También se presentan daños en gran porcentaje del arbolado de la población
Manuel Jacobo (Ajijic, Jal).- El icónico árbol de las Seis Esquinas, barrio al poniente de la zona centro, presenta daños por hongos y corre riesgo desde hace años, por lo que la delegación de Ajijic implementará acciones para tratar de salvarlo, buscado alternativas para tratar de rescatar y curar los daños que éste presenta.
Pese que no se cuenta con el dictamen de un experto en plagas, el delegado comentó que durante administraciones pasadas se implementaron podas como medidas para tratar de salvarlo, pese a eso el árbol sigue manifestando signos de enfermedad y que a la brevedad se harán las acciones.
Aunque considera que el deterioro es grave, se pretende que el especialista muestre los daños y las posibles soluciones para salvarlos, además señaló que la dependencia de Parques y Jardines y Ecología, explicaron que el cajete que está sobre el árbol se encuentra “asfixiándolo”.
Además, menciona el caso del árbol de Santa Cruz, el cual después de dos años de tratamiento se recuperó, y entre las acciones realizadas se incluyó el derribo del cajete y quitar el adoquín para recibir tratamiento, haciendo énfasis en que son casos muy similares.
El laurel de la india representa un valor histórico para la población, ya que él se encuentra en la vida cotidiana, en las fotos más representativas de la localidad o en las pinturas de una gran mayoría de artistas locales.
Sobre la memoria histórica, Lalo Ramos nos comenta que el árbol fue plantado por el papá de Abel Blas hace más de 60 años, y fue colocado como un poste para poner un alambre, ya que las zonas iban a encerrar sus gallinas debido que en el lugar sólo había corrales baldíos y al colocar el poste. Éste enraizó.
Sin embargo, el árbol forma parte de la tradición oral que mantiene el lugar envuelto entre el misticismo y la cotidianidad de la población. Una de las historias recurrentes es la de los arrieros que llegaban al hospedaje en el sitio donde ahora se encuentra el centro de salud.
Los arrieros que llegaban al lugar eran personas que venían a buscar tesoros en los cerros de Ajijic. Éstos llegaban en mulas o burros para pasar la noche. En el lugar se les ofrecía canela y café con “chilito” o “piquete”, y la dueña como era muy ambiciosa los emborrachaba y enredaba para que “le soltaran la sopa” si traían oro o no y que cuando los arrieros traían oro, la dueña del hospedaje los mataba para quedarse con el tesoro.
Los muertos eran colocados en un pozo que se encuentra por la zona del centro de salud y si los arrieros no brindaban información, su compañero los esperaba por las curvas y los mataba.
Historias como estas son las que envuelven al sitio donde se encuentra el gran Laurel de la India, por lo que dejar morir el árbol puede considerarse dejar morir una parte de la tradición oral.
Por otra parte, el delegado de Ajijic indicó que el arbolado de la población en general se encuentra con daños severos, existe mucho muérdago, el cual está dañando los árboles.
Tal es el caso de los daños que en esta semana se intervino el gigante o pirul que se encuentra en la plaza principal y que el pasado 16 de septiembre se le desprendió una rama de 12 cm de diámetro y posteriormente siguió otra rama de mayor calibre.
La poda del pirul es una muestra de las podas preventivas que se están haciendo en la población, refirió el delegado.
El dato: En Ajijic se han plantado en una primera acción comunitaria 190 árboles, de los cuales hasta el momento sólo el 75% se ha rescatado.
En la segunda reforestación se lograron plantar 120 árboles de gran tamaño.
Dato curioso: Algunos pobladores decidieron retirar los árboles plantados con distintos argumentos; uno de ellos fue que no le permitirían la vista al lago y muchos árboles fueron devorados por las hormigas.
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