evitado.
Para finalizar, el estudiante en restauración y pasante de historia expresó que lo que hace falta es que “los habitantes conozcan su parroquia. Muchos no saben cuándo se construyó…”. Además de hacer una comparación con el municipio de Tizapán, donde se destruyeron siete imágenes y por organización de la gente se iniciará la restauración, esto a diferencia de Chapala donde se cayó el santo y la gente sólo bromeó sobre el incidente.
El dato:
La iglesia de Chapala es el único edificio del siglo XVI que queda en el municipio, y fue un lugar donde se implementó la primera plantación de cultivos de naranjos (167 árboles) en América Latina.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala