Griselda, Adán y Wenceslao fueron hallados con otras cinco personas privadas de la libertad, en una finca en los límetes de Chapala con Jocotepec.
Fue necesario una marcha -sobre la avenida principal de Chapala- y diversas publicaciones en medios y redes sociales para que la Fiscalía de Jalisco montara un operativo y liberara a tres conocidos jóvenes residentes de Chapala, que se encontraban en contra de su voluntad -junto con otros cinco-, en una zona de casas de descanso, conocida como “Villa Lucerna”, en Ajijic.
Redacción.- La joven Griselda, el artista plástico, Adán, y el conductor de Uber y Bar tender, Wenceslao, cuyos casos se hicieron mediáticos -después de que se los llevaran a la fuerza en dos hechos aislados-, fueron liberados el lunes 15 de junio, después de estar privados de su libertad por alrededor de cinco días. Extraoficialmente, se habla de un enfrentamiento entre elementos de la Fiscalía y las personas que resguardaban el inmueble -marcado con el número 1019 B, de la calle Camino al Rincón- en la que se encontraron armas largas y equipo táctico.
Acerca de las otras cinco personas liberadas: una era de Jocotepec, otra de Ajijic y otros más de Guadalajara; pero las autoridades desconocían su desaparición, ya que no tenían una denuncia ante las autoridades.
En total, se hallaron a ocho personas -seis hombres y dos mujeres- en la finca de dos plantas, ubicada en Villa Lucerna, al poniente de Ajijic y se detuvieron a tres -dos hombres y una mujer-, según el reporte del Fiscal General de Jalisco, Gerardo Solís.
De acuerdo con testimonios de los familiares, las víctimas fueron golpeadas -a excepción de las dos mujeres, Griselda y Esmeralda-. Wenceslao presentó varias costillas rotas; eran torturados apagando cigarrillos en sus cuerpos, poniéndoles tubos calientes y dándoles golpes en los oídos, con el fin de dejarlos inconscientes, según ha denunciado en en televisión la madre de Adán, que llegó de México para exigir la búsqueda del paradero de su hijo.
En cautiverio, a todos les externaron que los iban a arrojar a una fosa que estaba cavada dentro del predio. Al arribo de las autoridades los encontraron descalzos y temblando de pánico, según contó un familiar a la televisión.
“No fue un secuestro”, dijo el Coordinador del Gabinete de Seguridad Jalisco, Macedonio Tamez, pues nunca existió una exigencias para la liberación de los desaparecidos.
Difusión en redes sociales, ruedas de prensa y una manifestación por las calles de Chapala, llevaron al tema a ser conocido en todo México y que los medios de comunicación más importantes de todo el país difundieran la noticia. A pesar de que el tema de desapariciones en Chapala no es ajeno, pues son más las personas del municipio de las que se desconoce su paradero desde hace meses o años, de algunos se tiene registro ante las autoridades, pero de otros ni siquiera se cuenta con una denuncia, quedando en la cifra negra de personas no localizadas.
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