José Antonio Flores Plascencia En días pasados la noticia que sacudió el mundo político del estado de Jalisco fue la…
José Antonio Flores Plascencia
En días pasados la noticia que sacudió el mundo político del estado de Jalisco fue la salida de Arturo Zamora, Secretario General de Gobierno, su salida obedece a que Aristóles Sandoval, Gobernador de Jalisco ya tenía otros operadores políticos haciendo el trabajo de Zamora.
Los mensajes enviados por el gobernador pueden ser varios; el primero es que después de su paso por la presidencia del Partido Acción Nacional (PAN), los priístas reorganizaron su poder en los gobernadores de los estados, generando un nuevo cacicazgo, que ha perdurado hasta estos momentos del Peñanietismo.
El segundo punto es que para el próximo año hay elecciones y la figura del secretario general como Arturo Zamora, pudiera decidir sobre ciertas candidaturas como los distritos electorales de Zapopan y la misma alcaldía, municipio que conoce muy bien por haber sido alcalde. El tercer punto es que este nuevo cacicazgo que ejercen los gobernadores, en el caso de Jalisco personificado en Aristóteles Sandoval, tiene un plus a diferencia de los dinosaurios priístas, el relevo es con los bebesaurios es excluyente a la generación que los formó políticamente, pareciera y así es el mensaje que los priístas de antaño no tienen cabida en la actual administración.
La salida de Zamora por más que quiera parecer decorosa no lo es, eso de que en los próximos días se integrará al senado de la república para la discusión de las leyes secundarías, los arreglos ya están hechos con él y sin él se llevará a cabo.
Cuál es el impacto y el mensaje del gobernador de Jalisco para los municipios y sobre todo para Chapala, Jocotepec e Ixtlahuacán, que el próximo candidato debe ser de la generación o que se discipline al grupo actual. En la situación específica de Chapala, Gerardo Degollado lo ha manifestado públicamente que no hay una relación excelente, puede ser buena, pero esa palabra define el futuro político de una persona, simplemente con ello viendo el trato que le dieron a Zamora, Degollado ya no tiene espacio para ejercer vida política en el PRI, a los menos mientras este Aristóles al mando.
Mientras en Jocotepec los priístas jóvenes pueden ir afilando sus fierros, abre la puerta para Héctor Huerta, director social y Francisco Domínguez, director de educación que aventaja al primero por contar con el voto rosa de la comunidad.
Gobernar un estado es establecer un cacicazgo solapado por la partidocracia y la forma de ejercer la política en un mundo aldeano.
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