Una persona que nació con el don de ser artista
La imágenes que Isidro maneja en sus obras provocan que todo el mundo voltee a verlas, situación que le ha causado tanto halagos como problemas. “Soy un hereje”, es la crítica que más ha escuchado el artista.
Jazmín Stengel (San Juan Cosalá).- Isidro Xilonxochitl platicó para Semanario Laguna, que desde pequeño destacaba en él la inquietud por pintar. Sus primeros trazos fueron con colores escolares y esmaltes que sus tíos recogían en la construcción.
A los 12 años apareció Rosana Sapiens en su vida y le enseñó “los pinceles de verdad”, dijo Isidro entre risas. Por medio de Rosana llegaron a sus manos el óleo, el acrílico, las acuarelas, pastel y otros materiales.
Cinco años más tarde, Isidro fue apoyado por su familia y enviado a la escuela de Artes Plásticas en la Universidad de Guadalajara (UDG). Para ese entonces él ya contaba con un gran conocimiento de arte.
Siendo el segundo de seis hermanos, y dependiendo sólo de su madre, decide dejar la escuela y dedicarse a trabajar para ahorrar la cantidad que le permitirá terminar sus estudios.
Cuando Isidro logra juntar el dinero para regresar a la escuela, las políticas de la UDG lo devolvieron hasta el primer grado, lo que disgustó al artista al punto de abandonar los estudios.
“En 1998 me dediqué a mí, con la ayuda y confianza de Héctor del Muro”, recodaba el pintor. El extinto Héctor, dueño del semanario El Charal, ofreció a Isidro su primera exposición individual en el Museo López Portillo de Guadalajara en el año 1998.
A partir de ese instante el artista decide dejar los talleres de diseño y moldeo, que eran la base de su economía, para dedicarse exclusivamente a sus obras de arte. El primer estudio lo compartió con Dionisio “Nicho” Morales, pintor de Ajijic, de quien aprendió mucho y empezó a crecer como artista.
“Pintaba lo que a la gente no le gustaba, la otra cara”, dijo Isidro cuando explicaba su colocación como artista en Ajijic.
Isidro destacó que no tiene una técnica favorita, sino que cada una de ellas ha sido su favorita en diferentes etapas de su vida. De la misma manera como los materiales llegan a su vida, él los vuelve parte de ella y los utiliza hasta encontrar una mejor.
A pesar de no tener una obra de arte preferida, porque para nuestro pintor la próxima va a ser mejor, sí tiene el mejor recuerdo de primera exposición. Desde entonces ha compartido las paredes de importantes museos como Bellas Artes y el Salón de Octubre con artistas latinoamericanos.
El estilo tan significativo que Isidro maneja en sus obras provoca que todo el mundo voltee a verlas, situación que le ha causado tanto halagos como problemas. “Soy un hereje”, es la crítica que más ha escuchado por pintar cuestiones religiosas o políticas a lo largo de los años.
Hoy en día el pintor originario de San Juan Cosalá, plasma su imaginación en lienzos para después presentarlos al mundo en exposiciones.
Los comentarios están cerrados.
© 2016. Todos los derechos reservados. Semanario de la Ribera de Chapala