Final del partido. Foto: Iván Ochoa.
Iván Ochoa (Chapala, Jalisco)-. El conjunto ribereño consiguió una nueva victoria en el presente certamen de la Tercera División Profesional (TDP) al derrotar por la mínima a la escuadra de las Real Ánimas de Sayula en el partido correspondiente a la jornada 10 del torneo regular del grupo “X”, partido desarrollado en la cancha del Estadio Municipal Juan Rayo.
Durante el primer lapso de partido, Charales mantenía posesión de la pelota, había circulación por toda la cancha e incluso la recuperación de la pelota era del medio sector hacía adelante.
Sin embargo, ante los pases precipitados de los jugadores chapalenses, la poca visión de juego, sumado el parado defensivo de Sayula, no lograron inmutar la cabaña enemiga. Se irían al descanso con donas en el marcador.
Durante la segunda mitad, continuó el juego bajo la misma tónica: recuperación temprana del balón y mala entrega del mismo al compañero.
Fue hasta el minuto 78′ cuando los ribereños se fueron arriba en el marcador con el tanto de José Francisco Pelayo. La construcción del gol surgió desde la mitad de la cancha con un pase largo donde recibió sin marca Omar «Vallarta» Aguayo, pero el bajar el esférico no fue lo mejor por lo que vio la necesidad de retrasar para Pelayo que ya venía encaminado para rematar de media distancia; su disparo fue a dar al ángulo superior derecho, y así poner arriba en el marcador a Chapala.
Pocos minutos después, Charales casi encuentra un segundo tanto. La jugada a velocidad ya había superado la saga de Sayula, Pelayo tocó la pelota a Aguayo que le dejó sin arquero frente del arco; sin embargo, la pelota se estampó contra el poste y así desperdiciar una clara de gol.
Luego de una jugada de peligro por parte de las Ánimas sin conseguir nada, el árbitro central del partido decretó el final con el triunfo de los chapalenses.
El estratega de los ribereños, Javier Castillo Guzmán, aclaró que el equipo tiene un buen soporte en la media cancha, al tener mucha recuperación de pelota y buena distribución de juego, pero le sigue faltando contundencia en cuanto al marcador.
También refirió que los resultados —dependiendo de éste— se cierran por la cantidad de entradas físicas que hay dentro dé. “El estilo nos va a dar para largo, de repente la premura de los resultados te hace dividir la pelota, chocar, morder que también el equipo debe saber jugar así”.
Por su parte, el auxiliar técnico Rodolfo Cornejo Manzo expresó que el equipo ha tenido un buen parado en cuanto al sector defensivo y eso les va dar para estar dentro de los seis mejores del torneo.
Por su parte, el ofensivo de los ribereños, José Francisco Pelayo, consiguió su quinto gol de la temporada, mismo que rindió el triunfo. Pelayo dijo que fue el trabajo en equipo el que les dio la victoria. También aclaró cómo consiguió el tanto.
“Fue un gran trabajo colectivo. La pelota me quedó a la de palo con la derecha, pero la intenté y ese intento hizo [que] salieran las cosas” (sic), describió.
Con los tres puntos en la bolsa, los Charales pasarán la semana en el séptimo peldaño de la tabla general del grupo “X” con 17 unidades, a tres puntos de diferencia del último que se mete a la fiesta grande de la TDP, que es Deportivo Cafessa, y diferencia de goles por encima de Nuevos Valores de Ocotlán y Club Deportivo Tepatitlán.
La próxima semana los ribereños visitarán la ciudad de Tequila, Jalisco, para enfrentar al conjunto del Valle del Grullo el sábado cuatro de noviembre en punto de las 17:00 horas. La última vez que se vieron las caras, Charales se llevó la victoria con un contundente marcador de 5-0 en la fecha 30 del torneo pasado.
El dato:
Desde que Real Ánimas de Sayula pertenecen al grupo “X” no le ha podido ganar al combinado chapalense. El historial indica dos victorias para Chapala, un empate, y cero victorias para la escuadra del sur del estado de Jalisco.
Un altar de muertos en la cabecera municipal de Chapala. Foto: Laguna.
Manuel Jacobo (Chapala, Jal).- Aunque la decisión puede menguar la cantidad de altares que comúnmente se hacían, este año se cree que no desaparecerá la tradición. “Ya me han preguntado vecinos y les hemos dicho nuestra postura, y sí van a poner, pero como no hemos ido casa por casa como antes, pues creo que puede ser que haya muchos menos, pero ojalá sí se pongan algunos” (sic), señaló Christian Hernández Flores, quien formó parte del comité organizador.
El comité organizador había sufrido cambios generacionales, pues se llevaba 21 años haciendo la muestra, en el último año contaba con cinco organizadores por lo que cuatro de ellos desistieron.
“Porque preparar la muestra requiere de dedicarle mucho tiempo, y nuestras ocupaciones laborales y educativas nos absorben demasiado este año”, mencionó Christian, quien es hija de Cristina Flores, señora que cimentó la tradición entre los vecinos de la calle 5 de Mayo.
Aunque siguen invitando a los vecinos y pobladores que quieran seguir haciendo el trabajo del comité, ellos consideran que “La tradición se configura como algo comunitario y colectivo, es decir, no hay personas indispensables para su realización”, señalan.
Aunque la preocupación de algunos vecinos muestran que la tradición seguirá y que ahora lo difícil será coordinar las escuelas que suelen asistir para poner altares en los hogares que permiten, el comité no sabe qué pasará. “En mi punto de vista, las tradiciones evolucionan, se reconfiguran, sufren cambios y también se extinguen, será interesante observar qué sucede en el futuro”, refirió Christian.
Finalmente, el comité invita a la población a hacer comunidad para retomar sus tradiciones y mostrar su identidad. Asimismo, alienta a recapitular las actividades como el altar de la Virgen de los Dolores y también a seguir indagando para reproducir lo que realmente es de Chapala. Es decir, invita a conocer más sobre su pasado.
Álvarez Cisneros tiene más de 20 años en el negocio de las flores. Foto: Miguel Cerna.
Miguel Cerna. – Las flores son uno de los elementos clave para la conmemoración del Día de Muertos, especialmente la de los 20 pétalos, conocida comúnmente como “cempasúchil”, la cual se encarga de darle color y olor a los altares y tumbas. Aunque ya no se venden como antes.
María Guadalupe Álvarez Cisneros trabajaba perdida entre las tantas flores que coloreaban el Vivero Larios de naranja, amarillo y sus combinaciones, que ocupaban el mayor espacio por ser las flores de la temporada.
Álvarez Cisneros tiene más de 20 años en el negocio de las flores, por lo que ha notado una baja en la venta de plantas de cempasúchil para el día de muertos, pues en años anteriores llegaba a comercializar hasta 2 mil macetas. Esto ya no sucede, pues por muy buena venta que tenga, sólo logra llegar a las mil.
En particular, considera que este año la situación está “muy lenta”, por lo que espera vender, por lo menos, 500 plantas. De lo contrario tendrá que tirarlas ya que son flores de temporada que no duran más de dos meses, además de que después del dos de noviembre ya no se venden, explicó María Guadalupe.
“Ahora nos pusieron más competencia, pero no nos afecta porque no debemos de tener envidias. Todo es para todos. Si ellos venden, pues nosotros también. Entonces hay que pedirle a Dios para [que] los ayude a ellos y que a nosotros no nos olvide” (sic), comentó al reconocer que cada vez hay más personas que comercializan la flor.
Mientras tanto, Viridiana Álvarez, junto con sus dos hijos, elegía la maceta más bonita.
Comprar macetas se le ha hecho costumbre desde que su hija ingresó a la primaria, pues cada año le piden para adornar los altares en los que involucran a los estudiantes como parte del fomento de las tradiciones del país.
A Guadalupe le encanta todo lo que hace en su vivero, porque la libera del estrés. Para ella es muy complicado elegir una flor favorita de todas las que la rodean, pero si lo tuviera que hacer, elegiría el ciclamen y la orquídea.
Con tantos años en el negocio, ha desarrollado una relación especial con las plantas. Cuando ve una triste (marchita), la acaricia y le da besos. Su trabajo consiste en que la gente se lleve las flores “bonitas” de su vivero.
“Mire, yo no les canto, pero si veo una florecita, así como ésta”, dice mientras toma una flor un tanto marchita, “la agarro, les doy sus besos y las acaricio. Mucha gente dice que hablan, pero a mí no me han hablado; pero si son agradecidas”, comentó.
Una de las habilidades más gratificantes que le ha dado su trabajo es el conocimiento de cientos de nombres de plantas y sus cuidados. Esta información la ha podido transmitir a su descendencia ya que es un negocio familiar. Los fines de semana le ayudan dos de sus nietas, quienes ya se mueven con destreza reconociendo las flores que forman los pasillos del vivero.
El precio de venta de las macetas de Cempasúchil es de 15 pesos en mayoreo y 20 en menudeo. El Vivero Larios se encuentra por la carretera Chapala-Jocotepec a la entrada del malecón a la altura de la gasolinera.
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