En ausencia de organización, la calle 5 de Mayo mostró sólo algunos altares de los vecinos de dicha calle.
Un altar colocado sobre una tumba en el panteón municipal de Chapala. Foto: Manuel Jacobo.
Redacción.- Diferentes expresiones se hicieron presentes en Chapala durante el dos de noviembre. Las calles y panteón de la cabecera municipal lucieron llenos de vida con altares, gastronomía, actividades culturales y religiosas.
La calle 5 de Mayo, a diferencia de años pasados, mostró sólo algunos altares. La causa fue la ausencia de un encargado de la organización. La antigua coordinadora Cristina Flores renunció hace dos años.
Pan de muerto usado en Chapala. Las piezas azucaradas se pudieron encontrar en distintos tamaños y distintos puntos de la ciudad: por el panteón y sobre el malecón.
Los trabajos de limpieza del panteón municipal de Chapala no concluyeron, por lo que en la parte posterior del cementerio se encontraba un cerro de basura.
En Chapala también recordaron a sus mascotas fallecidas.
Algunas familias de Chapala como la de la señora Guadalupe Cárdenas se dieron cita al panteón municipal desde la mañana para colocar su altar y recordar sus seres queridos.
Entrevista: Entre las ofrendas se encuentran frutas, papel picado, flores, velas y las cosas que le gustaban a sus familiares. La jefa de familia no se encuentra sola, la acompañan por lo menos cinco familiares hasta que se den las cinco o seis de la tarde para comenzar el convivio familiar, y es ahí donde la familia ofrece la comida que más disfrutaba el difunto. Este año comerán chicharrones.
Algunas de las tumbas expuestas en el atrio de la parroquia de San Francisco de Asís en Chapala.
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