Por Ili.
La enfermedad incurable, infecciosa y altamente mortal que es causada por el virus del ébola, es una enfermedad grave que puede afectar tanto a los humanos como a algunos animales; por ejemplo, a los chimpancés, los monos, los gorilas y otros primates.
Se cree que el virus habita en los murciélagos de la familia Pteropodidae y aunque estos animales se alimentan únicamente de frutas; el virus puede transmitirse a los humanos cuando una persona entra en contacto con sangre, órganos y secreciones de animales infectados, aun cuando se encuentren muertos.
Consecuentemente la transmisión de persona a persona es por contacto directo con sangre, secreciones, y fluidos corporales tales como la orina, el sudor, heces, saliva, vómito, semen y leche materna. El virus infecta al cuerpo por vía de entrada a través de las membranas mucosas, laceraciones o exposición de cualquier zona de piel abierta, la boca, la nariz y los ojos. También puede propagarse por contacto con objetos, superficies y materiales contaminados y expuestos a los líquidos corporales de los enfermos, como, por ejemplo: instrumental y equipo médico, ropa, toallas y sábanas.
Cabe hacer énfasis en que la enfermedad del ébola no se transmite por medio del aire, el agua, la comida y los mosquitos.
El período de incubación desde la primera exposición al virus, oscila entre los dos a los 21 días aproximadamente, y los síntomas comenzarán a manifestarse dentro de ocho y 10 días. En sus etapas iniciales habrá vómito, diarrea, sarpullido, cansancio y debilidad, dolor estomacal, de la garganta y en la cabeza, dolor muscular, moretones, fiebre muy alta y escalofríos. Eventualmente a esto se añadirán insuficiencia en los órganos como en el hígado y los riñones, sangrado por la boca, los ojos, el recto, los oídos y la nariz.
Según las fuentes investigadas, si una persona al cumplirse 21 días después la exposición y no presenta síntomas, es probable que no se haya expuesto al virus del ébola y no desarrollará la enfermedad.
Debido a que la enfermedad causada por el virus del ébola es incurable, el tratamiento solo se enfoca como método de apoyo y para alivio de los síntomas. Los pacientes infectados deberán ser hospitalizados y deberán mantenerse aislados. A ellos en la institución se les proveerá de oxígeno, transfusiones sanguíneas, antibióticos para tratar infecciones, se les monitorea la presión arterial y se les dará administración intravenosa de líquidos.
Las probabilidades para sobrevivir la infección por el virus del ébola son bajas, sin embargo, sí puede haber sobrevivientes; todo dependerá de la respuesta del sistema inmunitario del paciente y de una excelente atención médica. Aquellos que son capaces de sobrevivir son inmunes por una década o incluso varios años más. Si el superviviente es hombre, deberá utilizar preservativo por todo un año, ya que el virus queda latente en el semen hasta por más de nueve meses. En ambos géneros, puede haber complicaciones a largo plazo, como problemas visuales y articulares.
A falta de una vacuna para prevenir el contagio del ébola, se deberán implementar medidas de prevención y médicas sanitarias, como las de seguir una higiene adecuada y cuidadosa, lavarse las manos constantemente y evitar tocar sangre o entrar en contacto con fluidos corporales, así mismo con artículos potencialmente expuestos. Evitar contacto con personas que puedan estar infectadas, evitar participar en funerales de personas que hayan fallecido por el virus, evitar animales portadores e informarse de cualquier alerta sanitaria o brote si viaja a África.
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