ODONTOLOGÍA PREVENTIVA
La Odontología Preventiva es una rama de la Odontología que se basa en prevenir la aparición de diferentes enfermedades dentales así como la disminución del grado de malignidad o destrucción de las estructuras bucales. Es la encargada de la promoción de la salud oral para evitar problemas como la caries o enfermedades periodontales, previniendo así graves complicaciones para el paciente.
Involucra la práctica del control de placa bacteriana, una correcta técnica de cepillado dental, el uso del hilo dental, el uso de guardas oclusales en caso de ser necesario, topicación de flúor, selladores de fosas y fisuras, promoción de la salud oral y programas preventivos en centros escolares.
Esta práctica dental consiste en procedimientos que se deben de llevar a cabo de manera minuciosa, en los que se remueve el sarro o sustancias externas a los dientes y se verifica el estado bucal bajo lentes de gran magnitud.
Para poder llevar a cabo una odontología preventiva adecuada es recomendable asistir a consulta una vez cada 4 a 6 meses, dependiendo los hábitos de higiene del paciente.
Este tipo de prevención está indicada para niños, adolescentes y adultos jóvenes. Siempre y cuando presenten un buen estado de salud bucal; en caso contrario se dará una técnica especializada de acuerdo a cada problema en particular.
Si el dentista se enfoca en la enseñanza de los correctos métodos de higiene bucal, a la larga, quien obtendrá los mayores beneficios es el paciente.
La prevención desde el punto de vista económico es mucho más barata que la restauración de un problema ya existente.
En la odontología preventiva no existen contraindicaciones para ninguno de los tratamientos realizados y, debido a esto, se puede realizar tanto a personas sanas como a personas que padezcan alguna enfermedad sistémica, como cáncer, diabetes, padecimientos cardiacos…
Considérelo como una inversión a largo plazo. Bien se dice que más vale prevenir, que lamentar. ¿Por qué esperar hasta que el problema exista y haya dolor?
Sólo porque no se pueda ver a simple vista o no duela, no quiere decir que sea sinónimo de que nuestra boca se encuentra en buen estado.
Con un poquito de constancia y disciplina, los resultados siempre son mejores.
Todo esfuerzo vale la pena, con el único fin de preservar una buena salud.
Colaboración por ILI
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