Atardecer en el lago de Chapala.
Redacción-. Chapala alcanzó la recuperación que tuvo en 2014, un metro 29 centímetros.
El asenso del lago en este temporal comenzó a partir del 15 de junio. Actualmente está al 60 por ciento de su capacidad y almacena 4 mil 740 Millones de metros cúbicos. Está en cota o escala 94.99. Ha.
Su recuperación en volumen significa mil 340 millones de metros cúbicos de agua, informó, la Comisión Nacional del Agua.
Foto: Archivo.
Durante el sábado pobladores y gobierno municipal realizaron la segunda Macro limpieza del lago en la población de Ajijic; la primera fue en la cabecera municipal.
Redacción ( Chapala, Ja.).– El Lago de Chapala no subió nada este fin de semana, pero conservó hoy la misma cota o escala del pasado viernes, la 94.98, con recuperación de 1.28 metros.
El vaso lacustre más grande de México registra almacenamiento de 4 mil 730 millones de metros cúbicos.
La ‘laguna’ actualmente está al 59.89 por ciento de capacidad. Tiene un área cubierta de agua 107,870 ha.
Foto: Comunicación Social de Chapala.
Por: Miguel Cerna
En la oscuridad, el lago de Chapala es lo único que se escucha. Las olas rompen el silencio. El aire sopla. Los pájaros cantan por momentos, rebelando su presencia. Son las cinco de la madrugada, y don José ya va lago adentro, cansado, pero con la esperanza de que sea un buen día, a bordo de Belén, su vieja canoa que tiene el mismo nombre que su nieta.
José es un hombre de piel morena, sonrisa amable, de estatura baja y regordete, con manos fuertes aunque temblorosas. Vive en Jocotepec, tiene 73 años de edad y 35 años de su vida los ha dedicado a la captura de tilapia, carpa, bagre, popocha, pescado blanco y mojarra, aunque dice que recientemente su actividad se ha reducido, pues sólo hay tilapia y carpa.
La pesca para don José era una actividad extra que desempeñaba a la par de su oficio, la albañilería. Hoy, por su edad, pescar se ha vuelto su trabajo de tiempo completo. Así sacó a sus ocho hijos adelante, ahora todos casados y le han dado 28 nietos.
A él nadie le enseñó el oficio de la pesca. Viendo a otros pescadores fue como se convirtió en pescador. Cuando era joven, le gustaba ver cómo pescaban, hasta que un día, armado con sus redes y necesidades, se metió al lago a pescar su estabilidad económica. Su historia puede ser paralela a la de los otros más de 3 mil pescadores que hay en el lago; mil 956 en Jalisco y mil 318 en Michoacán, según el último estudio de la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (CONAPESCA) en el 2010.
Aunque la luz del amanecer es escasa, no impide que el pescador recolecte los peces de la red. La experiencia le ha dado la habilidad de hacerlo “a tanteo”, como él dice. Su rutina es estricta: revisa el chinchorro a las cinco de la madrugada, termina al salir la luz del sol, a las siete, y posteriormente saca el producto para empezar a venderlo.
A las 12 del mediodía regresa, de ahí hasta que anochezca. Los peces que logra capturar los encierra en una bolsa tejida, amarrada a su canoa y bajo el agua, así ya tiene asegurado el sustento del día siguiente. Para este pescador, no hay descanso los domingos ni los días festivos. Sólo necesidades que cubrir.
En un buen día, puede pescar entre 30 y 70 kilos. En temporada de escasez, que va de mayo a septiembre, su esfuerzo sólo le alcanza para obtener 15 kilos.
Capturar los pescados no es lo más difícil. Venderlo se ha convertido en un reto, más para alguien que no tiene un vehículo para distribuirlo.
Esta situación obliga a los pescadores a buscar otras alternativas para vender su producto, aunque esto implique malbaratarlo, como don José, que lo vende a un comprador que viene de Petatán, una comunidad en el municipio de Cojumatlán de Régules en el vecino estado de Michoacán, también colindante con el lago de Chapala. Don José le vende el kilo a 6 pesos, cuando en el mercado se cotiza arriba de los 20 pesos.
En las pescaderías también se siente una baja en el consumo. “Ya no se vende como antes”, dice Leticia, una locataria del mercado Juárez de Jocotepec. Su local luce vacío, entre la variedad que ofrece, sólo figuran las tilapias y el filete de las mismas. Su familia vende en este mismo lugar desde hace más de 30 años. Han logrado subsistir gracias a que toda la familia colabora en el negocio. Su padre es quien pesca el producto.
Leticia vende de las ocho de la mañana a dos de la tarde, y en un buen día la ganancia oscila entre los 300 pesos y los 500 pesos. Otras veces sólo gana 100 pesos.
Por el contrario, don José necesita 200 pesos para sustentar a su familia día a día, aunque esta cantidad no siempre la obtiene. A veces su esfuerzo le da para más, y otras veces le queda a deber.
Poco a poco, el pescador siente cómo en 35 años la pesca le ha afectado los ojos por tanto madrugar. Se siente cansado pero no piensa en una fecha de retiro. Él seguirá pescando “hasta donde se pueda”.
Foto: Domingo Márquez.
Por: Sofía Márquez R.
Introducción uno. Fue hasta hace unos meses que visité la ciudad de Querétaro, que conocí la existencia del premio «La escoba», que otorga una organización en España y que han recibido algunas ciudades en México (entre ellas Aguascalientes y Querétaro) por su organización y procesos de disposición de los desechos. Para mantener el nombramiento de Patrimonio Histórico de la Humanidad por la UNESCO, las autoridades de esta ciudad, y creo que los ciudadanos también, cuidan la imagen de la ciudad. Incluso los puestos ambulantes están ubicados en un lugar específico, el Parque Alameda, por lo tanto las calles y plazas están libres para disfrutar del espacio público.
Introducción dos. En San Miguel de Allende, como en muchas otras ciudades, se ha implementado una norma: La basura no se saca a cualquier hora, sino hasta que pasa el camión tocando su campana. Es más, ni siquiera se deposita en el suelo. Hay que entregarla al empleado de limpia que ni siquiera se baja del camión. Todos hacen fila cargando los desechos, cada vez más voluminosos, de la vida moderna: jóvenes y viejos, hombres y mujeres, mexicanos y extranjeros, pobres y… ¡Ah, no! Los ricos no. Ellos pagan para que otros saquen su basura.
La anécdota. Hace unos años preguntaba a algunos extranjeros que estaban visitando por primera vez México, cuál era o había sido su shock cultural al llegar a este país. Más o menos en general las respuestas fueron así: Los Europeos señalaron a los niños en situación de calle y la abismal brecha entre ricos y pobres. Lázaro mencionó a la indígena que mendigaba para comprar medicina para su hijo. “En Cuba faltarán muchas cosas, pero no mendigas para tu salud, y menos con un niño” nos dijo. La mayoría de los norteamericanos señalaron la inmensa cantidad de basura tirada en las calles y que parece invisible para las autoridades y para los habitantes en general. Para el resto de los amigos latinoamericanos en general son anécdotas referidas a las variantes del español y la comida. No he tenido la oportunidad de preguntarle a un chino, pero he imaginado su respuesta como algo así: “¿Shock? México no shock. ¿Querer otro taco de gato?”, y ésa no es una respuesta graciosa.
Y hablando de Ajijic, nosotros tan orgullosos de nuestro pueblo… y tan cochinos. Muy poco tiempo faltó para revertir las campañas de Ajijic Limpio. Hay basura por todas partes, principalmente en el centro, y qué decir de los negocios e instituciones: afuera de la iglesia, frente al banco y los negocios frente a la plaza. Tal vez porque hay siempre autos estacionados, los habitantes y las empleadas no tienen oportunidad de barrer, aunque algunas de ellas recogen la basura entre el auto y la banqueta y es gracias a ellas que no está peor. El costado de Farmacias Guadalajara siempre está sucio. Alguna vez lo mencionamos al gerente y lo limpiaron… Sólo por una semana.
Conclusión. Tal vez, como publicó mi amiga, deba ser necesario tocarnos en los bolsillos para volver a ser el Ajijic Limpio. Yo, por mi parte, no creo que necesitemos multas, letreros o lonas (éstos últimos son basura visual y pasan a ser basura física, y las multas, pues, son el fracaso de la educación) para señalarnos que no tiremos basura o que mantengamos limpio o que recojamos los desechos de las mascotas que sacamos a pasear. Sólo espero que la basura omnipresente no se nos haga tradición.
Y de la autoridad, pues, como me piden mis amigos, hay que darle el beneficio de la duda. Espero que considere en su reingeniería que el enorme camión de la basura circulando por el centro del pueblo y la carretera entre las diez y once de la mañana, y los montones de basura en las esquinas hasta esa hora, no son la imagen adecuada para un pueblo que vive del turismo.
Los inspectores turísticos con su supervisor, Pedro López Rodríguez, en la presidencia de Chapala.
Domingo Máquez (Chapala, Jal.).- El gobierno municipal de Chapala tiene una nueva corporación: los inspectores turísticos. Ellos son quienes se encargarán de orientar, informar y apoyar al turista, además de vigilar que se cumplan los reglamentos municipales.
La corporación que al momento cuenta con 20 elementos (10 hombres y 10 mujeres) al mando de Pedro López Rodríguez, sólo portan gas lacrimógeno y una macana. No son policías, pero tienen la función y obligación de apoyar en las contingencias, ya que cuentan con conocimientos de protección civil y primeros auxilios.
Tienen dos horarios: de 8 a 16hrs y de 16 a 00hrs. Visten pantalón color caqui y camisa blanca, y aunque no todos hablan inglés, se pretende capacitarlos en el idioma.
Por el momento vigilan Ajijic y el malecón de Chapala, y aún no se define si estarán adscritos a la dirección de Reglamentos, Seguridad Pública o Turismo.
Sobre el altercado que tuvieron en días pasados con un lavacoches en el área del malecón en la cabecera municipal, el supervisor del grupo, Pedro López Rodríguez, aclaró que fue porque los inspectores turísticos le llamaron la atención por cobrar el estacionamiento a un turista.
“Los lavacoches deben cumplir el reglamento. No se vale que en lugar público se cobre el estacionamiento […]. Ya están acostumbrados hacer sus cosas, pero el estancamiento es público y gratuito”, sentenció Pedro López.
Fotos: Domingo Márquez.
A pesar de la mega limpieza llevada a cabo por parte de las autoridades de Chapala durante el sábado 10 de octubre en la playa y orilla del lago, el horizonte de la laguna se aprecia verde por el ingreso constante de lirio.
Redacción.- Chapala ha recuperado 1.27 metros, a partir del 15 de junio. Registra un almacenamiento de 4,719 millones de metros3
El ‘Laguna’ subió dos centímetros, respecto al nivel del pasado viernes nueve de octubre. Actualmete se ubica en cota o escala 94.97.
El vaso lacustre está al 59.76 por ciento de su capacidad.
Foto: D. Arturo Ortega.
Lago de Chapala.
Una Historia de Fernando Davalos
Una vez que acordamos de vernos con Don Antonio en máximo una hora en su lancha, Krista aceleró el paso por una de las calles de la bella población que conducían a la plaza principal. Con 9,000 habitantes, la antigua población de Mezcala de la Asunción o “lugar de mezcales” había sido fundada en el año 1280. Las altas y escarpadas montañas que le protegían al norte le daban ciertamente un aire peculiar y misterioso.
Lleno de curiosidad y un poco sorprendido por los inagotables recursos que siempre mostraba nuestra indomable anciana quien ya se encaminaba hacia una de las calles del pueblo y alcanzándole a grandes zancadas le pregunte a quemarropa:
– ¿ Que usted también conoce a los guardianes de este pueblo ? –
– Claro que no Agustín, rió complacida, pero conozco los símbolos sagrados que son objeto de su veneración y creo que lo menos que podemos hacer es visitarlos y orar un poco ante los mismos tratando de conectarnos grupalmente con su energía. Estoy segura de que seremos observados por sus representantes y si su reporte sobre nosotros es bueno, nos dejarán partir sin contratiempos. –
– ¿ Y cómo sabremos si su reporte fue bueno ? – insistí
– No lo sabremos hasta que estemos de nuevo en el agua, rió –
Al ver mi cara de desconcierto, Rosana comento con una amplia sonrisa:
– Ay Agustín, tú piensas demasiado y ahorita pensar no sirve de nada –
El comentario de Rosana me ayudó a entender que el silencio sería el arma con la cual intentaríamos como grupo establecer una conexión consciente con la energía característica del lugar en donde nos encontrábamos, para ser de alguna manera “bautizados” por la misma. Si lo lográbamos, todo iría bien el resto de nuestra jornada.
Consciente de mi responsabilidad para con el grupo, guardé a partir de entonces un respetuoso silencio. Krista nos guió con rapidez a la plaza central del pueblo en la que sobresalía en uno de sus costados una bella y totalmente blanca construcción religiosa, la iglesia de la Asunción. En el mismo momento en que Nuevo Camino ingresó a la plaza central del pueblo de los guardianes, un intenso y súbito ventarrón se dejó sentir por un breve lapso.
Acto seguido, todo el grupo dio varias vueltas en torno a la pequeña plaza y no pude evitar pensar que Krista, nuestra siempre previsora anciana, intentaba con ello darnos “la cuerda” necesaria para la consecución del mínimo grado de silencio interno que necesitábamos para nuestro trabajo ritual.
El darme cuenta que en todo el pueblo no había señales de lluvia reciente y que el temporal que se abatió sobre nosotros era con dedicatoria, fue el último pensamiento que fugaz cruzó mi mente después de unos veinte minutos de discreta caminata alrededor de la plaza y antes de ingresar a la iglesia.
La frescura que podía percibirse en interior de la Iglesia de la Asunción que alberga uno de los más bellos altares que he tenido en suerte presenciar fue como un inesperado y bien recibido bálsamo para todo el grupo; ello y la diferente sintonía silenciosa adquirida gracias a la caminata preparatoria, nos ayudó a sincronizar con rapidez nuestras oraciones, las cuales fueron guiadas con gran devoción por Rosana que nunca dejaba de impresionarnos por su elevada espiritualidad.
Una vez terminaron nuestras oraciones, los tres pequeños integrantes de Nuevo Camino iniciaron con toda espontaneidad una serie de peticiones por la recuperación de La Laguna sagrada, así como emotivas expresiones de agradecimiento por todos los beneficios adquiridos pero sobre todo por las aventuras por ellos disfrutadas, las cuales pedían ingenuamente continuaran sin cesar.
Una vez salimos de la iglesia y después de unos breves momentos durante los cuales permanecimos unidos en silencio y respetuosa observación de símbolos sagrados en uno de los costados de la bella construcción religiosa, emprendimos llenos de vigor y paz interna el regreso a donde ya nos esperaban listos Don Antonio y su hijo en el pequeño muelle ribereño.
En cuanto nos vio llegar y un poco sorprendido Don Antonio bromeó:
– ¿ pos adonde fueron ? Parecen camarones, ¿ qué les pego mucho el sol ?
Su comentario fue la respuesta que necesitábamos para continuar con tranquilidad el resto de nuestra jornada, pues al parecer habíamos sido “bautizados” con la energía necesaria y el contacto con los guardianes había sido establecido.
La Ciudad Industrial Ribereña
El resto de nuestra acuática jornada transcurrió sin eventualidad alguna por espacio de unas dos horas, durante las cuales la Santa María y sus ocupantes dejando atrás pueblo e Isla, surcamos el límpido y claro espejo en que se había convertido ahora La Laguna Sagrada, la cual con un sinfín de reflejos multicolores parecía querer mostrarnos toda la belleza que albergaban sus más apartados rincones.
Atardecía y nuestra animada conversación fue menguando poco a poco al percatarnos que Don Antonio realizaba varias e infructuosas maniobras de acercamiento tendientes a encontrar el único canal que permitía en aquella apartada región del oriente del Vaso Sagrado, el acceso a los muelles de la Ciudad Industrial de Ocotlán por entre kilómetros y kilómetros de pantano. Lo único que aparecía ante nuestra vista era una inmensa extensión de carrizales y arbustos pantanosos.
Para colmo, los últimos rayos del sol estaban desapareciendo en el horizonte detrás de las lejanas montañas ribereñas del occidente y ya podía percibirse un rápido descenso en la temperatura ambiente. Don Antonio, que ya se encontraba bastante nervioso anunció:
– Si no encontramos pronto el canal, vamos a tener que buscar un lugar alternativo para desembarcar cerca de aquí porque no tenemos suficiente gasolina para regresar –
– Oiga Don Antonio, perdone la pregunta, – intervino Alicia un poco desconcertada –
¿ pero que no se supone que conoce usted la manera de entrar a la ciudad industrial ? –
– pos si me informé con algunos pescadores de por acá cómo entrar por el canal, pero yo nunca he venido por estos lares trayendo gente, es mi primera vez –
La perspectiva de desembarcar en un lugar desconocido y pantanoso, para a continuación buscar por entre la tupida vegetación algún camino que pudiera conducirnos a la ciudad industrial ya entrada la noche no era muy alentadora que digamos. Apenas si podía verse ya el espejo de agua con claridad y las primeras luces de los pueblos ribereños estaban haciendo su gradual aparición.
Rápidamente, verifiqué con la vista y en silencio el que todos los ocupantes de la lancha, incluyendo a Don Antonio, trajéramos puesto nuestro salvavidas ante cualquier eventualidad que pudiera presentarse, ya que por momentos, la pequeña embarcación parecía atorarse en la tupida vegetación acuática que afloraba por doquier cerca de la ribera.
El expectante y tenso silencio que todos guardábamos impotentes ante la rápida desaparición de la claridad del día, fue rápidamente disipado por Alicia quien con toda naturalidad organizó un rosario de oraciones en honor de nuestra dulce y poderosa madre del Tepeyac, Virgen reina y deidad tutelar de nuestro México. Muy pronto, el ronroneo del motor era acompañado por el rumor de la oración grupal de los integrantes de Nuevo Camino.
Este nuevo hecho, devolvió a Don Antonio la presencia de ánimo perdida por instantes, renovando de inmediato su búsqueda del escapadizo canal de ingreso por una nueva ruta.
Después de unos siete minutos de constante y fervorosa oración, un nuevo y lejano ronroneo se dejó escuchar en la lejanía. Don Antonio, que para entonces era la pura imagen de la concentración, de inmediato detectó el sonido con una jubilosa exclamación:
– ¡ Miren, ya lo encontramos ¡ –
A unos quinientos metros hacia la izquierda y con los últimos fulgores del sol vespertino, era apenas perceptible una lancha de motor que haciendo su aparición por el canal de ingreso se dirigía Laguna adentro. De inmediato, y entre la gritería jubilosa de Nuevo Camino, Don Antonio puso rumbo a toda velocidad en dirección a la lancha que había hecho su oportuna aparición.
Cuando al fin pasamos junto a la providencial lancha, los pescadores que la ocupaban no entendían del todo nuestras efusivas muestras de afecto y agradecimiento enviadas a la distancia por los alegres ocupantes de la Santa María. Don Antonio simplemente siguió la estela que aquella lancha había dejado en su camino para encontrar con gran habilidad el canal que al fin nos llevaría al final de la jornada.
Entre vivas y cantos en honor a la Virgen de Guadalupe y una que otra porra a Don Antonio y su hijo, la Santa María atracó finalmente en los muelles de la ciudad industrial. Ya esperaban a Don Antonio algunos de sus familiares que allí vivían y con los que habría de pasar la noche, los cuales mostraron de inmediato un gran alivio al vernos llegar tarde pero con bien a nuestro destino.
Después de agradecer y pagar a Don Antonio y su hijo por sus excelentes servicios y despedirnos, nos encaminamos al lugar donde Félix había dejado su auto estacionado el día anterior y en unos cuantos minutos nos encontrábamos de camino apretujados pero contentos y con rumbo a la pequeña casa enclavada en las montañas que circundaban la laguna sagrada y que constituía nuestro centro de operaciones.
Los cantos espontáneos, las risas y constantes anécdotas que los integrantes de Nuevo Camino venían saboreando en el camino de regreso fueron los últimos recuerdos que conservo de esa memorable jornada; instantes después, dormía profundamente.
La finalidad de las fotografías es presentar una exposición en noviembre que se inaugurará en Guadalajara y posteriormente se buscará un espacio para presentarla en Jocotepec.
MIguel Cerna (Jocotepec, Jal.).- El sábado 19 se realizó una sesión fotográfica de catrinas con motivo de día de muertos en el Puerto Interior Turístico de Jocotepec, organizada por Arkeda, un grupo independiente dedicado a la creación y promoción cultural, que busca contribuir en la agenda cultural de Guadalajara y otros municipios, creando y gestionando espacios para artistas de cualquier índole.
Diana Ibarra, organizadora de la sesión fotográfica, informó que se eligió el malecón de Jocotepec porque “está muy bonito”, más bonito que el de Chapala y más amplio que el de Ajijic. Aunque clima lluvioso les afectó un poco, las catrinas sí llegaron. La mayoría de los asistentes eran de Guadalajara.
La actividad consta de dos sesiones fotográficas, la de Jocotepec y la de la Zona Metropolitana de Guadalajara, a realizarse el 26 de septiembre. La finalidad de estas fotografías es presentar una exposición en noviembre que se inaugurará en Guadalajara y posteriormente se buscará un espacio para presentarla en Jocotepec.
Rocío Elizabeth Gutiérrez es una actriz de obras teatrales de conciencia social y fotógrafa de Zapopan. Ella se caracterizó de catrina con un vestido rojo largo, adornado con flores de cempasúchil, sombrero amplio con calaveras y un rostro pálido con figuras de colores. Dice Rocío que ama las artes, por eso decidió participar en la sesión.
Comenta Diana Ibarra que fue un evento para el público en general. Cualquiera que fuera caracterizado de catrina o llevara su cámara fotográfica podía participar. Como agradecimiento a su colaboración, tanto a las catrinas como a los fotógrafos se les otorgará un reconocimiento y se premiará a las tres mejores fotografías que resulten de la votación el día que se inaugure la exposición.
La dinámica de la sesión fotográfica consistió en repartir las catrinas por número de fotógrafos, así ellos decidían en qué parte del malecón y cómo tomarían las fotos. Sólo tenían una hora para esta tarea.
Lago de Chapala
Redacción (Chapala, Jal.).- Chapala ha recuperado 1.21 metros a partir del 15 de junio
Actualmente el vaso lacustre más grande de México almacena 4 mil 655 millones de metros cúbicos. Tiene un área cubierta de agua de 107,509 ha.
Al dos de octubre la ‘laguna’ se ubica en cota o escala 94.91.
Foto: cortesía.
Los escultores posando a la cámara con el alcalde de Chapala, Joaquín Huerta Barrios y la regidora de Cultura María de la Luz Mendoza Huerta.
Domingo Máquez (Chapala, Jal.).- Cuatro esculturas de piedra arenisca en estilo contemporáneo dan vida al Corredor Cultural del Lago en el malecón de Chapala, inaugurado oficialmente la tarde del 26 de septiembre.
Las piezas colocadas al oeste, sobre el malecón de Chapala, llevan por nombre La Última Gota de la escultora originaria de la Ciudad de México, Estela Hidalgo; Tributo al Lago de la escultora nacida en Bruselas, pero de papá mexicano, Dolores Ortiz.
Además, de la pieza Emerger de Estanislao Contreras, escultor de Zacoalco de Torres y Movimiento del escultor de Guadalajara, David Agredano.
La inauguración enmarcada por la Orquesta Típica de Ixtlahuacán de los Membrillos contó con la presencia de los cuatro escultores, quienes trabajaron en enero de este año las piedras originarias de Hichapan, Hidalgo; cada una pesa alrededor de cuatro toneladas y algunas de ellas alcanzan casi los dos metros de altura.
Aunque en el suceso en donde asistió el alcalde de Chapala, Joaquín Huerta Barrios y la regidora de Cultura, María de la Luz Mendoza Huerta, principal promotora del proyecto cultural, no hubo pronunciamiento respecto a la desaparición de los 43 normalistas, que el 26 de este mes cumplieron un año de desaparecidos, en entrevista Laguna preguntó a los creadores su opinión acerca del caso que ha sacudido México.
La Escultora Estela, quien tiene viviendo 29 años en la ribera, manifestó que son “chingaderas de nuestro gobierno federal”.
Por su parte, Estanislao Contreras prefirió no opinar demasiado: “Realmente es un problema que gobierno está resolviendo mal, hasta no saber la verdad se puede opinar”.
Al igual, la investigadora y jefe de departamento del Centro Universitario de Arte, Arquitectura y Diseño (CUAAD) de la Universidad de Guadalajara (UDG), Dolores Ortiz se reservó su opinión, sólo se limitó a decir: Prefiero no opinar porque mi país me duele mucho.
El escultor David Agredano, indicó que al gobierno se le salió de las manos. “No hayan como tapar lo que no se puede tapar…es necesario que el pueblo se dé cuenta como andamos de mal.
El alcalde de Chapala, Joaquín Huerta Barrios dijo que «ojalá que se esclarezcan pronto las cosas y ojalá que se haga justicia».
Fotos: Domingo Márquez.
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