Debido a las fechas festivas, la alta demanda de coronas florales supera la producción, por lo que cada productor de coronas tendrá su clientela asegurada
Hugo Gustavo Zamora Medina (San Juan Cosalá, Jal.).-En San Juan Cosalá delegación de Jocotepec, más que los altares de muertos, las catrinas y las calaveritas, la forma tradicional de conmemorar a los muertos es llevándoles coronas a sus tumbas.
Como cada año, la familia de Juan Dávalos, de “Súper San Juan”, se dedica a trabajar las coronas de muertos.
Irma Rivas, propietaria del supermercado, platicó que esta técnica de hacer coronas es muy común en varias poblaciones de México. Aunque no es algo que se venda todo el año, algunas personas las hacen para ganarse un extra en estas fechas en que los pobladores acostumbran a llevarlas al panteón y visitar a sus difuntos.
Las coronas o cruces están hechas con una base de carrizo o madera forrada con papel crepé, además de flores artificiales, listones y celofán; con dichos materiales se forman figuras de flores o se colocan estampas con imágenes religiosas.
La entrevistada manifestó que realizar una corona grande le puede tomar una o dos horas, y aunque no se sabe a ciencia cierta cuántas personas venden coronas de muertos en San Juan Cosalá, no le preocupa la competencia, pues dice que en estas fechas hay demanda para la producción de todos.
Los precios de las coronas de muertos van desde los 70 hasta los 500 pesos, dependiendo del tamaño y estilo. Irma sabe hacer de varias, pero las de listo clisado son de las más vendidas en los días de los fieles difuntos, primero y dos de noviembre.
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