HEMIATROFIA FACIAL PROGRESIVA:
La hemiatrofia facial progresiva o también conocida como el Síndrome de Parry-Roomberg es una patología rara, de origen desconocido e irreversible.
Esta enfermedad deforma la mitad de la cara, afectando desde la piel, músculos, tejido adiposo y huesos. Aunque en algunos casos puede presentarse de manera bilateral (afectando ambos lados).
La asimetría compromete con obvios rasgos la estética de la cara en la persona, dando un aspecto cadavérico.
Comienza lentamente y de manera imperceptible por años, agrediendo en su mayoría a las mujeres desde antes de los 20 años de edad y con una incidencia de 1 entre 700,000 casos aproximadamente.
Al inicio, sólo se manifiesta con una despigmentación de la piel, o bien todo lo contario; con una coloración de la piel más oscura. Aunado a esto, gradualmente se pierde el cabello de las cejas y pestañas; comprometiendo, además factores neurológicos y visuales; atrofia de la lengua y del labio, disparidad en el tamaño de la mandíbula, retraso en la erupción dental o reabsorción de las raíces de los dientes, del lado involucrado.
Desafortunadamente, el Síndrome de Parry-Roomberg no se presenta como una única enfermedad; usualmente viene acompañado de epilepsia, neuralgia del trigémino, neurosis, psicosis, escleroderma, parestesia facial…
El diagnostico se basa en las características físicas, pero de cualquier forma el médico o su odontólogo debe ordenar la toma de imágenes radiológicas tales como la Resonancia Magnética y Tomografía Axial computarizada para poder determinar la severidad de las lesiones óseas.
La administración de antibióticos, corticoides, ciclosporinas, antipalúdicos, ciclofosfamida, calcipotriol, metrotexato, serán ofrecidos de primera instancia…
Quirúrgicamente, con el objetivo de mejorar la estética; injertos de piel y tejido graso, colgajos, microcirugía vascular, implantes de silicón, autoinjertos musculares,…serán una opción.
Es común que el paciente acuda al médico o al dentista de primera instancia y principalmente por motivos estéticos; el médico debe tener en cuenta de que la Hemiatrofia Facial Progresiva tiene implicaciones dentales y el dentista debe tener conocimiento de las raras afecciones a nivel maxilofacial para de ser necesario derivarlo con los especialistas adecuados.
Ética y profesionalmente, cada proveedor de salud, tiene la obligación de reconocer y aceptar cuando sus habilidades se encuentran limitadas y debe proveerle al paciente de la conducción adecuada para su padecimiento, evitándole pérdida de tiempo y gastos innecesarios a su paciente.
A usted como paciente, le toca seguir y confiar en su médico.
Hasta hoy en día, el Síndrome de Parry-Roomberg sigue siendo motivo de investigación, es probable quizá, que en un futuro cercano este padecimiento y tantos otros sean curables.
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