Terapia cognitivo conductual
Por: Leticia Trejo.
No sé hasta cuando seguirá existiendo un estigma sobre las terapias psicológicas para la salud mental, alguna vez un amigo me dijo que la gente no va al nutriólogo, ni contrata un entrenador personal y tampoco un psicólogo porque ellos no se dan cuenta que lo necesitan, nos acostumbramos tanto a estar a medias y tanto a los conflictos que lo convertimos en nuestra forma de vida.
El término salud mental es el estado de equilibrio que debe existir entre las personas y el entorno socio-cultural que los rodea, incluye el bienestar emocional, psíquico y social. También influye en cómo piensa, siente, actúa y reacciona una persona ante momentos de estrés.
La Organización Mundial de la Salud la define como un estado de bienestar en el cual cada individuo desarrolla su potencial, puede afrontar las tensiones de la vida, puede trabajar de forma productiva y fructífera, y aportar algo a su comunidad.
Si visitar a un psicólogo o terapeuta tiene todos esos beneficios entonces aprendamos un poco acerca de las diferentes corrientes que nos ayudarán a desarrollar esta salud mental.
Según la clínica Mayo la Terapia cognitivo conductual es un tipo habitual de psicoterapia (terapia de conversación). Trabajas con un asesor de salud mental (psicoterapeuta o terapeuta) de forma estructurada y asistes a una cierta cantidad de sesiones, en las cuales se te ayuda a tomar consciencia de pensamientos imprecisos o negativos para que puedas visualizar situaciones exigentes con mayor claridad y responder a ellas de forma más eficaz.
Junto con otras terapias o sola, es muy útil para tratar trastornos como la depresión, la ansiedad, el trastorno por estrés postraumático o incluso desórdenes alimenticios. Pero no solo las personas que ya presentan un diagnóstico de enfermedad mental se benefician, también es un instrumento para ayudar a cualquier persona a aprender a regular sus emociones.
Los riesgos que pudiera presentar son pocos, pero es lógico que cuando estás explorando sentimientos que te ha sido difícil manejar te sientas incómodo, todos tenemos situaciones de emociones y experiencias dolorosas que quizás nos hagan sentirnos expuestos y vulnerables. Además es posible que llores, sientas angustia o te enojes durante la terapia, pero si tu terapeuta cuenta con las capacidades necesarias esto no será un obstáculo para que tú recibas los beneficios de la terapia.
Para que tu experiencia de esta terapia sea provechosa prepárate previamente: analiza tus preocupaciones, piensa qué problemas te gustaría abordar, aclara un poco tu panorama para que tu terapeuta pueda brindarte la asistencia adecuada.
En tu primera sesión también puedes entrevistar a tu terapeuta y preguntarle cómo será su enfoque, los objetivos de tu tratamiento, la duración de cada sesión y un estimado de cuántas sesiones necesitas para resolver parte por parte eso que tanto te preocupa.
Si ya reconociste que necesitas ayuda, o que quieres mejorar algunos aspectos de tu personalidad no lo pienses más y busca un Terapeuta.
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