Sillones en la sala de una vivienda afectada en Nextipac a más de 15 días del evento. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- Aún hay marcas de la afectación por la inundación del 14 de julio en viviendas de Nextipac y los damnificados dicen que la ayuda ha sido poca; mientras que el Ayuntamiento de Jocotepec informó que no procedió la solicitud para la declaratoria de emergencia municipal.
El que la ayuda ha sido poca y ha aportado más la ciudadanía que las autoridades, es el comentario con el que coincidieron las personas abordadas, que dicen sólo les dieron una despensa. El Ayuntamiento de Jocotepec solicitó una declaratoria de emergencia en la Unidad Estatal de Protección Civil y Bomberos bajo el número 7607, pero en la respuesta se dictaminó la no procedencia al no poder considerarse una lluvia “severa” la registrada la noche del 14 de julio, así como la cantidad de damnificados.
En el documento entregado por Protección Civil del estado se reconocen afectaciones en 14 viviendas y un inmueble comercial, siendo cinco las casas en las que hubo daño a menaje. En la respuesta al presidente de Jocotepec, José Miguel Gómez López, se lee “por la cantidad de casas afectadas en su menaje, esta no rebasa la capacidad de respuesta del municipio”, es parte de lo plasmado en el documento con fecha del 22 de julio.
A más de 15 días todavía son visibles los daños en algunos hogares de la calle Morelos. En una de las viviendas afectadas, una mujer contó que fueron varias cosas las que se mojaron y que el cuarto de un joven sufrió por la inundación y daños en las cosas que había dentro, incluyendo su cama, que quedó inservible.
“Ayer le compraron un colchón porque ya se había cansado de dormir en el suelo, el puro colchón la base no, él decía que con la base, pero los papás dijeron no hay dinero, vamos a sacar un colchón y luego sacamos la base” contó una señora que resultó con afectaciones en enseres y que todavía resiente lo que dejó la noche de la inundación, pues la humedad aún está en el hogar y esto le trajo ligeras complicaciones de salud, sumado a las marcas aún presentes dentro de la casa. “Mi estufa todavía está llena de lodo”, dijo la entrevistada.
Yesenia fue una de las más afectadas, subiendo el agua en el interior de su vivienda casi un metro y medio en el interior, superando el nivel de los enchufes eléctricos. A ella también se le dañaron algunos muebles y demás artículos, quedando en espera de algún apoyo gubernamental distinto a lo otorgado por el DIF Jocotepec.
“Vinieron los del DIF y me entregaron dos despensas, una cubeta con escoba y trapeador, medio kilo de jabón y un litro de cloro y uno de fabuloso, fue lo único que me entregaron”, dijo Yesenia Hernández. En la visita se pudieron observar dos sillones con daños por la inundación y que aún tenían arrinconados en su sala.
Además de las donaciones de la ciudadanía para aminorar las pérdidas, una de las entrevistadas aseguró que el alcalde electo otorgó apoyo a uno de los afectados.
Respecto al apoyo del municipio con menaje, se desconoce si esto se realizará o dejarán pasar el tema luego de que la dependencia estatal señaló que el municipio tiene la capacidad para dar apoyo a los cinco hogares que perdieron varias de sus pertenencias.
Una de las viviendas afectadas en las que ingresó el agua dañando artículos del hogar. Foto: PC y Bomberos Jocotepec.
Armando Esquivel.- A sus 93 años, la señora Lupita dijo no haber visto un desastre similar en Nextipac, localidad de Jocotepec, como el ocurrido la noche del 14 de julio y que dejó hogares inundados, autos arrastrados al igual que animales domésticos como perros y gatos a los que se los llevó la fuerte corriente de agua.
Bastaron 15 minutos de un cielo con nubes negras y lluvia acompañada de relámpagos para que la calle Morelos, desde la cabecera hasta la delegación de Nextipac, se llenara de agua formando una fuerte corriente que se llevó un par de motocicletas, arrastrando también vehículos, siendo nueve los dañados, según el informe de Protección Civil y Bomberos de Jocotepec, en el que también se incluyen 15 hogares con pérdidas en muebles, así como 29 viviendas a las que ingresó el agua.
Autoridades municipales realizaron la revisión de casas habitación sobre la calle Morelos en un tramo de medio kilómetro, entre estas, la de la señora Lupita, de 93 años de edad, que fue una de las 15 con afectación en menaje.
“Al bajarme de la cama ya sentí el agua que me daba a las rodillas pero yo me bajé así porque estaba gritando el perro, un pollito que tengo y los gatitos, pero esos se fueron en el agua, los gatitos y animales se fueron, se los llevó el agua”, contó la señora Guadalupe Luvian Huerta, quien se encontraba sola al momento del desastre natural, siendo vecinos quienes la apoyaron para resguardar su integridad.
“Luego luego vinieron los vecinos a ayudarme, a sacar agua pues aquí me sacaron a la calle para que no estuviera yo adentro en el agua”, contó la mujer de 93 años.
Un hijo de la señora Lupita vive a un lado de su vivienda, el cual cuenta con dificultades de salud, encontrándose en estado de postración, por lo que también fue auxiliado por vecinos. Pese a su avanzada edad, la señora intentó sacar agua de su inundada cocina, pero los años, sumado a las lesiones causadas hace tiempo por una caída, impidieron que continuara con la limpieza de su hogar. La señora Lupita también aseguró no recordar una situación similar.
“Yo no había visto que lloviera así como llovió, nunca había visto, así que se metiera el agua, la cocina, todo se metió, yo sola estaba, yo sola vivo aquí”, dijo la señora.
Don “Chicho” de 98 años de edad fue otra de las personas que se encontraba sola durante la lluvia e inundación, siendo su vivienda una de las más afectadas al mojarse gran parte de sus enseres.
“Todos los muebles se dañaron, ya se quedó vacío todo, está vacía la casa, sin muebles sin nada, la estufa, el comedor, una sala, las camas, cobijas, estufa, el refrigerador que apenas lo habían comprado, subió un metro y medio el agua; ya vinieron y sacaron todo, se llevaron todo a tirar porque pues ya no hay nada, está vació todo”, contó Leticia Flores, hija de don Chicho, que tuvo que abandonar su vivienda ante el desastre.
“Así en un suspiro se vino el aguadal”, dijo una señora que vende antojitos mexicanos y que resultó afectada luego de apenas instalarse 30 minutos antes de la lluvia, presenciando todo el desastre.
“Vendo cena los fines de semana, me llevo un tablón con todas las cosas, apenas estábamos empezando, como a las ocho fue más o menos. El tablón con todo lo que tenía ahí, agua fresca, trastes, botes de chiles, rollos de bolsa, trastes, una silla y un banquito”, contó la señora Tomasa Díaz Flores de 67 años.
Con un notorio cansancio y voz desanimada, uno de los vecinos refirió el haber perdido gran parte de sus enseres. “Se inundó la casa, fue como a unos 75, 80 centímetros nivel de adentro. Todos los muebles, recamara, la sala y parte de cosas de la cocina”, contó el señor Alejandro, jefe de familia de un hogar de seis habitantes.
En otra vivienda afectada, una mujer narró cómo vió su casa llenarse de agua en un instante, llegando hasta un metro.
“Se nos metió toda el agua, subió hasta donde está el enchufe, hasta ahí subió el agua, subió hasta arriba, subió a media puerta. Se mojaron los sillones, las camas, los roperos, la lavadora se mojó el motor”, narró Yesenia Hernández, quien, al igual que sus vecinos, pasó una pesada noche, durmiendo hasta la una de la madrugada para despertar y dedicarse todo el día a limpiar los daños. Ella contó que fue auxiliada por familiares, en medio de la impotencia y la imagen de sus pertenencias que quedaron inservibles. “No pudimos hacer nada, ¿dónde metemos las cosas?” expresó con impotencia la entrevistada.
Respecto a los vehículos arrastrados por la corriente de agua, en dos había personas a bordo, siendo llevados hasta la parte de un puente donde quedaron atorados, saliendo de las unidades con ayuda de vecinos.
“En dos vehículos había personas en el interior y como fue muy rápido lograron salir por sí solos con ayuda de personas que estaban en el lugar”, informó en entrevista a Semanario Laguna el encargado de Protección Civil y Bomberos de Jocotepec, Sergio Herrera Robledo.
La acumulación de agua en Jocotepec fue de 40 milímetros en un lapso de 15 minutos, según la medición del pluviómetro de Protección Civil y Bomberos Jocotepec, que tiene identificado el punto como zona de riesgo, ya que no es la primera vez que esta zona sufre por inundaciones. “Es un punto que de hecho lo tenemos identificado como de inundación”, dijo en entrevista el titular de la dependencia, misma que se encargó del retiro de rocas y lodo de las vialidades.
La sociedad civil se puso en acción para apoyar a los afectados, siendo el grupo “Cabecitas blancas”, la empresa Diacma y Tacos el Paisa, así como 15 voluntarios los que se sumaron para ayudar a los damnificados.
Aunque no hubo bajas humanas, los vecinos pasaron momentos de angustia al ser testigos de la intensidad de la corriente de agua que se llevaba todo a su paso.
“Se metió a la casa, a los cuartos. Se soltó muy fuerte y ya volteé hacía la calle y ya venía bien fuerte el agua, se llevó muchos carros, como que vinieron a cenar enfrente y las personas se subieron al carro como esperando a que se terminara la lluvia pero no, porque se vino muy fuerte la corriente y los arrastró con ellos arriba, se atoraron en el puente”, contó la señora Brenda, quien estaba junto a dos menores, que aunque se encontraban con miedo, ayudaron a sacar el agua de la vivienda con el fin de mitigar los daños en su hogar.
El Ayuntamiento de Jocotepec emitió una declaratoria de emergencia para que el Gobierno de Jalisco pueda entregar a apoyos a los afectados.
Incendio forestal durante la mañana del segundo día de fuego en cerros de Ixtlahuacán de los Membrillos. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- La mano del hombre es la probable causa del incendio forestal que consumió 522 hectáreas de zona montañosa entre Ixtlahuacán de los Membrillos y Chapala durante más de 10 días y a decir de Protección Civil y Bomberos tuvieron llamas que alcanzaron los 20 metros de altura, dejando afectaciones a especies animales así como en el suelo y la vegetación, que según personal de la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Lago de Chapala (AIPROMADES) tardarían hasta siglos para su recuperación.
Conocer con precisión la causa del voraz incendio es casi imposible, aunque sin afirmarlo como tal, Rodolfo Franco Quintero, Coordinador General de Protección Civil y Bomberos de Ixtlahuacán de los Membrillos, dijo que basándose en la estadística y la experiencia, considera que hubo intervención humana.
“No tenemos un dato de cómo inició el fuego, no tenemos indicios, no sabemos absolutamente nada, pero sí quiero recalcar que los incendios en estas áreas normalmente son ocasionados por la mano del hombre”, dijo en entrevista para Semanario Laguna.
Fue el sábado 23 de marzo alrededor de las 16:00 horas cuando Bomberos Ixtlahuacán inició la atención al incendio que fue reportado como extinguido la tarde del 2 de abril, luego de esto se pudieron observar algunas fumarolas que, aunque estuvieron bajo vigilancia, no representaron un riesgo de reactivación.
“Exactamente frente a la presa de Llano, en lo que es la localidad de Las Aguilillas, como referencia a un lado de la unidad deportiva, que es la parte que está más a la falda del cerro, en esa parte le denominamos la zona cero, donde inició el fuego”, informó el entrevistado.
El fuerte viento no sólo expandió el fuego, también impidió que durante dos días no se pudieran usar los helicópteros de apoyo, sumado a las condiciones topográficas y una serie de cañadas en el área incendiada dificultaron las labores de brigadistas, sumado al estiaje que mantiene secos los cerros.
“Encontramos que hay sequía, bastante área que está muy lastimada por la falta de agua, encontramos hasta tramos de hoja de hasta 40, 50 centímetros de profundidad, en segundos se iba el fuego”, mencionó Franco Quintero.
Enormes llamas fueron las que enfrentaron los brigadistas, exponiendo su integridad física para dar un alto a la tragedia ambiental dentro de dos municipios. “Nosotros detectamos en la sala de comando, en la presa del Llano, las veíamos altas y ellos las vivieron en todo momento y sí las llamas tenían alrededor de 20 metros”, dijo el Coordinador, según los comentarios de brigadistas.
Fueron brigadistas de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) Jalisco, acompañados de bomberos de Ixtlahuacán y de Chapala, quienes realizaron el trabajo difícil al subir a la zona alta de montaña, esto ante su experiencia en este tipo de incidentes. “Tuvimos día y medio sin bajar casi 48 horas trabajando seguido, que no bajaban por que su interés era no bajar hasta tener liquidado”, compartió el entrevistado, notando que ese grupo trabaja de madrugada para aprovechar el poco viento y realizar labores de limpieza, guardarrayas y ensanchamiento de brechas.
El trabajo fue arduo y el cansancio también. Luego de horas en la montaña bajo el sol, o el frío de la noche, el terreno inestable y el calor del fuego, los brigadistas quedaron agotados, algunos resultando con lesiones menores.
“Cuando ellos bajan lo primero que tenían de malestar eran las ampollas en sus piernas, secundario a esto algunas lesiones por haberse caído, raspones, que fue lo más común, pero no tuvimos ninguna persona lesionada de gravedad”, dijo Rodolfo Franco.
El esfuerzo de las brigadas logró evitar que el siniestro llegara a la zona de La Cañada y El Aguacate, así como zonas de montaña limítrofes con el municipio de Jocotepec. “Al final, todavía los noto cansados, apenas se andan recuperando y estoy muy agradecido con ellos, estoy seguro que vamos a saber recompensarlos de una manera”, mencionó el entrevistado.
En redes sociales comenzaron las invitaciones para sumarse como voluntarios, pero el siniestro no era cosa sencilla, por lo que sólo personal experto subió hasta la punta, mientras integrantes de la sociedad civil apoyaron durante la última etapa del incendio con trabajos en la zona baja, esto con la finalidad de evitar algún accidente o pérdida humana.
“Mucho muy agradecido, tuvimos una participación estupenda de la zona de Ixtlahuacán de los Membrillos, empresarios, vecinos y de la zona de la Ribera de Chapala, la parte extranjera, vecinos de Chapala que estuvieron ayudándonos”, agradeció el Coordinador.
Coyotes, zorros, varias especies de conejos, armadillos, son parte de las especies animales afectadas, así como algunos de los que se ha captado registro como ocelotes, jaguarundi, gatos montés y hasta pumas e inclusive hay registros de cámaras trampa que han captado venados transitando por el área natural protegida, según lo compartido por Alina Martínez Gurrola, Coordinadora de Conservación de Ecosistemas y Biodiversidad en la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (AIPROMADES) del Lago de Chapala.
“Estas áreas son el hábitat de muchísimas especies, sobre todo lo que más conocemos, los mamíferos, reptiles, anfibios y las aves, sobre todo en la selva baja que es gran fuente de alimento y refugio para estas especies y tras el incendio ya se pueden imaginar que aparte de la mortandad que hay en ese momento, se pierden muchísimos recursos que estas especies pueden aprovechar”, dijo en entrevista para Semanario Laguna.
Otra afectación a la fauna es el desplazamiento que pueden tener al ver devastado su hábitat, pudiendo llegar a zonas pobladas.
“Los animales se desorientan al ya no encontrar sitio donde generalmente comen o descansan y es posible que debido a que ya han ido agarrando terreno las construcciones hacía los cerros, es posible que se encuentren mamíferos, reptiles y otro tipo de animales que se desplazan”, comentó Alina Martínez, sugiriendo el llamar a las autoridades en caso de encontrar un ejemplar y no intentar manipularlo.
La parte alta de montaña cuenta con varios árboles de encinos, mismos que pueden tener una adaptación al fuego y capacidad de recuperarse ante su corteza más resistente y otros factores, pero siendo la zona alta también de vital importancia al ser un punto de captación de agua.
“Esta zona alta tiene una función muy especial que es la de captar el agua, entonces, la deforestación que sucede tras el incendio puede afectar principalmente esta función, hablando de funciones de los ecosistemas, y por otra parte está la selva baja caducifolia que está un poco más abajo y ésta tiene una gran biodiversidad, tanto vegetal como animal y en sí esta vegetación se puede tardar hasta siglos en recuperar su estado original porque no son especies que estén adaptadas al fuego”, compartió la Ingeniera en Recursos Naturales y Agropecuarios por parte de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La dirección de Protección Civil y Bomberos informó que buscarán adquirir drones para vigilancia de las áreas naturales y así contar con un frecuente monitoreo para actuar y evitar se repita la historia, mientras que en AIPROMADES valorarán la afectación para así trabajar en reforestación o el uso de otras técnicas para el beneficio del espacio natural.
“Muy lamentable sobre todo porque no son incendios naturales, los ecosistemas tienen sus ciclos y sus regímenes de incendios en los que cada cierto tiempo existen incendios naturales, sin embargo estas son perturbaciones provocadas por los humanos”, finalizó la Coordinadora de Conservación de Ecosistemas y Biodiversidad
En sus redes sociales, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Rámirez, anunció la extinción del fuego, agradeciendo a las alrededor de 190 bomberas, bomberos, personal de staff de Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) Jalisco, Protección Civil Jalisco, Secretaría de la Defensa Nacional, Gobierno de Ixtlahuacán de los Membrillos, Gobierno de Chapala, Gobierno de Tlajomulco, AIPROMADES Lago de Chapala y voluntarios de la sociedad civil, que con el apoyo de los helicópteros cisterna, “Witari” y “Palomo”, lograron dar un alto al infierno forestal. Ese 2 de abril, la SEMADET dio por concluida la alerta atmosférica generada por el intenso humo del infierno forestal.
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