Incendio forestal durante la mañana del segundo día de fuego en cerros de Ixtlahuacán de los Membrillos. Foto: Armando Esquivel.
Armando Esquivel.- La mano del hombre es la probable causa del incendio forestal que consumió 522 hectáreas de zona montañosa entre Ixtlahuacán de los Membrillos y Chapala durante más de 10 días y a decir de Protección Civil y Bomberos tuvieron llamas que alcanzaron los 20 metros de altura, dejando afectaciones a especies animales así como en el suelo y la vegetación, que según personal de la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable del Lago de Chapala (AIPROMADES) tardarían hasta siglos para su recuperación.
Conocer con precisión la causa del voraz incendio es casi imposible, aunque sin afirmarlo como tal, Rodolfo Franco Quintero, Coordinador General de Protección Civil y Bomberos de Ixtlahuacán de los Membrillos, dijo que basándose en la estadística y la experiencia, considera que hubo intervención humana.
“No tenemos un dato de cómo inició el fuego, no tenemos indicios, no sabemos absolutamente nada, pero sí quiero recalcar que los incendios en estas áreas normalmente son ocasionados por la mano del hombre”, dijo en entrevista para Semanario Laguna.
Fue el sábado 23 de marzo alrededor de las 16:00 horas cuando Bomberos Ixtlahuacán inició la atención al incendio que fue reportado como extinguido la tarde del 2 de abril, luego de esto se pudieron observar algunas fumarolas que, aunque estuvieron bajo vigilancia, no representaron un riesgo de reactivación.
“Exactamente frente a la presa de Llano, en lo que es la localidad de Las Aguilillas, como referencia a un lado de la unidad deportiva, que es la parte que está más a la falda del cerro, en esa parte le denominamos la zona cero, donde inició el fuego”, informó el entrevistado.
El fuerte viento no sólo expandió el fuego, también impidió que durante dos días no se pudieran usar los helicópteros de apoyo, sumado a las condiciones topográficas y una serie de cañadas en el área incendiada dificultaron las labores de brigadistas, sumado al estiaje que mantiene secos los cerros.
“Encontramos que hay sequía, bastante área que está muy lastimada por la falta de agua, encontramos hasta tramos de hoja de hasta 40, 50 centímetros de profundidad, en segundos se iba el fuego”, mencionó Franco Quintero.
Enormes llamas fueron las que enfrentaron los brigadistas, exponiendo su integridad física para dar un alto a la tragedia ambiental dentro de dos municipios. “Nosotros detectamos en la sala de comando, en la presa del Llano, las veíamos altas y ellos las vivieron en todo momento y sí las llamas tenían alrededor de 20 metros”, dijo el Coordinador, según los comentarios de brigadistas.
Fueron brigadistas de la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) Jalisco, acompañados de bomberos de Ixtlahuacán y de Chapala, quienes realizaron el trabajo difícil al subir a la zona alta de montaña, esto ante su experiencia en este tipo de incidentes. “Tuvimos día y medio sin bajar casi 48 horas trabajando seguido, que no bajaban por que su interés era no bajar hasta tener liquidado”, compartió el entrevistado, notando que ese grupo trabaja de madrugada para aprovechar el poco viento y realizar labores de limpieza, guardarrayas y ensanchamiento de brechas.
El trabajo fue arduo y el cansancio también. Luego de horas en la montaña bajo el sol, o el frío de la noche, el terreno inestable y el calor del fuego, los brigadistas quedaron agotados, algunos resultando con lesiones menores.
“Cuando ellos bajan lo primero que tenían de malestar eran las ampollas en sus piernas, secundario a esto algunas lesiones por haberse caído, raspones, que fue lo más común, pero no tuvimos ninguna persona lesionada de gravedad”, dijo Rodolfo Franco.
El esfuerzo de las brigadas logró evitar que el siniestro llegara a la zona de La Cañada y El Aguacate, así como zonas de montaña limítrofes con el municipio de Jocotepec. “Al final, todavía los noto cansados, apenas se andan recuperando y estoy muy agradecido con ellos, estoy seguro que vamos a saber recompensarlos de una manera”, mencionó el entrevistado.
Ciudadanos apoyando a los brigadistas. Foto: Cortesía.
En redes sociales comenzaron las invitaciones para sumarse como voluntarios, pero el siniestro no era cosa sencilla, por lo que sólo personal experto subió hasta la punta, mientras integrantes de la sociedad civil apoyaron durante la última etapa del incendio con trabajos en la zona baja, esto con la finalidad de evitar algún accidente o pérdida humana.
“Mucho muy agradecido, tuvimos una participación estupenda de la zona de Ixtlahuacán de los Membrillos, empresarios, vecinos y de la zona de la Ribera de Chapala, la parte extranjera, vecinos de Chapala que estuvieron ayudándonos”, agradeció el Coordinador.
Coyotes, zorros, varias especies de conejos, armadillos, son parte de las especies animales afectadas, así como algunos de los que se ha captado registro como ocelotes, jaguarundi, gatos montés y hasta pumas e inclusive hay registros de cámaras trampa que han captado venados transitando por el área natural protegida, según lo compartido por Alina Martínez Gurrola, Coordinadora de Conservación de Ecosistemas y Biodiversidad en la Asociación Intermunicipal para la Protección del Medio Ambiente y Desarrollo Sustentable (AIPROMADES) del Lago de Chapala.
“Estas áreas son el hábitat de muchísimas especies, sobre todo lo que más conocemos, los mamíferos, reptiles, anfibios y las aves, sobre todo en la selva baja que es gran fuente de alimento y refugio para estas especies y tras el incendio ya se pueden imaginar que aparte de la mortandad que hay en ese momento, se pierden muchísimos recursos que estas especies pueden aprovechar”, dijo en entrevista para Semanario Laguna.
Otra afectación a la fauna es el desplazamiento que pueden tener al ver devastado su hábitat, pudiendo llegar a zonas pobladas.
“Los animales se desorientan al ya no encontrar sitio donde generalmente comen o descansan y es posible que debido a que ya han ido agarrando terreno las construcciones hacía los cerros, es posible que se encuentren mamíferos, reptiles y otro tipo de animales que se desplazan”, comentó Alina Martínez, sugiriendo el llamar a las autoridades en caso de encontrar un ejemplar y no intentar manipularlo.
La parte alta de montaña cuenta con varios árboles de encinos, mismos que pueden tener una adaptación al fuego y capacidad de recuperarse ante su corteza más resistente y otros factores, pero siendo la zona alta también de vital importancia al ser un punto de captación de agua.
“Esta zona alta tiene una función muy especial que es la de captar el agua, entonces, la deforestación que sucede tras el incendio puede afectar principalmente esta función, hablando de funciones de los ecosistemas, y por otra parte está la selva baja caducifolia que está un poco más abajo y ésta tiene una gran biodiversidad, tanto vegetal como animal y en sí esta vegetación se puede tardar hasta siglos en recuperar su estado original porque no son especies que estén adaptadas al fuego”, compartió la Ingeniera en Recursos Naturales y Agropecuarios por parte de la Universidad de Guadalajara (UdeG).
La dirección de Protección Civil y Bomberos informó que buscarán adquirir drones para vigilancia de las áreas naturales y así contar con un frecuente monitoreo para actuar y evitar se repita la historia, mientras que en AIPROMADES valorarán la afectación para así trabajar en reforestación o el uso de otras técnicas para el beneficio del espacio natural.
“Muy lamentable sobre todo porque no son incendios naturales, los ecosistemas tienen sus ciclos y sus regímenes de incendios en los que cada cierto tiempo existen incendios naturales, sin embargo estas son perturbaciones provocadas por los humanos”, finalizó la Coordinadora de Conservación de Ecosistemas y Biodiversidad
En sus redes sociales, el Gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Rámirez, anunció la extinción del fuego, agradeciendo a las alrededor de 190 bomberas, bomberos, personal de staff de Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (SEMADET) Jalisco, Protección Civil Jalisco, Secretaría de la Defensa Nacional, Gobierno de Ixtlahuacán de los Membrillos, Gobierno de Chapala, Gobierno de Tlajomulco, AIPROMADES Lago de Chapala y voluntarios de la sociedad civil, que con el apoyo de los helicópteros cisterna, “Witari” y “Palomo”, lograron dar un alto al infierno forestal. Ese 2 de abril, la SEMADET dio por concluida la alerta atmosférica generada por el intenso humo del infierno forestal.
Paisaje boscoso de Jalisco. Foto: Gobierno de Jalisco.
Redacción.- Con la política pública “Jalisco con Bosques”, la Secretaría de Medio Ambiente y Desarrollo Territorial (Semadet), coordina y gestiona acciones para implementar buenas prácticas de manejo y la conservación de estos ecosistemas forestales.
En coordinación con el Fideicomiso para la Administración del Programa de Desarrollo Forestal del Estado de Jalisco (Fiprodefo), se instrumenta el Programa para el Desarrollo Forestal Sustentable, que es resultado del análisis e integración de los ejercicios participativos de planeación y consultorías realizadas y/o financiadas por diferentes actores del sector forestal, en años previos al 2018.
Jalisco cuenta con el 80 por ciento de los tipos de vegetación existentes en México, como bosque de coníferas y encino, bosque mesófilo de montaña, bosque de encino, selvas estacionalmente secas -bosques o selvas tropicales caducifolios y subcaducifolios-, manglares, tulares, matorrales xerófilos y pastizales naturales.
En el marco de este Programa, del 2019 al 2022, se han financiado, a través de las Reglas de Operación para el Desarrollo Forestal Sustentable, 571 proyectos distribuidos en 36 municipios del estado, otorgados a 188 ejidos y comunidades indígenas, 320 pequeños propietarios, 51 organizaciones de personas productoras, grupos organizados (mayoría de mujeres en viveros), sociedades y agentes de desarrollo territorial; con una inversión acumulada de 52 millones 748 mil 650 pesos que han beneficiado de manera directa e indirecta a más de 150 mil personas en el estado.
Con estos proyectos se han logrado implementar buenas prácticas de manejo forestal en cerca de 15 mil hectáreas de bosques; la conservación de la biodiversidad y la protección de fuentes de abastecimiento de agua en más de 28 mil hectáreas, mediante mecanismos de compensación por los servicios ambientales generados en cabeceras de cuenca estratégicas para Jalisco; el establecimiento de viveros rústicos para la producción de más de 1.3 millones de plantas con propósitos maderables, no maderables y silvopastoriles de especies nativas, que se han integrado a sistemas productivos ganaderos o para reforestación; así como la integración y operación de brigadas de sanidad forestal, que han atendido al menos 3 mil, 500 hectáreas con plagas forestales.
El Estado de Jalisco cuenta con una superficie de 746 mil 504 hectáreas bajo algún esquema de conservación, principalmente en selva baja caducifolia y bosque de encino, además se protegen 156 mil 157 hectáreas de superficie de lagos y lagunas, así como mil 919.83 hectáreas de manglar, sumando las áreas destinadas voluntariamente a la conservación que protegen mil 328.46 hectáreas.
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