Es una realidad que Morena está creciendo en intención del voto aquí en Chapala. Era de esperarse, pues todas las campañas se entrelazan en este momento y la contienda por la presidencia de la república es entre Xóchitl Gálvez y Claudia Sheinbaum.
Movimiento Ciudadano (MC) aquí no pinta por dos razones: la primera, aún tenemos fresca la memoria del desastroso gobierno municipal que los naranjas concluyeron hace tres años. La segunda, porque MC impulsó a la presidencia a un candidato “a modo” para el régimen, cuya responsabilidad es el dividir a la oposición y atacar sistemáticamente a la candidata de la coalición Fuerza y Corazón por México.
Se ha hablado mucho entre los opositores al actual gobierno de López Obrador, que el voto útil e inteligente debe aplicarse con las opciones que tengan la capacidad de ganarle a Morena aquí en Jalisco. Y aunque los “fosfo fosfo” se empeñen en tratar de negar la realidad, en Chapala, la única opción para ganarle al partido de AMLO es Alejandro Aguirre, candidato de la coalición que abanderan el PRI y el PAN. Afuera defienden el voto “útil”, pero aquí lo esconden. No hay más. Quienes en otras ocasiones optaron por la alternativa naranja para evitar que el desastre morenista ingrese a nuestra “casa grande” -nuestra comunidad- hoy tienen que entender que en Chapala y el Distrito 17, federal y local, se tienen que dar el voto por las y los candidatos que acompañan a Xóchitl Gálvez.
Estamos a unos cuántos días de la elección. Nos corresponde meditar qué Chapala, qué Jalisco y qué México queremos para nosotras y nosotros, para nuestra descendencia. En esta elección no nos jugamos los siguientes tres años, sino nuestras siguientes tres generaciones.
Si optamos por el autoritarismo de Morena o por el oportunismo de MC, no tendremos cara para ver de frente a nuestros propios nietos. Hoy, estamos entregando un país a nuestros hijos, sumido en la violencia, sin medicinas ni servicios de salud, sin futuro y ese no fue el país que recibimos. En nosotros está la opción de cambio. Que ningún político intente quitarnos nuestros sueños o implantarnos ideales ajenos. Optemos por quienes sí nos representan y hagamos a un lado a quienes intentan dividirnos y cargarnos culpas. Yo por mi parte votaré mis seis boletas por las opciones de la coalición Fuerza y Corazón por México, que son quienes acompañan a Xóchitl. De mi parte, los demás no se lo merecen.
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