Por Ili
La alopecia o calvicie consiste en la pérdida anormal del cabello, que puede afectar no solo el área de la cabeza, sino también otras zonas donde ocurre el crecimiento de pelo, como en las pestanas, cejas, axilas, piernas, brazos, genitales y áreas de la cara como el bigote y la barba.
Se describe como un fenómeno que ocurre en el folículo piloso, que es el orificio que contiene el cabello, el cual se encoge, ocasionado una producción cada vez más delgada, fina y corta; hasta que eventualmente no se produce cabello alguno.
Las causas de la calvicie pueden ser múltiples: desde predisposición genética, hormonal, trastornos de la piel, la vejez, desbalance nutricional, estrés o bien causada por algún tratamiento médico como la quimioterapia; la toma de algunos antidepresivos, medicamentos derivados del talio mercurio, etcétera.
Aunque la calvicie se halla extremadamente relacionada con la testosterona, muchos la hacen completamente responsable de la pérdida del cabello. La testosterona es una hormona presente en los hombres y en mujeres; en estas últimas, en menores niveles, mas no es completamente inexistente. Por lo tanto, la calvicie también puede presentarse en las mujeres.
Con el simple aspecto basta para poder determinar si se tiene tendencia a la calvicie, quien eventualmente quedará calvo y quien no tendrá por qué preocuparse. Para algunos hombres perder el cabello no representa un evento de gran repercusión en la vida. Sin embargo, en mujeres y adultos jóvenes, puede convertirse en un hecho agobiante y si no es que hasta traumático. Trayendo consigo depresión, pérdida de la autoestima, estrés y obsesión por untarse cuanta cosa se venda, con tal de evitar a toda costa el avance progresivo de la pérdida del cabello.
Hasta hoy no existe tratamiento alguno que prevenga y evite la calvicie al 100 por ciento y ni alguno que estimule el continuo crecimiento del cabello. Pero hay otras opciones como las extensiones, pelucas, peluquines, medicamentos como el Minoxidil y Finasterida, que funcionan disminuyendo la pérdida del cabello, pero la cual se reinicia una vez que se suspende la toma de este. Al mencionar esto, es importante que se entienda, que como con todos los fármacos, existen efectos secundarios.
Si usted está considerando tomar algún medicamento, debe informarse, preguntándole a su doctor y dermatólogo acerca de los efectos adversos del mismo, para que sepa qué esperar y qué hacer en caso de presentarlos.
El trasplante de cabello consiste en remover mechones de cabello de zonas donde sigue creciendo, para recolocarlas sobre las áreas que se están quedando calvas. El método requiere varias sesiones, lo cual puede resultar en un procedimiento costoso, pero el cual sigue siendo una opción.
Si está perdiendo el cabello y le resulta intolerante la posibilidad de una imagen calva, infórmese, pregunte, lea, investigue, haga pruebas de peinado, peluca, corte y escoja el que mejor se le vea y se adapte a su bolsillo. No se angustie, y recuerde con cabello o sin él, usted no dejará de ser quien es.
Referencia bibliográfica
https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/hair-loss/symptoms-causes/syc-20372926
https://medlineplus.gov/spanish/ency/article/001177.htm
https://bvsms.saude.gov.br/alopecia-queda-de-cabelos/
https://healthlibrary.brighamandwomens.org/spanish/Encyclopedia/85,P03378
Por Patrick O’Heffernan
Parece que fue ayer cuando el artista Efrén González anunció que trabajaría con la comunidad para crear un museo en Ajijic dedicado al arte. En realidad, fue sólo hace un año que las puertas se abrieron en la nueva contribución a su reputación como un «Pueblo Artístico» (un término acuñado por la irascible Diane Pearl) y la comunidad tenía una institución dedicada al arte que ha estado en su sangre por más de 60 años.
Hay que felicitar a Efrén, no sólo por su legendaria habilidad como artista, sino también como organizador de la comunidad y agitador, cualidades que no siempre se encuentran en aquellos cuya atención se centra exclusivamente en el lienzo que tienen delante. Gracias en parte a él y a sus numerosos murales y al Muro de las Calaveras, gente de todo el mundo viene a experimentar la magia de los artistas mexicanos, tanto nativos como expatriados.
Pero, por cada Efrén González, hay promotores y burócratas y constructores que proponen, aprueban y construyen proyectos que tiran por la borda la magia. Ya sea que se construyan hoteles ilegales (y eventualmente parcialmente decapitados) en La Floresta, o casas y departamentos «modernos» en las calles 16 de Septiembre y Carranza, o el Oxxo en Colón, poco a poco la magia del Pueblo Mágico se está erosionando. Y, por supuesto, el tráfico no ayuda.
Pero los promotores nos dicen que necesitamos el progreso, los dólares de los turistas, los lugares para visitantes y nuevos inmigrantes, y nuevos negocios para crear empleos. Y tienen razón. Pero «progreso» no significa destruir el legado. El «progreso» necesita ser guiado para que sea progreso para todos y no termine el trabajo de erradicar la cultura mexicana que Cortés comenzó.
Pero, ¿cómo lo hacemos? Otras ciudades y pueblos se han enfrentado a este problema y lo han resuelto con normas históricas y arquitectónicas. México cuenta con algunas de las primeras: las grandes construcciones requieren investigación arqueológica, algo que la Municipalidad de Chapala descubrió en la renovación de sus calles. La arquitectura, no tanto. Las atrocidades de diseño se aprueban de forma rutinaria, y cada una de ellas va minando el carácter de Ajijic.
El Comité del Pueblo Mágico debe presentar la preservación histórica y las directrices arquitectónicas al Consejo de Chapala para su revisión y aprobación. Las normas deberían redactarse de forma que los promotores y constructores estuvieran obligados a incorporar a sus edificios los valores patrimoniales del diseño mexicano.
El Comité tiene la experiencia y el mandato. Antes de que se aprueben más tragedias como la monstruosidad junto a la planta de distribución de Coca Cola en San Antonio Tlayacapan (lo sé, fue una administración pasada la que nos maldijo con esa obra).
Esto no significa que no haya arquitectura moderna. México tiene una gran tradición de arquitectura progresista. Significa la arquitectura correcta en el lugar correcto. Quizá Efrén González debería ser el gurú del diseño de Ajijic. Parece saber exactamente cómo combinar progreso y legado.
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