Los locales necesitan comprender la importancia de los tulares para la reproducción y anidamiento de las aves, además de la ayuda al medio ambiente
Tule. Foto: Internet.
Redacción.-Uno de los problemas que aqueja la población de Chapala, es la desinformación en temas ambientales. Hace unas semanas, se sospecha que pobladores de San Antonio Tlayacapán, escondidos en el anonimato, decidieron prenderle fuego al tular que se ubica frente al malecón de dicha población, y que es, o era, casa de miles de aves. Su justificación: se generaban muchos mosquitos y no se alcanzaba ver el lago.
El incendio del 6 de mayo a las 21:45 en la delegación de San Antonio Tlayacapan dejó por lo menos a 20 especies de aves sin hogar y un 50 por ciento del tular quemado. Aunque se han iniciado investigaciones para dar con los responsables, el único rastro que se tiene es que momentos antes del incendio se encontraba una familia sobre el malecón haciendo una carne asada; no se sabe si ellos fueron los responsables, pero es la información más cercana.
Después de la quema del tular ubicado frente el Sendero Interpretativo y de Avistamiento de Aves “Alexander von Humboldt”, viene la reflexión para las autoridades e instituciones. Una de ellas es AIPROMADES, quien, a través de su director, Gabriel Vázquez, señala que el sitio Ramsar es todo el lago, y éste necesita un manejo. “Hay que administrarlo”, para lo que propone tres líneas de acción. En el lago se ha registrado por lo menos 254 especies de aves, entre migratorias y locales.
La primera línea de acción es monitoreo preciso de los otros ribereños, por lo que dice que debemos ver cuántos son, qué hacen y de dónde vienen. La segunda línea de acción es un nuevo enfoque para este tipo de incendios, como adquirir bombas portátiles para atacar los incendios desde el lago y no desde el malecón como lo hicieron esta vez.
La tercera línea, y la más importante, es que las comunidades que tienen contacto con las 17 zonas de tulares que hay en el lago comprendan la importancia de los tulares para la reproducción, anidamiento y ayuda al medio ambiente, ya que lo que sucedió tanto en San Antonio como en Tizapán, tiene un impacto que llega hasta Canadá.
Además de las líneas de acción, señaló que los incendios que se cometen en tierra la gente los está comenzando a traer al lago. “La naturaleza se está acomodando, los que no nos estamos acomodando somos nosotros los humanos”, señaló Vázquez Sánchez.
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