La cultura y sensibilidad de un pueblo se demuestra por el respeto y el aprecio que siente por la música
Serios, adultos y orgullosos posan en la fotografía del recuerdo. Los primeros integrantes de la banda de música de San Juan no era para menos. Era la música que escuchaba el pueblo, amenizando las fiestas, procesiones, pasacalles y acontecimientos culturales del pueblo y sus alrededores.
Hugo Gustavo Zamora Medina (San Juan Cosalá, Jal.).- La historia de la educación y gusto por la música de nuestro pueblo está llena de mil hazañas, que fueron realizadas por diversos maestros y sacerdotes que quedaron inmersas en los recuerdos de los niños y jóvenes quienes fueron instituidos por ellos.
La cultura y sensibilidad de un pueblo se demuestra por el respeto y el aprecio que siente por la música. Nuestro pueblo da ejemplo de ello, pues entre los habitantes de San Juan Cosalá se dieron grandes valores. En el principio de esta historia, se hace referencia a la primera banda de música que se conoció en el municipio la cual fue inaugurada el 20 de noviembre de 1917, en el que sus integrantes pertenecieron a los siglos anteriores.
La información que se tiene es por algunos familiares quienes contemplan una fotografía de la primera banda de música de San Juan Cosalá. Refieren que esta banda la inició el padre Justo Araiza, en su segunda estancia como capellán aquí en la localidad en 1915, y señalan que en su primera llegada en 1910 ya había metido la inquietud con los habitantes.
Como toda agrupación, sus inicios fueron con sacrificios ya que en esos tiempos, y como suele pasar en algunos casos como ahora, no contaban con dinero suficiente. Sin embargo, el trabajo de campo y la pesca eran para sobrellevar la carga de mantener a una familia, y entre ahorros para hacerse de un instrumento y pertenecer a la banda. Fue así como salió la primera banda de música en San Juan Cosalá.
Cabe señalar que en esos tiempos, la primera banda de música ensayaba al aire libre. Fue tal su impronta, su carisma por el padre Araiza e importancia social, que muchos abuelos de esta época la recuerdan con cariño.
Es importante recordar que durante ese largo periodo de tiempo, muchos se han esforzado, y han dedicado parte de su tiempo libre en aprender música para así lograr que el pueblo pueda disfrutar de una de las artes universales más gratificantes.
La afición por la música ha sido una constante en nuestro pueblo, y con alguna pequeña interrupción, siempre ha habido aficionados que han hecho un aparte de su poco tiempo de ocio para ofrecer al pueblo un motivo de orgullo y satisfacción. Continuara…
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala