Muestra de Fluorosis dental. Foto: Cortesía.
La fluorosis dental es una afección irreversible provocada por la ingesta de altos niveles de fluoruro en la etapa de la formación de los dientes. Manifestándose en forma de manchas blancas, amarillas o cafés en la superficie del esmalte dental. Esta incorrecta mineralización del esmalte hace consecuentemente que el diente sea más poroso y propenso a caries; no olvidando también que, desde el punto de vista estético, dichas manchas son bastante obvias y desagradables.
La ingesta excesiva de fluoruro comúnmente es a través del consumo del agua y cuando esta supera la cantidad permitida de 1.5 partes por millón. De lo contrario, niveles de fluoruro en bajas cantidades, controladas y supervisadas, ayudan a la prevención de la caries, por lo tanto, cabe hacer la aclaración que la fluorosis es únicamente producto de los efectos del consumo excesivo de fluoruro.
La ingesta de fluoruro después de los seis años no causa fluorosis dental, esto explica y justifica por qué los niños en etapa de la erupción dental, que abarca desde el comienzo de los seis meses a seis años, no deben usar una pasta dental cualquiera, sino la única recomendada por su dentista general u odontopediatra.
En México, los estados más afectados y con un mayor número de personas con fluorosis dental son Durango, Zacatecas, Aguascalientes y San Luis Potosí, considerados incluso con un problema de salud pública.
El tratamiento dental dependerá del grado de severidad y del nivel de destrucción. Con un grado moderado, un blanqueamiento dental profesional puede ser suficiente. Otras opciones son las obturaciones con resina, carillas de porcelana y coronas completas, las cuales proveen una mejor protección y una mayor cobertura del esmalte a reponer.
Ahora no asuma que las manchas en los dientes son resultado de mugre, manchas de café, manchas por tabaco o una parte podrida. El origen de una mancha, ya sea de color negro, verde, amarillo, café u opaco blanquecina puede ser debido a varios factores, los cuales pueden ser desde sarro viejo adherido a la estructura dental, hasta caries, zonas de hipomineralización, necrosis pulpar, descalcificación u otro tipo de hipoplasia dental.
El profesional más indicado para poder diagnosticar y tratar el grado de fluorosis que se posea es un dentista, así que no haga desidia. Atiéndase a tiempo, no espere a que se le desmoronen los dientes para que luego se queje y acuse a su dentista de provocarle dolor cuando por fin decida tratarse.
¿Para qué esperar a que un problema dental le cause incomodidad?; recuerde que atenderse a tiempo resulta en un tratamiento menos invasivo, más barato y rápido. Los dientes son de usted, por lo tanto, cada uno somos responsables de nuestra propia salud.
Por Ili.
Los malos hábitos orales, tales como tragar de manera inusual, chuparse constantemente los labios, pasar la lengua sobre la encía donde los dientes han parcialmente erupcionado, empujar la lengua hacia adentro o afuera sobre los dientes y respirar por la boca pueden alterar la alineación de los dientes, así como la relación y el diseño de los arcos dentales. Los hábitos que ejercen presión sobre la boca o la cara como es el chuparse uno o varios dedos, pueden afectar el desarrollo normal y la actividad de los músculos orofaciales.
Estos malos hábitos orales, no deben de ignorarse ya que cuando se presentan desde la niñez y no son corregidos, la maña perdura provocando muchas complicaciones no sólo en apariencia y estética; sino también se ven afectadas la forma de masticar, hablar y respirar.
Las maloclusiones más comunes que pueden presentarse son: morder chueco, morder borde a borde; morder de manera que los dientes de adelante de arriba y abajo ocluyen primero y no hay contacto posterior, o puede haber una mordida anterior abierta en la cual los dientes de adelante y abajo nunca están en contacto.
Además, pueden desarrollarse deformaciones en los dedos, puede haber alteraciones en el habla y dificultad para juntar los labios y cerrar la boca. Sin embargo, todo esto tiene solución; pero hay que iniciar por detener y corregir el mal hábito.
Las técnicas para corregir los hábitos orales no fisiológicos incluyen el condicionamiento positivo, como la aplicación de sustancias desagradables en los dedos que se succionan para dar mal sabor, incitando a que el paciente deje de chuparse el dedo. Otra técnica es la del reforzamiento motivacional que incluye recompensas o premios cuando el paciente se abstiene de meterse los dedos a la boca.
Otra opción es que el odontopediatra, quien es el dentista especialista en niños, opte por colocar al paciente algún dispositivo oral, como: una trampa o rejilla lingual o un aparato de labio activo.
Es importante mencionar que tales hábitos usualmente son producto de algún estado emocional como el estrés, la angustia, la frustración y la ansiedad. Cuando los niños demuestran estas manías, con frecuencia es porque son realizadas para obtener un cierto sentido de protección o alivio, por lo tanto, se debe tener la cautela y paciencia necesaria para poder identificar cuando dejan de ser parte de una fase normal del desarrollo.
Lo mejor que puede hacer usted como padre o madre de familia es acudir a consulta con un dentista. Este profesionista evaluará al paciente y lo remitirá con el especialista adecuado. Incluso quizá también con un psicólogo infantil.
Solo por el hecho de que se tengan dientes de leche no significa que los hábitos orales no fisiológicos no afectan a la dentición permanente. La boca es un conjunto de varias estructuras que incluyen hueso, tejido blando, nervios, músculos en la cara y piel. Un dentista no solo trata la caries y sacamuelas; la funcionalidad y estética de la boca tanto de sus hijos como la suya requiere una asistencia dental experta.
Por Ili.
Se define como prognatismo a la discrepancia en tamaño y la posición opuesta que se presenta entre la mandíbula y el maxilar superior, donde la primera rebasa a la segunda y se antepone a ella.
Siendo esta una discrepancia anatómica, la arcada dental se encuentra por lo general también fuera de oclusión. Los dientes de abajo parecen estar más afuera que los de arriba; si es más fácil visualizarlo, piense en que la mordida se encuentra invertida. O piense que la quijada, la cual apropiadamente debe llamarse mandíbula, sobresale de la cara.
El prognatismo puede ser hereditario o manifestarse como alguna alteración en el desarrollo de los huesos de la cara. Si esta anomalía ósea se presenta, el paciente puede experimentar dificultad para masticar, respirar, hablar y cerrar la boca.
De igual forma puede haber una mala alineación de los dientes dificultando entonces la higiene bucal. Puede acompañarse de dolor en la articulación temporo-mandibular lo cual puede provocar dolores de cabeza y desgaste oclusal.
Todo lo previo posiblemente contribuye también a una asimetría facial-ósea, consecuentemente causando una baja autoestima por el pronunciado aspecto. Por lo tanto, no solo es un problema estético, si no que viene acompañado de otras complicaciones.
La incidencia del prognatismo es más frecuente en hombres que en mujeres; con mayor aparición en personas de raza amarilla y con una alta predisposición genética.
Para el diagnóstico su dentista o el ortodoncista, donde este último es el especialista; tomará modelos de impresión de ambas arcadas, un registro de mordida, radiografías dentales periapicales, una panorámica y de perfil (lateral de cráneo) y fotos. Después del análisis y las mediciones angulares podrá llegar a determinarse la severidad de su caso.
Las opciones de tratamiento para corregir el prognatismo varían desde ortopedia facial o cirugía ortognática, en la segunda un especialista cirujano maxilofacial corta la mandíbula y la reacomoda en la posición ideal. Además de las previas opciones y en conjunto posteriormente debe seguirse un tratamiento de ortodoncia para obtener un correcto balance oclusal.
Entre más temprana edad se tenga o se acuda a tratamiento, más oportuno será el diagnóstico y por lo tanto será más fácil guiar y corregir la estructura ósea; evitándose así tratamientos invasivos como la cirugía. Pero, cuando no es posible, el tratamiento quirúrgico suele ser bastante exitoso, siendo el resultado notorio y extremadamente favorable.
La operación es bajo anestesia general y conlleva una larga y lenta convalecencia, pero el aspecto y función mandibular y oclusal, mejoran indudablemente.
El dentista general es quien deberá referirlo con el equipo dental especializado; en conjunto el ortodoncista, el odontopediatra en caso de ser un infante y el cirujano maxilofacial, llevarán su caso. Haga todas las preguntas que lo inquietan, salga de dudas, entienda su situación y comprenda que cuando de hueso y dientes se trata; el cuidado y tratamiento es extenso, detallado y que requiere de una alta cooperación y participación de parte del paciente.
Por Ili.
La hipodoncia es la falta o ausencia de máximo seis dientes, ya sean de los de leche (temporales), o los de adulto (permanentes). Oligodoncia es la falta de más de seis dientes y se le llama anodoncia a la ausencia congénita de todos los dientes.
La anodoncia resulta común que se presente como parte de un conjunto de afecciones características a un síndrome, pero también es posible que se manifieste como una carencia aislada. Afecta, sin preferencia de género y los factores causantes locales pueden ser un trauma físico en la boca, quistes o infecciones. Mientras que a nivel sistémico: la herencia, factores endócrinos y deficiencias nutricionales pueden ser la causa de su ausencia.
Las piezas dentarias que faltan con más frecuencia son los terceros molares o comúnmente llamadas muelas del juicio, los segundos premolares y los incisivos laterales superiores. Al no contar con un diente en particular, el resultado puede generar dificultad en el habla, maloclusión o morder chueco, una disfunción masticatoria y una apariencia antiestética.
Pero antes de asumir que simplemente se ha nacido sin tal o varios dientes o muelas, es importantísimo acudir con un dentista para confirmar la carencia. Ya que de lo contrario; existe la posibilidad de que la pieza dental tenga un retraso eruptivo, que se encuentre anquilosada en el hueso, o que por falta de espacio se encuentre impactada. Por lo tanto, en la visita al dentista, un estudio radiográfico, el examen oral y una historia clínica extensa y detallada, son indispensables para llegar al diagnóstico.
Las prótesis parciales, los puentes fijos e implantes dentales, son las posibles opciones para reemplazar el o los dientes faltantes. El dentista deberá explicarle las variantes y procedimientos de cada uno, así como su costo. Todo basado obviamente en la edad del paciente y las características individuales.
Algunos autores afirman que la ausencia de algunos dientes es resultado de la evolución humana; con ello, la dieta ha ido modificándose y la naturaleza sabiamente va adaptando y modificando al cuerpo y acorde con las demandas ambientales.
Independientemente del origen, lo más importante es regresar y mantener la estética y funcionalidad del sistema bucal. La boca es la entrada principal de la alimentación y el odontólogo, el profesionista experto en ella.
La dentición decidua (leche) consta de 20 dientes. La dentición permanente (adulto) son 28, más las cuatro muelas del juicio, 32, si es que las tiene.
Si le da lo mismo, y no ve diferencia alguna, entonces cuente cuantos dientes tiene y así al tanteo quizá descubra si le falta alguno, o bien tenga alguno de más. Así que, para no estar adivinando mejor vaya con un dentista.
Referencia Bibliográfica
https://www.colgate.com/es-uy/oral-health/diabetes-and-other-endocrine-disorders/what-is-anodontia
https://rarediseases.org/rare-diseases/anodontia/
https://my.clevelandclinic.org/health/diseases/24168-anodontia
https://www.sciencedirect.com/topics/medicine-and-dentistry/anodontia
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2853819/
Por Ili.
Las flatulencias, gases, pedos, flatos o meteorismo, se refieren al aire ingerido de gas que viaja al tracto digestivo, específicamente al intestino y el cual es expulsado a través del recto. Una vez ingerido y en dirección opuesta, sería un eructo. Las flatulencias son producto de la digestión de los alimentos y si estos gases no fueran liberados, entonces provocarían cólicos, retortijones y una incómoda distensión en el vientre.
Ciertamente unos alimentos causan la producción de flatos más que otros, tales como la fibra, las coles de Bruselas, los frijoles, el brócoli, la col o repollo, los rábanos, los huevos, los guamúchiles, los guajes y productos lácteos, sobre todo en personas con intolerancia a la lactosa.
Pero los alimentos no son los únicos capaces de la producción del meteorismo, ya que fumar, masticar chicle, la toma de antibióticos e incluso las bebidas carbonatadas o los refrescos, pueden ser grandes contribuyentes.
Por lo general el pasar aire, es inevitablemente algo normal, así que quien diga que jamás se ha echado un pedo fulminante y silencioso, está mintiendo. Pero cuando los gases son excesivamente persistentes e intensos, al grado que interfieren con la vida diaria, y que además, son acompañados de dolor, diarrea, estreñimiento, vómitos, heces con sangre o dolor hasta el pecho, debe consultar a un médico.
Ya que síntomas como estos pueden denotar otros trastornos intestinales, como la diverticulitis, la enfermedad de Crohn, algún crecimiento anormal bacteriano en el intestino delgado, e incluso alergias o intolerancias como al gluten o a cualquier producto lácteo.
Mas no se preocupe, las siguientes recomendaciones pueden ayudarle a prevenir gases, sino que también puede mitigarlos:
Empiece por masticar lentamente y bien los alimentos, ya que al comer apresuradamente y a bocanadas se traga aire.
Evite los alimentos o reduzca el consumo de aquellos que de antemano sabe que lo inflan. Por ejemplo, si sabe que la lactosa, la cual es un tipo de azúcar presente en la leche; le causa flatulencias, entonces opte por consumir leche deslactosada. Si le fascina el pozole con mucho col y rábanos, quizá elija consumirlo con menos cantidad o en su lugar, con lechuga.
No mastique chicle ni antes o después de comer, bien es posible que le enmascaren el mal aliento, pero recuerde que su problema principal no es ese.
Camine 15 minutos después de comer para ayudar con la digestión y hágalo solo y un tanto lejos de su sitio de reunión o el sitio donde comió, para que pase viento sin tener alguna víctima a su alrededor.
Así que ya lo leyó aquí, si bien las modificaciones en la dieta son simples y favorables; existen otras situaciones en las que se requiere de la consulta médica.
No sienta vergüenza, si pasar aire es algo que le afecta la vida, pues existe tratamiento para su control. Acuda con su doctor.
Por Ili.
Una meningitis es la inflamación de las membranas denominadas meninges que rodean la médula espinal. Dicha inflamación puede ser provocada por bacterias, virus, hongos y parásitos; además de tumores y medicamentos.
Cuando es provocada por la entrada al organismo de algún virus a través de la boca o la nariz, para después depositarse en el cerebro, se le designa meningitis viral, siendo este tipo la más común.
Una meningitis bacteriana, por ende, causada por bacterias es rara y puede ser mortal. Las bacterias amenazantes producen síntomas gripales y poseen la capacidad de dañar más órganos aparte del cerebro, tal como el oído. Un ejemplo de estas, son las infecciones bacterianas meningocócicas y las infecciones bacterianas por neumococo.
La afección puede provocar secuelas en la salud en general y las mismas de igual manera, pueden llegar a perdurar por un largo plazo. Debido a que la enfermedad es grave y tiene un índice alto de fatalidad, se le considera en la actualidad un problema sanitario de importancia global.
Todos estamos en riesgo de transmisión e infección, puesto que puede afectar a cualquier persona sin importar la edad. En el peor de los casos la cepa más peligrosa resulta mortal en menos de 24 horas. El riesgo aumenta cuando se tiene un sistema inmunitario débil tal como en el caso de personas con VIH, personas fumadoras y aquellas expuestas al humo de tabaco.
La vía de contagio es de persona a persona a través de secreciones de nariz y garganta; en particular al estornudar, toser o escupir y por el contacto, inhalación o deglución de estas secreciones.
Dentro de los síntomas más frecuentes y comunes se presentan: dolor de cabeza, fiebre, náuseas, vómito, confusión, debilidad en piernas y manos, convulsiones, septicemia, deterioro cognitivo y pérdidas de la audición o la visión.
Algunas de las secuelas comunes incluyen problemas para hablar, debilidad en las extremidades, problemas en la memoria, para ver y para oír.
No es necesario entrar en pánico, ya que existen métodos de protección como las vacunas contra los tipos más comunes de meningitis bacteriana y la administración de antibióticos por vía intravenosa. Pero, no hay que descartar que el tratamiento para esto es considerado una urgencia médica. El tiempo y atención urgente hospitalaria son de suma y vital importancia para poder restablecer la salud, así que no es algo que puede tratarse a domicilio.
Ante cualquier sospecha de enfermedad, acuda a su médico y mantenga su cartilla de vacunación, tanto para los niños como los adultos, al día.
Por Ili
La tenia solitaria es un parásito que se aloja en los intestinos. Es un gusano que entra al organismo, al ser ingerido a través de los alimentos crudos de carne de res y carne de cerdo; por una mala higiene tanto personal, como de las mascotas y por el consumo de pescado mal cocido.
Una tenia solitaria puede llegar a medir varios metros y en casos extremos, se ha documentado una longitud de hasta 10. Una vez ingerida, por ser hermafrodita, se reproduce y suelta huevecillos. Presenta un cuerpo dividido en segmentos que libera constantemente y los cuales son excretados en las heces. He aquí una de las pruebas físicas que sirven para el diagnóstico del padecimiento, ya que en las heces y la ropa interior se pueden ver.
Dentro de los síntomas comunes, la solitaria provoca cólicos intestinales, náuseas, mareos, dolor de cabeza, falta de apetito, debilidad y sobre todo, comezón en el ano, lo cual resulta bastante incómodo y por supuesto mal visto. Esto explica por qué algunos animales infectados se arrastran sentados para rascar y calmar el picor.
Para evitar el contagio, es obligatorio asegurarse a la hora de cocinar, que la carne de res, puerco y pescado estén bien cocidos. Lavarse las manos antes de comer y después de ir al baño; pero de verdad lavarlas apropiadamente y con jabón, no sólo porque el jabón huele bien e hizo algo de espuma basta. Es necesario enjabonar y restregar todos los dedos, así como el dorso y la palma, además de mantener las uñas cortas y limpias.
Lavarse las manos después de haber tocado a las mascotas, sobre todo después de haber recogido el excremento de estas, y no asumir que solo porque uso una bolsa de plástico no se ha embarrado de nada. Si va a comer en algún establecimiento, verificar que es un lugar limpio. Y lavarse las manos antes de la preparación de cualquier comida.
Por otro lado, si trabaja en un rancho, potrero o está en contacto con ganado y animales de granja, antes de llegar a comer y sentarse a la mesa, límpiese bien, de preferencia cámbiese o mejor aún báñese, así no se arriesga.
Si, por otro lado, su doctor ya le confirmó que tiene la solitaria, no se alarme, con un buen control médico puede deshacerse de su inquilino. Deberá estar bajo tratamiento por varios meses, no solo para asegurarse que ya la eliminó, sino, para observar que no haya sobrevivido algún huevecillo y que nazca una nueva. Usualmente el tratamiento incluye la toma de medicamentos antiparasitarios como el praziquantel o niclosamida.
Desafortunadamente todos estamos expuestos a que una tenia solitaria habite en el cuerpo, sin embargo, las normas básicas de higiene no son ni complicadas ni tediosas, así que, que no gane la pereza, es por el bien de la salud. No hay necesidad de alojar lombrices, gusanos ni tenias, cuando conservar un sistema gastrointestinal sano es tan fácil. Tenga siempre presente que es vital protegerse a uno mismo, a la familia y a las mascotas.
Por Ili
Se le llama sinestesia a una sensación involuntaria que resulta como respuesta a un estímulo. La sinestesia léxico-gustativa es una forma neurológica rara de sinestesia. En esta condición un estímulo, ya sea sensorial o cognitivo, provoca una manifestación involuntaria en el sentido del gusto. Y como consecuencia, la sensación captada se manifiesta siendo asociada y percibida con un sabor en específico.
Una persona con sinestesia léxico-gustativa tiene la capacidad de degustar alimentos y otros sabores al leer, escuchar, pensar o pronunciar palabras específicas. Dichas sensaciones evocarán el mismo sabor y persistirán durante un largo tiempo.
Las personas que experimentan estas sensaciones no precisamente comparten el mismo sabor, ni tampoco la intensidad de este; es decir, si una persona con sinestesia léxico-gustativa indica que la palabra “corcholata” le sabe a chocolate, otra puede percibir un sabor diferente o bien puede no asociarlo con nada.
Este fenómeno neurológico, también estudiado en Psicología, carece de etiología conocida, sin embargo, se presume que es algo genético, el cual no es categorizado ni como trastorno o enfermedad, sino como una simple variación cognitiva y sensorial.
Para los investigadores en la materia, su diagnóstico es un desafío, pues se basa en la indagación subjetiva. Pero por lo general, las siguientes características se presentan en un individuo:
La persona que dice poder saborear las palabras tiene que presentar una respuesta física de que así lo es y no precisamente que lo esté imaginando.
El estímulo de degustar las palabras debe aparecer de manera involuntaria, ósea que la persona no puede elegir cuándo y ni por cuánto tiempo una palabra le sabe a algo o no, y si el sabor dura unos segundos unas veces o incluso minutos otras.
Las mismas palabras deben de provocar los mismos sabores durante meses o incluso años, ósea no cambian de sabor. Otro factor desconocido acerca de la sinestesia léxico gustativa, es que hasta ahora ha sido imposible determinar el número a nivel mundial de personas afectadas; ya que su origen es nuevo, poco estudiado y por las dificultades previamente mencionadas para su diagnóstico.
Por otro lado, y con mayor certidumbre se sugiere que la prevalencia es mayor en mujeres que en hombres.
El impacto de la sinestesia léxico-gustativa en una persona puede variar, ya que para algunas resulta una experiencia enriquecedora, ya que expande la percepción del mundo a través de experiencias sensoriales más enriquecedoras. Mientras que para otras puede ser bastante incómodo, ya que la comunicación puede verse truncada, ya que evitan mencionar ciertas palabras, escuchar ciertos sonidos y más que nada la dificultad de poder expresar que tienen estas sensaciones, ya que se quiere evitar que se les catalogue como diferentes.
Para otras, resulta abrumador, ya que la intensidad de los sabores percibidos resulta exacerbada y persiste mucho tiempo. A este último, un ejemplo es que al escuchar la palabra “hielo” se perciba un sabor amargo y que persista por varias horas.
No existe hasta ahora un tratamiento para combatirla, puesto que no se considera un mal mental o físico, pero el apoyo, la empatía y la compresión hacia las personas que poseen esta singular habilidad, les sería útil para no sentirse señaladas.
Por Ili.
Pili trianguli et canaliculi o síndrome del cabello impeinable es una anomalía rara del tallo del pelo en la cabeza. El cabello es seco, de color rubio o café claro, rizado y crespo. Proyectándose en cualquier dirección y haciéndolo difícil de estilizar.
El síndrome del cabello impeinable puede presentarse solo o junto a enfermedades como el síndrome de Bork, la displasia ectodérmica y la displasia epifisaria-falángica, y es producido por las mutaciones en los genes que se encargan de la formación del tallo piloso del cabello.
Las singulares características de este tipo de anomalía se tornan aparentes alrededor de los tres meses de vida y en algunos casos puede mejorar cuando inicia la pubertad. Bien afecta a todo el cabello, pero con frecuencia solo la mitad es crespa. Cuando abarca casi toda la cabeza, lo más probable es que esté asociado con los padecimientos antes mencionados y no precisamente es un padecimiento aislado.
Independientemente de las circunstancias, un doctor es la persona que confirmará el diagnóstico, así que no entre en pánico ni haga suposiciones, lo mejor es acudir al pediatra.
Se cree que se hereda cuando el niño presenta una copia del gen mutado por parte de cada uno de los dos padres, pero hay casos en la que los pacientes heredan el gen mutado por parte de uno solo.
Otra manera es cuando una persona hereda solo un gen anómalo, pero no precisamente significa que vaya a desarrollar el síndrome del cabello impeinable. Sin embargo, existe un 50 por ciento de probabilidad de que el individuo se lo transmita a un descendiente.
Los síntomas del cabello alborotado e inmanejable, en los casos más leves, tienden a mejorar con la edad sin necesidad de tratamiento. El uso de acondicionadores hidratantes o shampoos con piritionato de zinc moderan la rebeldía, debido a los efectos hidratantes en la fibra del cabello.
Por otro lado, la biotina en tableta oral ha resultado ser una forma de tratamiento muy exitosa. Algunas fuentes sugieren que este padecimiento es de muy poca importancia para la población, puesto que es meramente un trastorno estético. El cual además no resulta grave, siempre y cuando no esté asociado con otro problema.
Pero como no hay cura, puede llegar a ser frustrante, ya que llama la atención de quienes no lo padecen. En niños con frecuencia puede ser desalentador cuando en la escuela les llegan a poner sobrenombres. Lo más prudente sería preguntar en su estética de confianza por cortes de cabello que faciliten el peinado, así como productos que mejoren su apariencia, como lacas, geles, spray, acondicionadores en seco, e incluso, cremas que ayuden a que el cabello alborotado sea menos visible.
Por Ili
Las verrugas son pequeños abultamientos de piel de al menos dos milímetros, usualmente más oscuras, móviles y adheridas a la misma por un pequeño tallo. Generalmente no causan ningún problema, pero con frecuencia tienen a atorarse entre las fibras de la ropa o bien pueden irritarse y lacerarse en zonas de contacto o fricción, tal como las axilas y la ingle.
Las que se ubican en el cuello y la nuca, no se desarrollan tanto por el roce del borde de blusas o camisas, sino por la fricción causada por joyería como cadenas y collares. Además, también pueden aparecer en los muslos, los párpados de los ojos y debajo de los pechos.
Estas verrugas están formadas por vasos sanguíneos, colágeno y un excedente de células superficiales de la piel. Aparecen a cualquier edad, pero son más comunes en gente mayor, personas con diabetes tipo dos, mujeres embarazadas y personas con sobrepeso; en estas últimas no como producto de poseer más kilos, sino porque a mayor sobrepeso, mayores son los pliegues entre la piel (lonjas) y por lo tanto más fricción entre estos.
Los “ojos de pescado” son lesiones cutáneas que aparecen en la planta de los pies, las cuales son bastante dolorosas, puesto que se invaginan en el mismo por la forma de caminar. Se les considera un tipo de verruga, la cual deriva del virus del papiloma humano, pero únicamente aparece en los pies.
Suelen presentarse de forma similar a los callos, pero poseen una superficie redonda, plana y grisácea. Sin embargo, debido a la constante fricción, ocurre sangrado en el centro e interior de la lesión y de aquí el nombre de ojo de pescado, puesto a que a eso se asemeja.
El virus se introduce en la piel por medio de las vías de entrada a través de pequeñas heridas, el caminar descalzo sobre superficies sucias y al estar en contacto directo con áreas de la piel de personas infectadas. Llegan a medir en la planta de los pies hasta tres centímetros y pueden desarrollarse en otras áreas del cuerpo cuando se les rasca y se toca otra zona del cuerpo.
Los ojos de pescado llegan a ser tan dolorosos que algunas personas describen la incomodidad parecida a tener la sensación de un constante picoteo de la punta de un alfiler. Como opciones de tratamiento para ambas afecciones incómodas y un tanto desagradables, se debe acudir a un podólogo o a un dermatólogo.
Las opciones de tratamiento pueden incluir pomadas y ungüentos medicados; inyecciones, electro-cauterización, congelamiento (crioterapia), láser y remoción quirúrgica. Evite remover las verrugas u ojos de pescado por sí mismo, ya que puede infectar el área creando un problema mucho más serio.
Sea cual sea el brote que presenta, no lo ignore y no espere a tener todo un racimo virulento.
Si no le interesa la estética, tenga en cuenta que las verrugas y ojos de pescado tienen un aspecto desagradable, que además los convierten en un latente cultivo de bacterias contagiosas.
Si no se le ven y no le molestan, no haga desidia. Atiéndase a tiempo para evitar la aparición de futuros crecimientos. La piel siendo el órgano más grande del cuerpo, se lo agradecerá.
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