¿Ese es el futuro de Chapala?
Por: Santiago Baeza.
El pasado cuatro de mayo apareció en el periódico tapatío El Informador una columna de opinión firmada por Martín Casillas de Alba, maestro del ITAM, titulada “El futuro de Chapala”. Más allá de sus recuerdos nostálgicos sobre su niñez en el lago, el artículo revela una serie de proyectos que lidera el arquitecto y empresario de la construcción, Jaime Gómez Vázquez Aldana y su firma GVA, presuntamente en alianza con el gobierno de Jalisco, para este municipio.
Se plantea, entre otras cosas, el dragado del fondo del vaso; “nuevas vías y medios de transporte”, sin especificar cuáles o en dónde; “la creación de una zona acuática-terrestre frente al parque de la Cristianía”; la instalación de nuevos muelles, en distintos puntos del lago, con el objeto de crear algo que él llama una “ruta acuática” para embarcaciones públicas y privadas; una isla artificial “con un parque público, un mercado artesanal (sí, otro) y un salón para eventos”; “acceso a un campo de golf”, el cual, supongo, aún no existe; “muelle para regatas y pesca ecológica”; “dos hoteles gran turismo”; “town houses (¿?) de tiempo parcial”; “cinco torres de condominio con vista panorámica”; “ocho condominios con vista al lago”; “dieciséis condominios con vista al canal (¿?) del lago”; “un ferrocarril a Guadalajara” (supongo que también regresará a Chapala); y “un anillo de acceso rápido”.
Además, el columnista asegura que esta propuesta y su futura construcción son un hecho e incluso afirma que “el gobierno estatal (ya) dio los primeros pasos (…) para que el proyecto se lleve a cabo”. Él le llama “la refundación integral de Chapala”.
Por partes:
Nadie en su sano juicio aquí en la ribera de Chapala se opone a iniciativas que busquen mejorar la calidad del lago y del medio ambiente en general. Tampoco nos oponemos a esfuerzos que motiven la inversión, la generación de divisas y el aumento de empleos y salarios.
Lo que sí extraña y hasta molesta es el hecho de que los habitantes de esta zona nos vengamos a enterar de un megaproyecto faraónico por medio del artículo de opinión de un maestro del ITAM. Si es verdad que el gobierno de Jalisco participa en un proyecto que se anuncia como un hecho (sobre propiedades del municipio, como es el caso del parque de La Cristianía) y la ciudadanía de la región no haya sido ni consultada ni siquiera mínimamente informada por el ejecutivo estatal, creo que hay un grave problema de comunicación por parte de la autoridad.
Esta propuesta, como bien señala Don Martín Casillas, es iniciativa de “un grupo de empresarios tapatíos y el gobierno estatal”. No participan empresarios de la ribera, tampoco figura el ayuntamiento de Chapala entre los responsables, mucho menos la población en general. Se trata pues, de un proyecto impuesto desde el centro, a todas luces un negocio cuya mayor tajada seguramente iría a engrosar los bolsillos de desarrolladores y promotores tapatíos, en detrimento de la industria local.
Además, la manera en que se anuncia deja más dudas que certezas. Para empezar, ¿se ha tenido ya contacto con el gobierno federal, responsable del lago y sus playas? ¿quién pondrá la tierra? ¿existen reservas territoriales que permitan tal desarrollo? o ¿será La Cristianía un ejemplo de lo que fue el parque El Deán en Guadalajara, al que se le cercenó un pedazo para entregarlo al negocio de la especulación inmobiliaria? ¿se plantean licitaciones públicas o se entregará la obra a los empresarios tapatíos involucrados? ¿de dónde saldrá el dinero? ¿cuánto cuesta? ¿no hay otras prioridades?
Tampoco creo que ese sea el modelo de desarrollo que merece Chapala. Independientemente de que en el planteamiento hay algunas acciones que a todas luces son positivas y necesarias, como sanear y desazolvar el lago, a como pude leerlo a través de quién lo dio a conocer de forma pública, este proyecto me parece desproporcionado, sospechoso, impositivo y hasta fantasioso.
Ojalá pronto tengamos más información, de ser posible oficial, ya sea por parte del gobierno o de los empresarios tapatíos involucrados, para poder tener mayores certezas sobre este proyecto opaco que podría cambiar, para bien o para mal, la fisionomía, la dinámica social y la economía de nuestro pueblo.
Punto y aparte
El pasado fin de semana acudí con amigos y varios niños al Festival Del Globo de Chapala. En lo personal quiero felicitar a los organizadores por tan buena iniciativa. Los niños la pasaron bomba. Pero la verdad, los adultos sí nos aburrimos. Compré los boletos con tiempo a través de la página de internet, pero tuve que trasladarme a Guadalajara a recogerlos, pues en Chapala no había forma de hacerlo. Llegamos de madrugada para ser parte de la desorganización inicial. Después llegaron los empleados a corregir nuestro desorden y a conducirnos a las distintas actividades prepagadas. Yo esperaba una verdadera elevación y la verdad me quedé con las ganas, pues subimos apenas unos cuantos metros. Tras la mini elevación fuimos a llevar a los niños a los brincolines y ya que se hartaron nos fuimos, pues no vimos otro tipo de atractivos. Eso sí, los policías federales, muy atentos, invitaron a los peques a subirse a la patrulla y a tomarse una foto. Le deseo muchos años a este festival. También le deseo más contenidos, más globos y más altura en las elevaciones.
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