Jalisco dejó el bipartidismo
Por: Antonio Flores
2015 marcó la ruptura del bipartidismo en Jalisco. La historia reciente del estado apenas data de 1995, cuando un partido diferente al PRI, el PAN, gobernó Jalisco durante tres sexenios, que bastaron para la descomposición de un proyecto que albergaba las esperanzas de un estado que cada vez es menos competitivo en términos económicos, que también durante muchos años fue el antepenúltimo lugar en lo referente a la conservación del medio ambiente. El “influyentismo” y la corrupción siguieron como en los grandes años del partido único.
Durante 21 años, el PRI y el PAN estuvieron con alternancia en las principales ciudades de Jalisco, y sobre todo en la zona metropolitana de Guadalajara. Al principio, el PAN arrasó con todas excepto Tonalá; como sucede con Movimiento Ciudadano que ganó la capital del estado, Zapopan y San Pedro Tlaquepaque. En aquella ocasión, Jorge Arana se echó a cuestas a los priistas y se mantuvo como una oposición crítica. Tan es así, que casi les arrebata la gubernatura. Perdió con un margen mínimo, pero la opción se diluyó aún más cuando participa por la alcaldía de Guadalajara y la pierde.
La historia de Jalisco se vuelve a repetir en 2012. Solamente que en 2015, el capítulo es diferente al anterior de Jorge Arana, porque ahora con un partido diferente al PRI o al PAN. Antes de llegar a consolidarse en el proyecto de Movimiento Ciudadano (MC), Enrique Alfaro gana Tlajomulco de Zúñiga, con un partido de izquierda como es el PRD. Las diferencias con el grupo Universidad que comanda Raúl Padilla fueron irreconciliables, lo que generó que Alfaro le abriera la puerta a MC, y es bajo las siglas de esta organización política que gana la joya de la corona, Guadalajara, sumándose a ella Tlaquepaque y Zapopan.
En lo referente a Chapala, Jocotepec e Ixtlahuacán, en las dos primeras se dio un fenómeno muy parecido. Chapala se consolida como una fuerza y opción de gobernar, pero perdió la presidencia por 3 puntos porcentuales. Por otro lado, Jocotepec fue de los siete municipios del distrito que ganó MC. Ixtlahuacán fue uno de los municipios con menor porcentaje; aunque puede excusarse que su candidato fue observado e iniciaron campaña un mes después.
La alternancia fracasó porque no pudieron dar satisfacción a sus votantes. Hoy MC puede cambiar la historia de un estado que dejó de ser bipartidista.
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