Jugador de fútbol en la selección de Jocotepec en la Copa Jalisco 2024. Foto: Cortesía.
Armando Esquivel.- Los seleccionados varoniles de Jocotepec en la Copa Jalisco, golearon en su primer juego en casa, venciendo 4 por 0 al equipo de Tuxcueca, mientras que las seleccionadas del femenil tuvieron su primer partido y también su primera derrota, luego de visitar a las jugadoras de Zacoalco de Torres, cayendo 5 goles a 2.
Los varones, dirigidos por Sergio López Llamas, jugaron durante la tarde del sábado 16 de marzo, dando alegría a los aficionados que hicieron presencia en el campo “empastado”, con las cuatro anotaciones y la portería intacta, en el partido de la jornada dos de la copa de carácter estatal.
Con este resultado, los jocotepenses se posicionan en el segundo lugar de su grupo -sureste-, al tener cinco puntos, estando sólo por debajo de Chapala, equipo que por ahora tiene el primer sitio al acumular seis puntos. El siguiente encuentro para Jocotepec será de visita ante el equipo de Tizapán el Alto, que se jugará el domingo 24 a las 12 horas.
El equipo femenil perdió cinco goles a dos con su similar de Zacoalco de Torres, en un duelo disputado durante la tarde del 17 de marzo. La jornada dos la jugarán en casa, donde esperan superar la derrota ante su similar de Chapala, en el clásico de la Ribera en la rama femenil.
Las jocotepenses están en el grupo siete de la Copa Jalisco, sin contar todavía con puntos, mientras que Zacoalco de Torres y San Martín de Hidalgo lideran con tres puntos cada equipo.
¿Así que Jocotepec quiere el control de la zona federal del Lago de Chapala en sus límites municipales? Dadas las «invasiones» desenfrenadas del lago, por parte de propietarios privados e incluso agencias locales, parece una buena idea. Un gobierno más cercano a la gente tomaría el control local sobre el activo más importante de la Ribera de Chapala. La desidia de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) sería sustituida por la acción local.
Los propietarios y desarrolladores privados ya no podrían construir desde una barda hasta un hotel en terrenos públicos sin permiso. Ya no circularían camiones ilegales por las calles de los barrios, en la oscuridad de la noche de camino a tirar escombros y rellenos en la playa, como cimientos para edificios no permitidos. Las personas que han vivido legalmente durante décadas cerca del lago ya no se despertarían una mañana con el ruido de construcciones ilegales en terrenos públicos frente a sus casas.
Y los habitantes ya no tendrían que depender de su propia iniciativa para hacer cumplir las leyes que la Conagua ignora. O no.
Cuando la Comisión Costera de California fue creada por el pueblo del estado a través de una iniciativa electoral, uno de sus retos era cómo tratar con los gobiernos locales, con la industria inmobiliaria y los ricos propietarios de locales frente a la playa. Para algunos funcionarios el «control local» significaba un control por parte de los constructores, promotores locales y los políticos locales que acumulaban riquezas en sus bolsillos.
Lo que siguió, fueron décadas de guerra política y legal, y no pocos funcionarios locales que fueron a la cárcel, perdieron las elecciones o dimitieron cuando salieron a la luz sus estrechas relaciones con los promotores inmobiliarios, para conceder permisos en primera línea de playa a cambio de «contribuciones de campaña» y otras cosas.
Había un nuevo sheriff (alguacil) en la ciudad y tenía la última palabra sobre el desarrollo, junto con el personal y el poder legal para respaldarlo. Y proporcionó información y apoyo a grupos ecologistas estatales y locales para destituir o acusar a funcionarios locales, que seguían sin captar el mensaje de que la costa era de todos.
Con el tiempo, la guerra dio paso a un trasfondo de maniobras de bajo nivel, con ocasionales atropellos a la ley en los tribunales y la Asamblea Legislativa, por parte de los promotores, además de algún escándalo aquí y allá, pero en su mayor parte, la costa quedó protegida y el control local permaneció en manos de la población local.
Pero no hay un nuevo sheriff en la Ribera de Chapala. No hay una Comisión de la Costa de los Lagos formada por activistas medioambientales, científicos y representantes locales con la influencia legal y los recursos necesarios para hacer cumplir la ley.
El único mecanismo de aplicación para garantizar que «control local» significa un «control de la población local» es, en última instancia, las urnas. Podríamos intercambiar la negligencia de la Conagua, por permisos de los gobiernos locales que resulten en el desarrollo de aún más costa lacustre, sin ningún recurso legal. Todo se reduce a quién está en el cargo.
Afortunadamente, tanto Jocotepec como Chapala parecen tener un liderazgo que se da cuenta de lo que está en juego con el lago y quiere ser capaz de proteger su orilla cuando la Conagua no lo hace. El control local en Jocotepec y Chapala, bajo los gobiernos actuales, sería un largo camino hacia la protección de la orilla del lago de la gente, para la gente e impedir que los desarrolladores inmobiliarios y los propietarios jueguen con las reglas. Pero, en última instancia, todo se reduce a quién es elegido.
Thomas Jefferson dijo una vez que en democracia «el gobierno que eliges es el gobierno que mereces». Así que sigamos adelante con el control local de la orilla del lago, y esperemos que los gobiernos que salgan elegidos sean los que el lago se merece.
La clamidia es una enfermedad de transmisión sexual causada por una bacteria llamada Chlamydia trachomatis, la cual debe ser tratada a pesar de no provocar síntomas. Ya que de lo contrario puede provocar, por ejemplo, dificultades en el embarazo e infertilidad tanto en el hombre como en la mujer.
A pesar de que por lo general no presenta síntomas, es fácil de tratar para poder erradicarla. Pero por ser asintomática es altamente contagiosa, ya que en la mayoría de los casos la persona quien la padece, ignora que tiene la enfermedad.
Contrariamente, en algunas situaciones en la cuales se presentan síntomas, se identifican: secreción maloliente del área genital y ardor al orinar. Cuando la infección es más severa y extensa, puede provocar náuseas, fiebre, dolor abdominal y dolor durante el coito o en el recto.
Afecta a hombres y mujeres por igual y la infección por clamidia se contrae por contacto sexual vaginal, anal y oral. Si se contagia una vez con la bacteria de la clamidia, el riesgo de recontagiarse una segunda o múltiples veces, es posible.
En el caso de mujeres embarazadas y con la enfermedad, puede provocar infecciones pulmonares, oculares y contagio directo al embrión.
Los análisis de laboratorio y muestras de secreciones expedidas por un médico, son los que corroboran el contagio y el diagnóstico. El tratamiento para la clamidia por lo general está basado en la toma de antibióticos, tales como la Azitromicina, Amoxicilina, Eritromicina y la Doxiciclina.
Según la investigación, varios autores recomiendan en el 50 por ciento de los casos en personas afectadas por la clamidia, que también adquieran tratamiento para la gonorrea, puesto que llega a presentarse en combinación con la infección de la primera.
La mejor manera de evitar cualquier tipo de contagio por alguna enfermedad de trasmisión sexual, es la abstinencia o la práctica del sexo seguro con preservativos. Pero tenga en cuenta que nada es 100 por ciento seguro ni efectivo, ya que aún con el uso de condón puede ocurrir el contagio y no únicamente por clamidia, sino de muchas otras enfermedades.
Si siente que le arde, aguántese la vergüenza, no se aplique nada y no se auto medique. Si le da pena acudir con algún médico local, váyase hasta el otro lado de la Ribera, pero acuda a un doctor. Complete el tratamiento con la dosis adecuada y tome precauciones para no contagiarse otra vez.
A pesar de correr con el riesgo de que su relación amorosa o carnal se termine; informe a las personas con las que ha tenido algún encuentro íntimo de que tiene la infección, para que reciban también tratamiento.
La clamidia es curable pero bastante contagiosa. Si pasa una vez, no permita que pase dos o tres. La responsabilidad y el cuidado recaen en cada uno. ¡Protéjase!
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