Capítulo V
Por: Jesús Victoriano López Vega
La Crónica de Fray Antonio Tello menciona en el Libro II, volumen III, Una serie de fenómenos ocurridos en nuestra zona de la Ribera del lago:
“…le enviaron por guardián de la provincia de Tzapotitlán,(San Cristobal) y al cabo de diez días después de haber llegado, tembló la tierra tanto, que derribó gran parte de aquel convento y maltra[tó] y derribó también las iglesias de algunos pueblos de vissita, que eran diez y siete, y el dicho padre trabajo mucho en aderezar el convento y reedificar las iglesis caídas, ocupándose en estos dos años y cinco meses. En este año (1588) también por el mes de jullio, en los contornos del pueblo de Axixic, llovió pececicos blancos muy pequeños” (lluvia de peces blancos en Axixic). (sic)
A mi ver donde dice “llovió pececicos blancos muy pequeños” es cuando la nube en forma de “culebra” como se dijo anteriormente, absorbe de la laguna todo tipo de cosas que hay en el lago y las arroja en forma de tromba, depositando peces, ostiones, inclusive figuras prehispánicas de barro como las típicas “ollitas”.
Cap. CXCV “En que se tratta lo sucedido los años de 1566 y 1567 en la provincia de xalisco”.
“El año de 1566 fue por guardián de Tlaxomulco el pa[dre] fray Diego Péres, varón appostólico e hijo[s] del licenciado Diego Péres de la Torre, gobernador del Nuevo Reino de la Galicia y juez de Residencia de Nuño de Guzman. Por pasqua de Espiritu Sancto tembló la tierra y creció la laguna de Chapalac tanto, a 15 de julio del año de mil y quinientos sesenta y siete que se cayeron todas las cassas del pueblo, y a 30 de diziembre del mismo año, hubo un terremoto y temblor de tierra que derribó muchas iglesias de la Provincia de Xalisco y parte de la capilla mayor de la iglesia del pueblo de Chapalac, y de San Juan Cusalán, vissita de Axixic, reventaron junto a la laguna dos ojos de agua caliente, los quales hervían con tanta fuerza, que levantaban el agua muy alto y hacía mucho ruido, y los indios convertidos y aú[n] no muy firmes en la fee, estaban assombrados todos. No se sabe si consultaron al demonio o si él se les appareció, y les dijo que si querían ver sosegada el agua, echasen en ella niños, y echándolos luego, perecieron; y como los niños en lengua mexicana se llaman pipil-toton-tin, les quedó a los ojos de agua caliente y al sitio donde están, por nombre Pipiltitlan”. (sic)
Cap. CXCIX. “Hubo este año de 1573 un cometa que duró 6 meses y cayó un rayo en la capilla mayor de Axixic y la quemó”. CAP. CCXII Pag. 136. “Siendo guardián de Axixic el padre fray Diego Muñoz”.
Cap. CCIII (en que se tratta de otras cossas sucedidas el año de mill y quinientos y setenta y seis).
“Hubo en este año de 1577 un gran cometa que comenzó por el mes de abril, y a tres de agosto hubo un grande eclipsse de sol, de que resultó una gran peste, de que murieron muchos indios, por cuya caussa y por otras enfermedades que tuvieron los indios de Axixic,…”
Pues bien, estos relatos dan evidencia sobre fenómenos que la laguna ha tenido desde antaño y es evidente que este vital líquido conserva y regula el buen clima que aún tenemos en nuestra ribera. Anteriormente mencioné que el hombre de antaño a través de su historia ha interpretado a la naturaleza con mitos y leyendas u otras formas de expresión gráfica. Siempre buscando el agua para su existencia, como es el caso de la laguna de Chapala y de Texcoco. Agua como símbolo de vida como lo muestran las culturas prehispánicas. Siendo el caso de la famosa Ruta de Aztlan (lugar de gazas) de las tribus nahuatlacas, cuyo peregrinar terminó en los principales lagos y que dentro de su cosmovisión entre otras deidades, personificaron al elemento agua con la deidad de tlaloc. Esto da una clara evidencia al culto que se le tenía al elemento agua.
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